/ domingo 3 de noviembre de 2019

Algunas precisiones sobre el movimiento de la Sección 44

No había la intención de darle importancia a un asunto que en realidad no me movía. Pero viendo y leyendo el llamado desafortunado de aquellos actores que subieron a Facebook el documento, donde la dirigencia convoca a dicha movilización, y donde incluyen la pésima recomendación de no hacer comentarios negativos.

Al respecto, pareciera que ese fue el resorte que me inspirara a hacer lo que no tenía pensado, ya que al reflexionar sobre dicha recomendación, es para tomar en cuenta que sólo lo débiles mentales no pudieran reaccionar al ver su inteligencia latigada.

De ahí que me haya dado a la tarea de acudir al corto historial de los acontecimientos, no con el afán de denostar la actitud de los actores, sino para hacer algunas precisiones sobre las acciones que inicia el comité desde el día 30 de octubre, donde emite un comunicado a toda la estructura representativa, solicitando su presencia para el día primero de noviembre con el objetivo de tomar las oficinas de la SEED, si no reciben en tiempo y forma el pago del concepto de rezonificación.

Cabe señalar que dicha prestación oficialmente se ha cubierto siempre al final del mes de octubre, lo que al no cumplirse en los términos que exige la Sección 44, sin duda que se tomarían otras medidas. Postura que anunció el líder ante los medios, dado el nulo resultado que obtuvo en la toma simbólica que llevó a cabo.

Para abundar sobre dicho tema, cabe mencionar que exactamente el mismo día, el secretario de Educación publicó un comunicado en los medios, donde hace saber a los trabajadores de la educación que perciben dicha prestación, que ésta se cubrirá el día 14 de noviembre, lo que da por hecho que dicho adeudo se cubrirá en un plazo de 10 días. Cosa que no es para catalogarla como una fatalidad, como la que realmente ha sido con el pago de los quinquenios que llevamos décadas esperando y eso a los dirigentes no les ha causado ningún escozor.

De ahí que me extrañe ¿por qué tanto ruido por una pequeñez, donde además la autoridad ya explicó y dio plazo para cumplir con dicho beneficio? Será que los señores dirigentes se encuentran en el limbo y no hayan como incendiar su pólvora en infiernitos y así tratar de prender el ánimo de las bases, en una guerra simulada, que pudiera prestarse a pensar que es una mera faramalla de común acuerdo contra el enemigo que van.

Por eso, es muy obvio observar la tibieza y el cuidado con que se manifiesta el responsable de dicha toma, ya que a todas luces no tiene otro fin que taparle el ojo al macho, distrayendo a los docentes al hacerles creer que está luchando por el rescate de sus derechos, donde le apuesta todo al simple concepto de la rezonificación y nomás tantito al grueso y complicado problema de los quinquenios.

Porque no se explica que, habiendo un problema tan fuerte como el de los quinquenios, sea tomado como una pincelada de relleno y colgado a un asunto minúsculo, donde no se justifica el desgaste de toda la caballada. De ahí que nos queda muy claro que dicho protagonismo no sea más que un arranque desbocado para despistar el atorón de ese problema tan agudo y que dicho sea de paso, es una batalla donde los dirigentes bajaron las armas y el costo de la guerra lo pagamos los maestros.

Son demasiados los intereses que se están moviendo, por eso acuden a una burda parafernalia, que se justifica en la medida de la inconformidad de los afectados, que fueron agredidos en su patrimonio, por los mismos que ahora los encabezan a recoger los despojos de aquella guerra que bajo la estrategia judaica se dejaron ganar.

Por eso, me sorprende que ahora en su llamado hagan hincapié de que “juntos habremos de conseguir logros históricos”. La ley de 1965 fue un logro histórico, como fue histórico el atropello de que la hicieron víctima los gobiernos reaccionarios, bajo el consenso y visto bueno de los que ahora nos incitan a pepenar la basura de aquel filón de oro, que ellos mismos arrojaron al basurero.

El truco se detecta de inmediato, en el juego de palabras que utilizan cuando exigen “de forma inmediata el pago del RZ y se haga realidad el pago de los quinquenios” esto implica que lo urgente es el primer concepto y el segundo queda un tanto a la deriva, porque plantear su realidad, no significa que vaya con la misma fuerza en el tenor de la negociación. Pero con el ánimo de motivar la conciencia de los afectados, son capaces de urdir la patraña más ruidosa al tamaño del silencio que guardaron, cuando permitieron la entrega del derecho que ahora dicen defender.

