/ sábado 6 de abril de 2019

A debate la legalización de la marihuana

En el sector académico y en los medios de comunicación masiva desde hace varios años el tema de la legalización de la marihuana con fines medicinales y recreativos se viene analizando desde diversas ópticas. Ya con pasos firmes en materia legislativa tendiente a modificar nuestro marco jurídico se han presentado diversas iniciativas con el fin regular el uso de esta planta a la que se le atribuyen diversas propiedades medicinales y lúdicas. Una iniciativa presentada por el grupo parlamentario de Morena establece que el Estado debe intervenir en toda la cadena productiva del cannabis y la imposición de un impuesto producción y venta de la marihuana con una regulación que permitiría el consumo recreativo; mientras que otra iniciativa presentada por el Grupo Parlamentario del PRI es más conservadora, destacando la necesidad de tomar en cuenta que el uso libre de la marihuana podía detonar el consumo de otras sustancias más nocivas.

Estamos ante un tema de los más polémicos en los últimos años que prácticamente divide a la sociedad en dos grandes segmentos, por un lado hay quienes ven en la legalización del consumo de la marihuana la posibilidad de disminuir la violencia en el país, en tanto los que sostienen la posición contraria hacen notar el riesgo asegurando que la medida no abatiría la inseguridad y puede generar más adicción, subrayando que todavía la sociedad mexicana no está en condiciones para que se aprueben el uso de la yerba para fines recreativos. En un punto intermedio hay muchas voces que señalan que debe aprobarse, pero solo para fines medicinales, porque -aseguran- la apertura deriva en el acceso a medicamentos que hoy son muy costosos siendo necesarios para mitigar casi cualquier dolor en el cuerpo humano, tratar el mal de Parkinson, mitigar los problemas neurológicos y varias enfermedades crónicas.

Olga Sánchez Cordero, secretaria de Gobernación con el nuevo gobierno, justificó la propuesta de su partido como una herramienta que pretende reducir los resultados del prohibicionismo que ha dejado miles de muertes violentas. Mientras que la propuesta de Miguel Ángel Osorio Chong y Manuel Añorve a nombre de la bancada del PRI subraya que en el caso que el Congreso decida avanzar en el uso lúdico de la marihuana, tendrá que ir de la mano de una acción contundente y efectiva que debe ser documentada y evaluada para concientizar a la gente de los efectos del uso y abuso de esta sustancia. Añade el documento de los senadores priistas que “se trata de vencer tabús y estigmas, de hacer a un lado prejuicios para seguir avanzando y pasar de un enfoque de seguridad a un enfoque de salud y de la despenalización a la descriminalización, además de que el sistema de justicia debe ofrecer alternativas de tratamiento y reinserción”.

Llama la atención la visión de James Zaza, CEO de Financial Group de Canadá quien afirma que “México tiene la oportunidad de liderar la industria legal de la marihuana a nivel global, con altos beneficios económicos y sociales……(porque)……..esta industria será valuada en México de 200 a 300 billones de dólares por año y yo me baso en eso por la experiencia de California, Colorado y Canadá”. Subraya que nuestro país tiene las mejores condiciones para el cultivo de la planta, tiene el mejor clima, el mejor suelo y los mejores agricultores, la industria farmacéutica está muy emocionada con la posibilidad de la legalización en México, porque ello garantiza grandes esquemas de negocios.

Es deseable que el Congreso realice un debate serio, profundo, pausado, con apertura a todas las expresiones; que se examinen con profundidad todas las posibles implicaciones. Nuestras diferencias sociales, económicas, culturales y educativas son enormes con países como Canadá, Holanda, Suecia, Finlandia, o estados de la Unión Americana como California y Colorado, entre otros, que ya dieron ese paso.

Debe ponerse énfasis además de los asuntos de seguridad y de control del Estado que argumenta Morena, en que la adicción a las drogas daña los proyectos de vida de jóvenes y niños, destruye familias y puede marcar negativamente a las nuevas generaciones de mexicanos. La integridad de la persona humana, la fortaleza de la familia como eje de los valores que nos distinguen no deben ponerse en riesgo.

La decisión que emane del Congreso de la Unión en este asunto debe ser ampliamente analizada y meditada, para lo cual se debe abrir a la opinión de diversos sectores sociales, que se consideren todas opiniones -tan diversas- que subyacen en la sociedad mexicana y no se vaya a procesar legislativamente una cuestión tan delicada, a la ligera, por consigna, ó por satisfacer a otro de los poderes del Estado. La sociedad estará muy pendiente de la actuación de sus diputados y senadores en esta materia.

