/ viernes 10 de mayo de 2019

Al mal tiempo buena cara

La vida hay que tomarla con amor y con humor. Con amor para comprenderla y con humor para soportarla”.- Anónimo

Así como en ocasiones platico en mis aburridos artículos del trato que recibimos de determinadas personas, cuya comunicación es completamente desagradable, de quienes notamos, que hasta se empeñan en tratar mal, en no acceder, en no auxiliar, en ser unos perfectos inservibles, así también encontramos a personas que se esmeran lo mayormente posible en tratar de permitir y llevar a cabo el servicio que se les está solicitando.

Quizá pudiéramos calificar a los primeros como infelices y a los segundos como felices.

Posiblemente, algunas personas padezcan de problemas que los irritan y provocan que el mal humor sea quien se manifieste en lugar de ellos, pero es muy importante creer lo que nos inculcan los que saben de esto, para no padecer los problemas y desarrollarlos más con nuestras lamentaciones.

Cuando decimos: -“Me hicieron enojar”. Sabemos que no es cierto eso, puesto que nadie embulle en nuestro ser el enojo, sino que, los que nos enojamos somos nosotros, porque así lo queremos, porque nos queremos enojar. Además, el único que se hace mal cuando se enoja, es quien se enoja y, los alcances de ese enojo pueden ser de difícil reparación en forma posterior.

La doctora Helen Stokers-Lampard, del Colegio Real de Médicos Generales del Reino Unidos, indica que el no saber manejar su ira puede provocar un sinnúmero de malestares en la persona, pero aunado a ello, afecciones como: Tiroides hiperactiva; diabetes; depresión; alzheimer; inflamación del hígado; epilepsia; lo que los profesionales conocen como ACV, que es: “Perder el control después de un accidente cerebrovascular (ACV) que es relativamente común, sobre todo si la zona del cerebro afectada es la parte inferior del lóbulo frontal, responsable de la empatía y el control de nuestras emociones”.

El llamado Trastorno de Wilson, que provoca que el cobre se acumule en el hígado o el cerebro. Stokes-Lampard señala que, mientras que las personas sanas expulsan el cobre que no necesitan, quienes tienen la enfermedad de Wilson no pueden hacerlo, atacando entonces, el tejido cerebral y afectando también la personalidad del individuo.

Adverso al mal humor está el buen humor, que, como contrario al mal humor en lugar de provocar problemas y enfermedades en la persona, siempre acarrea cosas positivas. Antonio Cayo Moya, humorista español, señalaba: “El sentido del humor hace descubrir muchas cosas en el mundo que sin él no se descubrirían. La risa no solo es una cuestión divertida sino un modo de conocer la realidad”.

Y buscando en la red de internet, algo para alimentar el presente artículo, sobre los beneficios del buen humor, también encontré lo siguiente, que es de autor anónimo: “Una sonrisa no cuesta nada, pero da mucho. Enriquece a quien la recibe, sin hacer más pobre a quien la da. Sólo necesita un instante, pero algunas veces su recuerdo perdura para siempre. Nadie es lo suficientemente rico ni poderoso para poder vivir sin ella y nadie es tan pobre que no pueda enriquecerse con ella.

Crea felicidad en casa, genera buena voluntad en los negocios, y es la contraseña de la amistad. Es un descanso para el preocupado, anima al desesperado, alegra al triste y es el mejor antídoto para todo tipo de problemas. No puede ser comprada, perdida ni robada, pues hasta el preciso momento en que se da, carece de valor. Algunas personas están demasiado cansadas para dar una sonrisa. Por favor, dadles una de las vuestras, pues nadie está más necesitado de ellas que aquel que no tiene para dar".

Está comprobado que el buen humor y una sonrisa generosa, funciona mejor que cualquier medicamento para curar las enfermedades. Los especialistas han demostrado que la risa promueve la sanación y el bienestar de las personas.

También, tener una actitud positiva ante alguna enfermedad, incrementa las posibilidades de curación, en comparación con quienes tienen pensamientos negativos y poco sentido del humor.

Especialistas en este tema han demostrado que: La risa estimula la liberación de endorfinas, mejora el estado de ánimo y eleva los químicos del cerebro que producen bienestar como si realizáramos una gran cantidad de ejercicio. Tener buen humor reduce la presión arterial y los niveles de cortisol, por ende, las personas alegres se estresan menos. Reduce el dolor y también ayuda a estabilizar el azúcar en sangre.

El buen humor ayuda a estimular el sistema inmunológico. Aumenta la actividad de las células protectoras, lo que ayuda al cuerpo a combatir virus y tumores. Los pensamientos positivos estimulan los cambios químicos en el cerebro que ayudan a proteger el cuerpo contra los efectos negativos del estrés. Una gran carcajada ayuda a eliminar las calorías que no sirven en nuestro cuerpo. De acuerdo con un estudio reciente, si reímos por más de 10 o 15 minutos al día podemos quemar hasta 40 calorías.

Por nuestro bien y para contagiar a nuestros vecinos, evitemos el enojo y mantengamos el buen humor. Y como dice el dicho: “Al mal tiempo, buena cara”.

