Tiempo de lecciones
Las crisis son momentos no deseables ya que comúnmente se encuentran relacionados a una situación de mucha complejidad, gravedad, riesgo o peligro. Sin embargo, la esencia del concepto está más próxima a la de cambio o transformación.
Una crisis es una condición inestable que se presenta en el curso de un proceso y cuya resolución, condiciona y modifica la continuidad del mismo. Su característica principal es la inevitabilidad de su aparición y su consecuencia, una transformación.
Actualmente nos encontramos transitando por diversas crisis que se han propiciado debido a la aparición del Covid-19. Ya no sólo se encuentra entre nosotros la crisis sanitaria, caracterizada por evidenciar las grandes carencias del sistema salud en su totalidad, así como la merma en la salud mental que genera no sólo el confinamiento, sino la enfermedad por sí misma a usuarios y familiares y, por supuesto, el desgaste de los trabajadores de la salud que están sujetos a grandes cantidades de estrés.
La crisis política la desató el manejo presidencial de la pandemia desde sus albores y ha propiciado, a la par, una crisis social por la fragmentación de los mexicanos, pues los ataques entre “chairos y fifís” han estado más encarnizados que nunca. De la misma manera, incrementan delitos por la falta de empleo y un puñado de personas arremete contra los trabajadores de la salud por mera ignorancia.
No se puede negar que la crisis económica ha golpeado seriamente a todos, pero quienes más lo resienten han sido aquellos que no se encuentran inmersos en el mundo de la burocracia o en los altos niveles empresariales. Hay algunos sectores que han quedado totalmente desprotegidos.
El cierre de pequeños y medianos negocios que no han accedido a ningún tipo de apoyo económico están a la orden del día y, por si fuera poco, empresarios que podrían vivir dos vidas con el dinero que tienen, de manera poco empática despiden a los trabajadores que sólo han dado muestra de lealtad a la empresa en la que laboraban.
Todas estas crisis nos han dejado diversas lecciones, quizá la más importante es que los seres humanos tenemos que cambiar las imposiciones de la posmodernidad, en donde el consumo de cosas baladíes, únicamente por hedonismo, eran la prioridad. Esta lección de vida nos orilla a desaprender el individualismo y reaprender la colectividad, si algo ha quedado claro es que todos somos vulnerables y nos necesitamos unos a otros en cualquier rubro, desde las muestras de afecto comúnmente desvirtuadas o la socialización, hasta la economía.
Un nuevo paradigma se gestará a partir de este punto de inflexión, de eso no queda duda, pues nuestra vida no volverá a ser la misma. Si queremos hacer gala de la resiliencia, será necesario que este modo de interpretar la realidad gire en torno a la humildad. No resta más que hacer lo que siempre hemos hecho, aceptar y adaptarnos.
EN EL TINTERO… El día 20 de mayo se festejan los colegas psicólogos. Enhorabuena a quienes de manera responsable ejercemos esta bella profesión…@raulgonzalezr