Salud, economía o educación
El pasado lunes el secretario de Educación, Esteban Moctezuma Barragán, anunció que ante la situación que seguimos viviendo en torno al Covid-19, el 24 de agosto, aproximadamente 30 millones de estudiantes de educación básica regresarán a clases, sin embargo, será en la modalidad a distancia que incluirá la televisión derivado del acuerdo firmado entre el titular del poder Ejecutivo federal con las cuatro televisoras de mayor audiencia en el territorio nacional.
Esto se veía venir. Día a día hemos estado observando cómo en México no ha habido desaceleración de los contagios a pesar de que el vocero de la contingencia, el doctor Hugo López-Gatell, trate de afirmar lo contrario a través de argucias estadísticas y epidemiológicas. Los mexicanos vemos cómo la línea ascendente no tiene la intención de tomar siquiera la forma de una curva, la cúspide de la misma, aún se encuentra en la lejanía.
Los contagios no ceden. Las muertes no cesan. En países que relajaron las medidas sanitarias, hay rebrotes. No en vano, el secretario general de la ONU, Antonio Guterres, afirmó que nos “enfrentamos a una catástrofe generacional que podría desperdiciar un potencial humano incalculable, minar décadas de progreso y exacerbar las desigualdades arraigadas”. Por ello la preocupación de la Unesco por la estimación de que, a nivel mundial, 24 millones de alumnos de todos los niveles abandonen su educación.
En este escenario, los padres de familia también estamos preocupados de sobremanera. Por supuesto que hay que priorizar la salud, pero ¿qué pasa con la economía familiar que está proporcionalmente ligada a la falta de tiempo para dedicarse a la educación de los hijos? ¿Qué sucederá con los casos en los que ambos padres trabajan y no tienen con quién encargar la educación y cuidado del hijo como, por ejemplo, cuándo ambos padres trabajan en el sector salud?
Posterior al mensaje del secretario de Educación, hay más interrogantes que respuestas, pero también hay más críticas que propuestas. Sin dudar, se deben de tomar decisiones tomando en cuenta a los tres poderes, el sector económico, sindicatos de ambos apartados de la Constitución, asociaciones de padres de familia, académicos e intelectuales. Dejar de lado los colores partidistas y enfocarse en unir a los mexicanos que, hasta hoy, ha sido el talón de Aquiles del presidente Andrés Manuel López Obrador.
EN EL TINTERO… Diversos legisladores estatales y algunos doctos del derecho constitucional han alzado la voz por el decreto denominado “pacto de responsabilidad social” emitido por el titular del Ejecutivo estatal. Siguen equivocándose a esta altura del partido, siguen sin saber hacer consensos… En el Hospital de Salud Mental la dirección tiene el afán de arriesgar a los trabajadores y propiciar más los contagios sólo por berrinches y caprichos. Se aferra a regresar al personal administrativo a jornadas normales en franco desacato a las indicaciones del gobernador y los acuerdos entre el secretario de Salud y las secciones sindicales 88 y 188. Dirigir no es sinónimo de adueñarse…
@raulgonzalezr