/ martes 26 de octubre de 2021

Acontecer político

Los pros y contras de la regularización


La firma del decreto promovido por el presidente Andrés Manuel López Obrador, para regularizar los vehículos americanos que han entrado al país de manera ilegal, sin duda ayudará a las familias de escasos recursos económicos, pero también fomentará una competencia desleal a la industria automotriz en nuestro país.

Recordemos que este programa iniciará en los siete estados fronterizos con Estados Unidos y posteriormente se extenderá al resto del país, donde los ciudadanos tendrán que pagar 2,500 pesos. En el caso específico de Durango se habla que existen cerca de 150 mil.

Hay que estar conscientes que muchas familias no tienen los recursos económicos para comprar un vehículo mexicano, sobre todo las que viven en las zonas rurales o en la periferia de la ciudad, por lo que adquieren carros americanos para realizar sus actividades diarias, como es ir al trabajo o llevar a sus hijos a las escuelas.

Por eso, de entrada la propuesta de regularizar los vehículos “chocolatos” es buena y más cuando los recursos que se obtengan sean canalizados para que los estados mejoren sus vialidades, que es algo que Durango requiere con urgencia; sin embargo, no tendríamos la necesidad de este tipo de programas si las autoridades de los tres niveles de gobierno aplicarán el Estado de Derecho en sus acciones.

Por ello, muchas personas consideran que el anuncio de López Obrador tiene más un tinte político que el de ayudar a la gente, ya que es un tema muy complejo en el que se deben analizar todas las aristas que influyen en esta regularización, ya que se ha discutido por año y que en algún momento han dado paso a los procesos de regularización.

No olvidemos que todos pueden importar un vehículo americano, siempre y cuando se paguen todos los derechos establecidos, por lo que el problema se genera cuando se introducen al país de manera ilegal, lo cual representa un delito, donde lamentablemente no se aplica la ley.

Hay que recordar que por la pandemia que aún vivimos, afectó seriamente a la industria automotriz, donde las ventas y la producción decayó en un 20% en los primeros meses de este año, por lo que la regularización de los carros americanos atentaría gravemente a la recuperación de este sector, lo cual ha si lo ha manifestado en diversas ocasiones la Asociación Mexicana de Distribuidores de Automotores (AMDA), ya que las ventas pueden caer hasta en un 40 por ciento.

Esta situación también podría incrementar las tasas de desempleo y afectar el medio ambiente, porque muchos vehículos tienen altos kilometrajes o son desechados del vecino país del norte.

Por ellos, los empresarios están en contra de premiar la ilegalidad a través de la regularización de los carros americanos, a pesar de que la intención pueda ser ayudar a los que menos tienen, porque sería apoyar el “contrabando”.

Pero en este caso, usted amable lector, siempre tendrá la última palabra sobre este nuevo esquema de regularización.

Los pros y contras de la regularización


La firma del decreto promovido por el presidente Andrés Manuel López Obrador, para regularizar los vehículos americanos que han entrado al país de manera ilegal, sin duda ayudará a las familias de escasos recursos económicos, pero también fomentará una competencia desleal a la industria automotriz en nuestro país.

Recordemos que este programa iniciará en los siete estados fronterizos con Estados Unidos y posteriormente se extenderá al resto del país, donde los ciudadanos tendrán que pagar 2,500 pesos. En el caso específico de Durango se habla que existen cerca de 150 mil.

Hay que estar conscientes que muchas familias no tienen los recursos económicos para comprar un vehículo mexicano, sobre todo las que viven en las zonas rurales o en la periferia de la ciudad, por lo que adquieren carros americanos para realizar sus actividades diarias, como es ir al trabajo o llevar a sus hijos a las escuelas.

Por eso, de entrada la propuesta de regularizar los vehículos “chocolatos” es buena y más cuando los recursos que se obtengan sean canalizados para que los estados mejoren sus vialidades, que es algo que Durango requiere con urgencia; sin embargo, no tendríamos la necesidad de este tipo de programas si las autoridades de los tres niveles de gobierno aplicarán el Estado de Derecho en sus acciones.

Por ello, muchas personas consideran que el anuncio de López Obrador tiene más un tinte político que el de ayudar a la gente, ya que es un tema muy complejo en el que se deben analizar todas las aristas que influyen en esta regularización, ya que se ha discutido por año y que en algún momento han dado paso a los procesos de regularización.

No olvidemos que todos pueden importar un vehículo americano, siempre y cuando se paguen todos los derechos establecidos, por lo que el problema se genera cuando se introducen al país de manera ilegal, lo cual representa un delito, donde lamentablemente no se aplica la ley.

Hay que recordar que por la pandemia que aún vivimos, afectó seriamente a la industria automotriz, donde las ventas y la producción decayó en un 20% en los primeros meses de este año, por lo que la regularización de los carros americanos atentaría gravemente a la recuperación de este sector, lo cual ha si lo ha manifestado en diversas ocasiones la Asociación Mexicana de Distribuidores de Automotores (AMDA), ya que las ventas pueden caer hasta en un 40 por ciento.

Esta situación también podría incrementar las tasas de desempleo y afectar el medio ambiente, porque muchos vehículos tienen altos kilometrajes o son desechados del vecino país del norte.

Por ellos, los empresarios están en contra de premiar la ilegalidad a través de la regularización de los carros americanos, a pesar de que la intención pueda ser ayudar a los que menos tienen, porque sería apoyar el “contrabando”.

Pero en este caso, usted amable lector, siempre tendrá la última palabra sobre este nuevo esquema de regularización.