La vida hay que tomarla con amor y con humor. Con amor para comprenderla y con humor para soportarla”.- Anónimo

Así como en ocasiones platico en mis aburridos artículos del trato que recibimos de determinadas personas, cuya comunicación es completamente desagradable, de quienes notamos, que hasta se empeñan en tratar mal, en no acceder, en no auxiliar, en ser unos perfectos inservibles, así también encontramos a personas que se esmeran lo mayormente posible en tratar de permitir y llevar a cabo el servicio que se les está solicitando.

Quizá pudiéramos calificar a los primeros como infelices y a los segundos como felices.

Posiblemente, algunas personas padezcan de problemas que los irritan y provocan que el mal humor sea quien se manifieste en lugar de ellos, pero es muy importante creer lo que nos inculcan los que saben de esto, para no padecer los problemas y desarrollarlos más con nuestras lamentaciones.

Cuando decimos: -“Me hicieron enojar”. Sabemos que no es cierto eso, puesto que nadie embulle en nuestro ser el enojo, sino que, los que nos enojamos somos nosotros, porque así lo queremos, porque nos queremos enojar. Además, el único que se hace mal cuando se enoja, es quien se enoja y, los alcances de ese enojo pueden ser de difícil reparación en forma posterior.

La doctora Helen Stokers-Lampard, del Colegio Real de Médicos Generales del Reino Unidos, indica que el no saber manejar su ira puede provocar un sinnúmero de malestares en la persona, pero aunado a ello, afecciones como: Tiroides hiperactiva; diabetes; depresión; alzheimer; inflamación del hígado; epilepsia; lo que los profesionales conocen como ACV, que es: “Perder el control después de un accidente cerebrovascular (ACV) que es relativamente común, sobre todo si la zona del cerebro afectada es la parte inferior del lóbulo frontal, responsable de la empatía y el control de nuestras emociones”.

El llamado Trastorno de Wilson, que provoca que el cobre se acumule en el hígado o el cerebro. Stokes-Lampard señala que, mientras que las personas sanas expulsan el cobre que no necesitan, quienes tienen la enfermedad de Wilson no pueden hacerlo, atacando entonces, el tejido cerebral y afectando también la personalidad del individuo.

Adverso al mal humor está el buen humor, que, como contrario al mal humor en lugar de provocar problemas y enfermedades en la persona, siempre acarrea cosas positivas. Antonio Cayo Moya, humorista español, señalaba: “El sentido del humor hace descubrir muchas cosas en el mundo que sin él no se descubrirían. La risa no solo es una cuestión divertida sino un modo de conocer la realidad”.

Y buscando en la red de internet, algo para alimentar el presente artículo, sobre los beneficios del buen humor, también encontré lo siguiente, que es de autor anónimo: “Una sonrisa no cuesta nada, pero da mucho. Enriquece a quien la recibe, sin hacer más pobre a quien la da. Sólo necesita un instante, pero algunas veces su recuerdo perdura para siempre. Nadie es lo suficientemente rico ni poderoso para poder vivir sin ella y nadie es tan pobre que no pueda enriquecerse con ella.

Crea felicidad en casa, genera buena voluntad en los negocios, y es la contraseña de la amistad. Es un descanso para el preocupado, anima al desesperado, alegra al triste y es el mejor antídoto para todo tipo de problemas. No puede ser comprada, perdida ni robada, pues hasta el preciso momento en que se da, carece de valor. Algunas personas están demasiado cansadas para dar una sonrisa. Por favor, dadles una de las vuestras, pues nadie está más necesitado de ellas que aquel que no tiene para dar".

Está comprobado que el buen humor y una sonrisa generosa, funciona mejor que cualquier medicamento para curar las enfermedades. Los especialistas han demostrado que la risa promueve la sanación y el bienestar de las personas.

También, tener una actitud positiva ante alguna enfermedad, incrementa las posibilidades de curación, en comparación con quienes tienen pensamientos negativos y poco sentido del humor.

Especialistas en este tema han demostrado que: La risa estimula la liberación de endorfinas, mejora el estado de ánimo y eleva los químicos del cerebro que producen bienestar como si realizáramos una gran cantidad de ejercicio. Tener buen humor reduce la presión arterial y los niveles de cortisol, por ende, las personas alegres se estresan menos. Reduce el dolor y también ayuda a estabilizar el azúcar en sangre.

El buen humor ayuda a estimular el sistema inmunológico. Aumenta la actividad de las células protectoras, lo que ayuda al cuerpo a combatir virus y tumores. Los pensamientos positivos estimulan los cambios químicos en el cerebro que ayudan a proteger el cuerpo contra los efectos negativos del estrés. Una gran carcajada ayuda a eliminar las calorías que no sirven en nuestro cuerpo. De acuerdo con un estudio reciente, si reímos por más de 10 o 15 minutos al día podemos quemar hasta 40 calorías.

Por nuestro bien y para contagiar a nuestros vecinos, evitemos el enojo y mantengamos el buen humor. Y como dice el dicho: “Al mal tiempo, buena cara”.