/ martes 23 de noviembre de 2021

Acontecer Político

El suicidio es uno de los problemas de salud pública más alarmantes y complejos que afecta a todos los sectores de la sociedad y Durango lo vive cada día con más frecuencia, superando las cifras históricas que se tenían en el 2019.

A la fecha en la entidad se han registrado 155 suicidios por lo que es urgente que tanto las autoridades, como la sociedad en general pongan atención a este problema social. No podemos dejar de lado que nuestro estado ocupa el lugar número 14 con más suicidios en México por su tasa de 7.1 por cada 100 mil habitantes, según los datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI).

Recordemos que cada suicidio es una tragedia que se lleva prematuramente la vida de una persona, y que no únicamente tiene una víctima, sino que tiene una onda expansiva que afecta enormemente a las vidas de todos los integrantes de la familias, amigos y la misma sociedad en su conjunto, por lo que se tiene que poner más atención en ello para prevenirlos.

Lamentablemente se ha convertido en la segunda causa de muerte entre jóvenes de los 15 y los 29 años de edad en Durango, aunque también ha afectado a niños de 10 años y que en la actualidad son parte de las estadísticas; sin embargo, puede presentarse en todos los sectores de la sociedad.

Hay que reconocer que el encierro, el estrés y la crisis económica que provocó la pandemia por el Covid-19, ha dado paso al incremento en el número de casos del suicidio, no sólo en el estado, sino en todo el país; aspecto por lo que la salud mental se debe convertir en una prioridad tanto del gobierno, como de nosotros los ciudadanos.

Además, se ha demostrado que vivir conflictos, actos violentos, abusos, depresión, la pérdida de seres queridos y sensación de aislamiento puede generar conductas suicidas, que previamente han pasado por varios intentos.

A pesar de ello, en la actualidad, los trastornos mentales y el suicidio sigue siendo un tema tabú para muchos, pero debemos cambiar esa perspectiva o visión sobre este tema, para poder ayudar a las personas que en algún momento de su vida han intentado quitarse la vida.

Sin embargo, al menos en el Congreso del Estado se ha abanderado y se ha puesto atención en ello, principalmente por las diputadas Gaby Hernández López y Alicia Gamboa Martínez, quienes en un trabajo conjunto presentaron la primera Ley de Salud Mental para el Estado, la cual permitirá prevenir y atender de manera integral las enfermedades del siglo XXI y que tendrá impacto en la vida de las y los duranguenses.

Ya que siempre será posible prevenir el suicidio si se toman las medidas y acciones pertinentes en todos los sectores de la sociedad, incluyendo el educativo, para detectar a tiempo este problema de salud mental que está dañando a toda la sociedad.

Recordemos que las cifras del suicidio reflejan solamente una porción del problema al existir una cantidad considerablemente más alta de personas que terminan en el hospital por comportamientos suicidas no mortales y otra cantidad que sólo recibe tratamiento ambulatorio en una sala de emergencia.

El suicidio es uno de los problemas de salud pública más alarmantes y complejos que afecta a todos los sectores de la sociedad y Durango lo vive cada día con más frecuencia, superando las cifras históricas que se tenían en el 2019.

A la fecha en la entidad se han registrado 155 suicidios por lo que es urgente que tanto las autoridades, como la sociedad en general pongan atención a este problema social. No podemos dejar de lado que nuestro estado ocupa el lugar número 14 con más suicidios en México por su tasa de 7.1 por cada 100 mil habitantes, según los datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI).

Recordemos que cada suicidio es una tragedia que se lleva prematuramente la vida de una persona, y que no únicamente tiene una víctima, sino que tiene una onda expansiva que afecta enormemente a las vidas de todos los integrantes de la familias, amigos y la misma sociedad en su conjunto, por lo que se tiene que poner más atención en ello para prevenirlos.

Lamentablemente se ha convertido en la segunda causa de muerte entre jóvenes de los 15 y los 29 años de edad en Durango, aunque también ha afectado a niños de 10 años y que en la actualidad son parte de las estadísticas; sin embargo, puede presentarse en todos los sectores de la sociedad.

Hay que reconocer que el encierro, el estrés y la crisis económica que provocó la pandemia por el Covid-19, ha dado paso al incremento en el número de casos del suicidio, no sólo en el estado, sino en todo el país; aspecto por lo que la salud mental se debe convertir en una prioridad tanto del gobierno, como de nosotros los ciudadanos.

Además, se ha demostrado que vivir conflictos, actos violentos, abusos, depresión, la pérdida de seres queridos y sensación de aislamiento puede generar conductas suicidas, que previamente han pasado por varios intentos.

A pesar de ello, en la actualidad, los trastornos mentales y el suicidio sigue siendo un tema tabú para muchos, pero debemos cambiar esa perspectiva o visión sobre este tema, para poder ayudar a las personas que en algún momento de su vida han intentado quitarse la vida.

Sin embargo, al menos en el Congreso del Estado se ha abanderado y se ha puesto atención en ello, principalmente por las diputadas Gaby Hernández López y Alicia Gamboa Martínez, quienes en un trabajo conjunto presentaron la primera Ley de Salud Mental para el Estado, la cual permitirá prevenir y atender de manera integral las enfermedades del siglo XXI y que tendrá impacto en la vida de las y los duranguenses.

Ya que siempre será posible prevenir el suicidio si se toman las medidas y acciones pertinentes en todos los sectores de la sociedad, incluyendo el educativo, para detectar a tiempo este problema de salud mental que está dañando a toda la sociedad.

Recordemos que las cifras del suicidio reflejan solamente una porción del problema al existir una cantidad considerablemente más alta de personas que terminan en el hospital por comportamientos suicidas no mortales y otra cantidad que sólo recibe tratamiento ambulatorio en una sala de emergencia.