Los juegos de la sucesión. Leticia Herrera
Los tiempos electorales nunca tienen pausa en los juegos del poder. Una elección da inicio, en los hechos, en cuanto termina la anterior. Cuando un político gana la máxima magistratura, el primer consejo que se le puede dar es ir pensando en su sucesión.
Por ello, cuando se menciona que se “adelantaron los tiempos” en la de José Rosas Aispuro Torres, gobernador de Durango, sólo se exhibe ingenuidad. El relevo dio inicio al día siguiente de su victoria a mediados del año 2016, sólo que, hasta hoy, cuando se encuentra en la cúspide de su poder, se empiezan a hacer evidentes las alianzas y las traiciones.
En política las casualidades no existen. El hecho de que Esteban Villegas Villarreal, diputado local y presidente de la Junta de Coordinación Política, se posicione mediáticamente anunciando los acuerdos a los que llegaron el Gobierno Federal y Estatal en cuanto al INSABI, nos habla de su olfato político y del consenso con el gobernador para establecerse como un operador más. Le da muestra de que él no sería un sucesor incómodo.
Que Alma Marina Vitela, alcaldesa de Gómez Palacio y perfil más posicionado de MORENA en la entidad, se haya reunido con Santiago Nieto Castillo, titular de la Unidad de Inteligencia Financiera, para después declarar que existen irregularidades por más de 400 millones de pesos en la administración que encabezó su otrora entrañable amiga, Leticia Herrera Ale, tampoco es coincidencia.
Lety Herrera es, sin duda, una fuerte contendiente para las elecciones a la cámara baja del Congreso de la Unión del año entrante, cuyo resultado habrá de poner en la antesala a quienes aspiran a ocupar la silla principal del CCB. Para la hija de don Carlos Herrera Araluce, la gubernatura es más que una asignatura pendiente, una promesa; una deuda.
Hay quienes aseguran que la familia Herrera perdió influencia en La Laguna tras tropezar en las elecciones próximas pasadas. Análisis sesgado sin duda alguna, ya que se pierden de vista las variables de mayor peso para que se diera este resultado: la estela ganadora de Andrés Manuel López Obrador y una candidata del PRI que nunca formó parte del círculo cercano de las familias que son mejor vistas y con mayor operatividad en esta región. Quizá no tenga la misma fortaleza de antaño, ante la lamentable pérdida de don Carlos Herrera, pero de ahí a que hayan perdido liderazgo, hay mucha diferencia.
La familia Herrera supo hacer mancuerna con el gobierno de Aispuro Torres, de hecho, hubo una invitación para que Leticia formara parte del gabinete estatal. El gobernador ha tenido muchas atenciones hacia ellos.
A pesar de que, al salir de la alcaldía, Leticia Herrera ha asumido un perfil bajo, es incómoda para muchos, incluidos los ex gobernadores Jorge Herrera Caldera e Ismael Hernández Deras, quienes también jugarán un papel preponderante en los juegos de la sucesión. El primero, con sus huestes en MORENA, entre quienes se encuentra la actual alcaldesa de Gómez Palacio y el segundo, con gran influencia dentro del PRI tanto el país por ser el dirigente campesino, como en el comité estatal -que “extrañamente” han hecho mutis ante las acusaciones-. También hay que agregar a los enemigos que tiene Lety Herrera dentro de su propio equipo.
Las coincidencias no existen. Esteban Villegas, Marina Vitela, Jorge Herrera Caldera e Ismael Hernández Deras tienen una rival en común. Las cartas están sobre la mesa, aunque aún faltan elementos y tiempo para observar y disfrutar, a quienes nos gusta la adrenalina de la política.
EN EL TINTERO... ¿Qué miembros del Cabildo aprobarían las cuentas públicas del periodo a que se refiere Marina Vitela? Y también, ¿qué diputados aprobaron la cuenta pública de Gómez Palacio en el 2018? Chéquelo usted mismo amigo lector, sumamente interesante.
@raulgonzalezr