La soledad de Jorge Salum
Jorge Salum del Palacio arribó a la Presidencia Municipal con grandes expectativas después de un gobierno municipal sumamente criticado, el de su antecesor José Ramón Enríquez Herrera.
En efecto, el carácter del Edil es diametralmente opuesto al protagonismo del médico oftalmólogo, llegando incluso a ser por demás parsimonioso. Para hacer política cada quien tiene su estilo. A él durante mucho tiempo le ha funcionado la pasividad, sólo que durante ese tiempo nunca había gobernado.
No está en tela de juicio la capacidad o liderazgo del Alcalde, lo que ha sorprendido a propios y extraños es la falta de operadores políticos eficaces y de confianza, pues como todos sabemos y como son los usos y costumbres, hay personajes incrustados de diferentes grupos de poder que nunca verán más allá de sus propios intereses. Lo extraño radica en que, el equipo más cercano del Alcalde, el círculo primario -por llamarlo de alguna manera-, ha evidenciado la falta de pericia en estos menesteres.
Jorge Salum del Palacio ha tenido que encarar personalmente las diversas crisis que se han suscitado. Muchos de sus directores, subdirectores y regidores no lo ayudan, por el contrario, lo exponen, le tergiversan información, simulan. Es momento de que el Alcalde capitalino dé un golpe en la mesa y ponga orden en su equipo de trabajo. En los ajenos a su confianza, dándoles a entender que no tendrá tolerancia a que lo vuelvan a exponer.
En los cercanos, si no quiere caer en los dobles mensajes, alguien se tiene que ir, una cabeza tendrá que rodar, debe de dejarles en claro que el peor error que se puede cometer en política, es equivocarse, y más, cuando en su mira se encuentra la silla principal del Bicentenario, pues para llegar a ella, requiere de rodearse de personas que le digan lo que está sucediendo.
Un político que desea trascender no puede encerrarse en individuos que le dicen lo que quiere escuchar. Aduladores hay en todos lados.
Un hombre de poder, de gobierno, debe de ser como el elefante: Tener las orejas muy grandes para escuchar todo lo que su alrededor se dice y saber escuchar. Las patas grandes para pisar firme y no marearse, la piel gruesa para resistir las críticas y las traiciones, colmillos grandes y retorcidos para saber defenderse en la adversidad. Trompa larga para olfatear lo que se avecina y peso para dejar huella. De lo contrario, se convertirá en un simple administrador de la Presidencia Municipal.
A todos conviene que ponga orden en su administración. Un alcalde fortalecido es lo que se requiere para que Durango no pase desapercibido. Aunque parezca disco rayado, si a quienes gobierna les va bien, nos va bien a todos. La soledad en el ejercicio de poder de Jorge Salum del Palacio, no beneficia a nadie, más que a sus opositores.
EN EL TINTERO... Mucho cuidado debe de tener Minerva Vázquez, dirigente del Sindicato Nacional de Trabajadores del Seguro Social con Selene Núñez, que encabeza la cartera de admisión y cambios. Amenazó con despedir al esposo de la periodista Zujey Luna y, a la par, la agredió físicamente. Comenzó esta sección sindical con el pie izquierdo... Irambel Corral, subdirector del Instituto Municipal del Deporte también “sacó el cobre” de manera rápida. Su piel sensible le hizo reaccionar impulsivamente a una crítica que hizo otro periodista, y como defensa, bloqueó de sus redes sociales a quienes lo difundimos. Quizá Jorge Salum pueda dar muestra de la mano dura empezando por él.
@raulgonzalezr