/ sábado 9 de mayo de 2020

A algunos la pandemia les sacó el filántropo que llevan dentro

Ni siquiera sabemos qué cosas más veremos en esta pesadilla, y nada nos sorprenda si vemos consecuencias en lo social, político y económico. Unos están pensando en pedir la renuncia del presidente de la República y reformar la Constitución. Otros buscan al yerno de Donald Trump para informarle que si AMLO sigue en la presidencia, millones de mexicanos tomarán por asalto a su país. No falta quien esté pensando en dar un golpe de Estado porque perdieron la presidencia de la República en las urnas, y con el pretexto de la pandemia intentan regresar al poder y a los privilegios de antaño. Hay que irnos preparando a ver qué sucede, al parecer, el Covid-19 les cayó como anillo al dedo.

Aquí en Durango estamos viviendo algo inédito, un fantasma recorre el estado: la filantropía. Todo empezó con un problema dado a conocer por un grupo de trabajadores de un conocido hotel de nuestra ciudad. Dichos trabajadores pertenecen al sindicato de meseros de la CTM. El problema se publicó en redes sociales y un influyente y poderoso abogado duranguense les ofreció defenderlos de manera gratuita por el supuesto despido injustificado por parte de la empresa. Dicho abogado, además, ofrece a todos los duranguenses defenderlos sin cobrarles en cualquier problema legal que tengan. Si así fuera, habrá colas interminables afuera de la oficina del abogado, ya que la mayoría de los ciudadanos que tienen problemas legales carecen de recursos para pagar su defensa.

Como dice una canción: “nadie vende un caballo por bueno, ni se quedan pobres haciéndote rico”. Los que saben de política opinan que detrás de la asesoría legal están las aspiraciones políticas del famoso abogado. En nuestra entidad da la impresión que la pandemia parece una licuadora, unos andan preocupados por la salud, otros disfrazando sus acciones con poses filantrópicas con un solo objetivo: obtener una diputación local o federal en 2021 y, ya encarrerado el gato, en 2022 presidencias municipales y la gubernatura. Los que perdieron en 2018, al precio que sea quieren mandar a su casa de Tabasco a López Obrador y después salvar al país que el presidente está haciendo pedazos, porque los del PAN y los del PRI lo dejaron como están China y su economía. Los que desean esto no deben preocuparse de nada, aunque en los puestos de elección popular no existe la renuncia, en cambio sí la licencia que pudiera pedir López Obrador, sólo es cuestión que le insistan, ya ven que a todo dice que sí.

No es ético aprovechar la contingencia para fines personales. En primer lugar, cualquier trabajador que tenga una relación de trabajo con un patrón tiene sus derechos garantizados en la Ley Federal del Trabajo, que es la que resuelve los problemas obrero patronal. Respecto del problema de los trabajadores con el mencionado hotel, Israel Soto Peña, secretario de Previsión Social declaró a los medios que ningún trabajador de dicha empresa había sido despedido. Cristian Salazar, quien ahora se sacrifica por los trabajadores, afirmó que ningún trabajador de la empresa había sido reinstalado. ¿Quién tiene la razón, Israel Soto Peña o el salvador de los trabajadores? En entrevista de televisión, Ricardo Pacheco Rodríguez declaró: “en una asamblea realizada con los trabajadores del hotel, Jaime Mijares les aseguró que nadie iba a ser despedido, los salarios se les seguirían pagando y llegado el momento, todo volvería a la normalidad”. Hasta el día de hoy, nadie ha desmentido al secretario general de la CTM estatal o al secretario del Trabajo y Previsión Social, Israel Soto Peña.

Ni siquiera sabemos qué cosas más veremos en esta pesadilla, y nada nos sorprenda si vemos consecuencias en lo social, político y económico. Unos están pensando en pedir la renuncia del presidente de la República y reformar la Constitución. Otros buscan al yerno de Donald Trump para informarle que si AMLO sigue en la presidencia, millones de mexicanos tomarán por asalto a su país. No falta quien esté pensando en dar un golpe de Estado porque perdieron la presidencia de la República en las urnas, y con el pretexto de la pandemia intentan regresar al poder y a los privilegios de antaño. Hay que irnos preparando a ver qué sucede, al parecer, el Covid-19 les cayó como anillo al dedo.

Aquí en Durango estamos viviendo algo inédito, un fantasma recorre el estado: la filantropía. Todo empezó con un problema dado a conocer por un grupo de trabajadores de un conocido hotel de nuestra ciudad. Dichos trabajadores pertenecen al sindicato de meseros de la CTM. El problema se publicó en redes sociales y un influyente y poderoso abogado duranguense les ofreció defenderlos de manera gratuita por el supuesto despido injustificado por parte de la empresa. Dicho abogado, además, ofrece a todos los duranguenses defenderlos sin cobrarles en cualquier problema legal que tengan. Si así fuera, habrá colas interminables afuera de la oficina del abogado, ya que la mayoría de los ciudadanos que tienen problemas legales carecen de recursos para pagar su defensa.

Como dice una canción: “nadie vende un caballo por bueno, ni se quedan pobres haciéndote rico”. Los que saben de política opinan que detrás de la asesoría legal están las aspiraciones políticas del famoso abogado. En nuestra entidad da la impresión que la pandemia parece una licuadora, unos andan preocupados por la salud, otros disfrazando sus acciones con poses filantrópicas con un solo objetivo: obtener una diputación local o federal en 2021 y, ya encarrerado el gato, en 2022 presidencias municipales y la gubernatura. Los que perdieron en 2018, al precio que sea quieren mandar a su casa de Tabasco a López Obrador y después salvar al país que el presidente está haciendo pedazos, porque los del PAN y los del PRI lo dejaron como están China y su economía. Los que desean esto no deben preocuparse de nada, aunque en los puestos de elección popular no existe la renuncia, en cambio sí la licencia que pudiera pedir López Obrador, sólo es cuestión que le insistan, ya ven que a todo dice que sí.

No es ético aprovechar la contingencia para fines personales. En primer lugar, cualquier trabajador que tenga una relación de trabajo con un patrón tiene sus derechos garantizados en la Ley Federal del Trabajo, que es la que resuelve los problemas obrero patronal. Respecto del problema de los trabajadores con el mencionado hotel, Israel Soto Peña, secretario de Previsión Social declaró a los medios que ningún trabajador de dicha empresa había sido despedido. Cristian Salazar, quien ahora se sacrifica por los trabajadores, afirmó que ningún trabajador de la empresa había sido reinstalado. ¿Quién tiene la razón, Israel Soto Peña o el salvador de los trabajadores? En entrevista de televisión, Ricardo Pacheco Rodríguez declaró: “en una asamblea realizada con los trabajadores del hotel, Jaime Mijares les aseguró que nadie iba a ser despedido, los salarios se les seguirían pagando y llegado el momento, todo volvería a la normalidad”. Hasta el día de hoy, nadie ha desmentido al secretario general de la CTM estatal o al secretario del Trabajo y Previsión Social, Israel Soto Peña.