/ lunes 8 de noviembre de 2021

Acontecer político

En el caso que los ciudadanos soliciten la Revocación de Mandato del presidente de México, la cual debe ser respaldada por el tres por ciento de la lista nominal, el Instituto Nacional Electoral (INE) pedirá 3 mil 830.4 millones de pesos para organizar el proceso, cantidad de recursos nada despreciable, si se tomara en consideración para realizar acciones en beneficio de la gente más vulnerable y pobre.

Sin embargo, hay que reconocer que estará en manos de los ciudadanos, si se lleva a cabo este proceso o no, cuando se le haya perdido la confianza a las acciones que realice el ejecutivo federal.

A la fecha, la revocación de mandato ya ha generado controversias ante la determinación del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF), quien estableció que Andrés Manuel López Obrador está legalmente imposibilitado para opinar o informar acerca de la consulta de revocación de mandato, a lo que el presidente reviró que él tiene el derecho a hablar de este proceso.

¿Usted qué opina amable lector, es un desacato o no que se hace a la autoridad electoral?

Si bien, estos mecanismos fortalecen los derechos de todos los mexicanos para que sus decisiones puedan impactar en las acciones de gobierno, también es necesario considerar la cantidad de recursos que se prevén gastar para seguir fortaleciendo la democracia en el país o sólo se conviertan en acciones para favorecer a quien se encuentre en el poder.

En este sentido, la pregunta que queda en el aire seria ¿Vale la pena gastar esta cantidad de dinero en hacer la consulta de revocación de mandato?

De entrada la intención puede parecer positiva, pero también puede generar polaridad entre la sociedad al ser una medida que limita el periodo de los gobernantes para el cual fueron electos. Entonces ¿podemos considerarla como como una reforma electoral disfrazada?

Ojalá que estas nuevas formas de participación ciudadana, no generen inestabilidad social y política en el país, porque nos enfrentamos en un escenario adverso en varios aspectos, sin embargo, tiene que ir más allá, para que todos los niveles de gobierno, los partidos y agrupaciones políticas trabajen de cerca de la sociedad, ya que muchos de ellos se han alejado y dado a la espalda a la mayoría de los mexicanos.

De esta manera, el INE debe tomar las prevenciones necesarias para poder llevar a cabo este primer proceso que marcará un antes y un después en la historia del país, se lleve a cabo o no.

Sin embargo, no perdamos de vista que la democracia no se construye por parte de una sola institución, sino con el respaldo y participación de todos los sectores de la sociedad. La democracia la hacemos todos.

En el caso que los ciudadanos soliciten la Revocación de Mandato del presidente de México, la cual debe ser respaldada por el tres por ciento de la lista nominal, el Instituto Nacional Electoral (INE) pedirá 3 mil 830.4 millones de pesos para organizar el proceso, cantidad de recursos nada despreciable, si se tomara en consideración para realizar acciones en beneficio de la gente más vulnerable y pobre.

Sin embargo, hay que reconocer que estará en manos de los ciudadanos, si se lleva a cabo este proceso o no, cuando se le haya perdido la confianza a las acciones que realice el ejecutivo federal.

A la fecha, la revocación de mandato ya ha generado controversias ante la determinación del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF), quien estableció que Andrés Manuel López Obrador está legalmente imposibilitado para opinar o informar acerca de la consulta de revocación de mandato, a lo que el presidente reviró que él tiene el derecho a hablar de este proceso.

¿Usted qué opina amable lector, es un desacato o no que se hace a la autoridad electoral?

Si bien, estos mecanismos fortalecen los derechos de todos los mexicanos para que sus decisiones puedan impactar en las acciones de gobierno, también es necesario considerar la cantidad de recursos que se prevén gastar para seguir fortaleciendo la democracia en el país o sólo se conviertan en acciones para favorecer a quien se encuentre en el poder.

En este sentido, la pregunta que queda en el aire seria ¿Vale la pena gastar esta cantidad de dinero en hacer la consulta de revocación de mandato?

De entrada la intención puede parecer positiva, pero también puede generar polaridad entre la sociedad al ser una medida que limita el periodo de los gobernantes para el cual fueron electos. Entonces ¿podemos considerarla como como una reforma electoral disfrazada?

Ojalá que estas nuevas formas de participación ciudadana, no generen inestabilidad social y política en el país, porque nos enfrentamos en un escenario adverso en varios aspectos, sin embargo, tiene que ir más allá, para que todos los niveles de gobierno, los partidos y agrupaciones políticas trabajen de cerca de la sociedad, ya que muchos de ellos se han alejado y dado a la espalda a la mayoría de los mexicanos.

De esta manera, el INE debe tomar las prevenciones necesarias para poder llevar a cabo este primer proceso que marcará un antes y un después en la historia del país, se lleve a cabo o no.

Sin embargo, no perdamos de vista que la democracia no se construye por parte de una sola institución, sino con el respaldo y participación de todos los sectores de la sociedad. La democracia la hacemos todos.