En el sector académico y en los medios de comunicación masiva desde hace varios años el tema de la legalización de la marihuana con fines medicinales y recreativos se viene analizando desde diversas ópticas. Ya con pasos firmes en materia legislativa tendiente a modificar nuestro marco jurídico se han presentado diversas iniciativas con el fin regular el uso de esta planta a la que se le atribuyen diversas propiedades medicinales y lúdicas. Una iniciativa presentada por el grupo parlamentario de Morena establece que el Estado debe intervenir en toda la cadena productiva del cannabis y la imposición de un impuesto producción y venta de la marihuana con una regulación que permitiría el consumo recreativo; mientras que otra iniciativa presentada por el Grupo Parlamentario del PRI es más conservadora, destacando la necesidad de tomar en cuenta que el uso libre de la marihuana podía detonar el consumo de otras sustancias más nocivas.

Estamos ante un tema de los más polémicos en los últimos años que prácticamente divide a la sociedad en dos grandes segmentos, por un lado hay quienes ven en la legalización del consumo de la marihuana la posibilidad de disminuir la violencia en el país, en tanto los que sostienen la posición contraria hacen notar el riesgo asegurando que la medida no abatiría la inseguridad y puede generar más adicción, subrayando que todavía la sociedad mexicana no está en condiciones para que se aprueben el uso de la yerba para fines recreativos. En un punto intermedio hay muchas voces que señalan que debe aprobarse, pero solo para fines medicinales, porque -aseguran- la apertura deriva en el acceso a medicamentos que hoy son muy costosos siendo necesarios para mitigar casi cualquier dolor en el cuerpo humano, tratar el mal de Parkinson, mitigar los problemas neurológicos y varias enfermedades crónicas.

Olga Sánchez Cordero, secretaria de Gobernación con el nuevo gobierno, justificó la propuesta de su partido como una herramienta que pretende reducir los resultados del prohibicionismo que ha dejado miles de muertes violentas. Mientras que la propuesta de Miguel Ángel Osorio Chong y Manuel Añorve a nombre de la bancada del PRI subraya que en el caso que el Congreso decida avanzar en el uso lúdico de la marihuana, tendrá que ir de la mano de una acción contundente y efectiva que debe ser documentada y evaluada para concientizar a la gente de los efectos del uso y abuso de esta sustancia. Añade el documento de los senadores priistas que “se trata de vencer tabús y estigmas, de hacer a un lado prejuicios para seguir avanzando y pasar de un enfoque de seguridad a un enfoque de salud y de la despenalización a la descriminalización, además de que el sistema de justicia debe ofrecer alternativas de tratamiento y reinserción”.

Llama la atención la visión de James Zaza, CEO de Financial Group de Canadá quien afirma que “México tiene la oportunidad de liderar la industria legal de la marihuana a nivel global, con altos beneficios económicos y sociales……(porque)……..esta industria será valuada en México de 200 a 300 billones de dólares por año y yo me baso en eso por la experiencia de California, Colorado y Canadá”. Subraya que nuestro país tiene las mejores condiciones para el cultivo de la planta, tiene el mejor clima, el mejor suelo y los mejores agricultores, la industria farmacéutica está muy emocionada con la posibilidad de la legalización en México, porque ello garantiza grandes esquemas de negocios.

Es deseable que el Congreso realice un debate serio, profundo, pausado, con apertura a todas las expresiones; que se examinen con profundidad todas las posibles implicaciones. Nuestras diferencias sociales, económicas, culturales y educativas son enormes con países como Canadá, Holanda, Suecia, Finlandia, o estados de la Unión Americana como California y Colorado, entre otros, que ya dieron ese paso.

Debe ponerse énfasis además de los asuntos de seguridad y de control del Estado que argumenta Morena, en que la adicción a las drogas daña los proyectos de vida de jóvenes y niños, destruye familias y puede marcar negativamente a las nuevas generaciones de mexicanos. La integridad de la persona humana, la fortaleza de la familia como eje de los valores que nos distinguen no deben ponerse en riesgo.

La decisión que emane del Congreso de la Unión en este asunto debe ser ampliamente analizada y meditada, para lo cual se debe abrir a la opinión de diversos sectores sociales, que se consideren todas opiniones -tan diversas- que subyacen en la sociedad mexicana y no se vaya a procesar legislativamente una cuestión tan delicada, a la ligera, por consigna, ó por satisfacer a otro de los poderes del Estado. La sociedad estará muy pendiente de la actuación de sus diputados y senadores en esta materia.