Esa movilización debieron haberla hecho, cuando Herrera Caldera derogó la ley que contemplaba la vigencia de los quinquenios, cuyo atropello generó la pérdida archimillonaria que al magisterio correspondía y que gracias a la complicidad de los que ahora, algunos todavía son dirigentes eternos, permitieron que se perdiera y ahora en una maniobra meramente electorera a corto plazo, cínicamente se desgarran las vestiduras en pos de rescatar migajas de aquel derecho que mansa y vergonzosamente vendieron.

Me llama poderosamente la atención, la convocatoria desafortunada que hacen a los docentes para que suspendan clases y así presionar al gobierno. Situación que suena muy contradictoria con la posición que tomaron a favor de la mal llamada reforma educativa, que pese al rechazo total del magisterio, ellos la ponderaron, aduciendo que el derecho de los niños estaba por encima de cualquier interés personal o de grupo, y para ellos la mejor trinchera para la defensa de sus derechos, eran las aulas y que ninguna tentación irresponsable los seduciría a no cumplir con su responsabilidad.

Ahora destacan la importancia que tienen los maestros, pero jamás lo vieron así, cuando el famoso “Pacto por México”, degradó su dignidad profesional; cuando el famoso “Pacto por México” implementó la evaluación punitiva, que avasallaba el estado de ánimo de la mayoría de los maestros, menos el de los dirigentes sindicales, quienes desde sus áreas de confort se burlaban de su inconformidad y que en aras de su desesperación salían a las calles a desahogarla con aventureros y vividores de la misma calaña.

Interesante hubiera sido un llamado así, cuando el magisterio fue ninguneado y su profesión degradada, pero jamás dieron visos de que se apiadaran de la desesperación que ese negro capítulo les generó. Y no podría haber sido de otro modo, ya que ellos estaban ilesos de todo el daño que en carne propia vivían sus compañeros, sobre quienes todavía pesaba el costo de su silencio e indiferencia.

Ante estos hechos tan penosos se finca la prolongación y manipulación charril, que en lugar de defender realmente a los docentes y llenar sus expectativas, con estas fintas de batalla, sólo se busca corromper y serenar conciencias de momento.

Así, con dichas simulaciones prometen reivindicar a los trabajadores de una historia autoritaria reciente y aspiran a enarbolar una bandera ficticia de lucha.

No había la intención de darle importancia a un asunto que en realidad no me movía. Pero viendo y leyendo el llamado desafortunado de aquellos actores que subieron a Facebook el documento, donde la dirigencia convoca a dicha movilización, y donde incluyen la pésima recomendación de no hacer comentarios negativos.

Al respecto, pareciera que ese fue el resorte que me inspirara a hacer lo que no tenía pensado, ya que al reflexionar sobre dicha recomendación, es para tomar en cuenta que sólo lo débiles mentales no pudieran reaccionar al ver su inteligencia latigada.

De ahí que me haya dado a la tarea de acudir al corto historial de los acontecimientos, no con el afán de denostar la actitud de los actores, sino para hacer algunas precisiones sobre las acciones que inicia el comité desde el día 30 de octubre, donde emite un comunicado a toda la estructura representativa, solicitando su presencia para el día primero de noviembre con el objetivo de tomar las oficinas de la SEED, si no reciben en tiempo y forma el pago del concepto de rezonificación.

Cabe señalar que dicha prestación oficialmente se ha cubierto siempre al final del mes de octubre, lo que al no cumplirse en los términos que exige la Sección 44, sin duda que se tomarían otras medidas. Postura que anunció el líder ante los medios, dado el nulo resultado que obtuvo en la toma simbólica que llevó a cabo.

Para abundar sobre dicho tema, cabe mencionar que exactamente el mismo día, el secretario de Educación publicó un comunicado en los medios, donde hace saber a los trabajadores de la educación que perciben dicha prestación, que ésta se cubrirá el día 14 de noviembre, lo que da por hecho que dicho adeudo se cubrirá en un plazo de 10 días. Cosa que no es para catalogarla como una fatalidad, como la que realmente ha sido con el pago de los quinquenios que llevamos décadas esperando y eso a los dirigentes no les ha causado ningún escozor.

De ahí que me extrañe ¿por qué tanto ruido por una pequeñez, donde además la autoridad ya explicó y dio plazo para cumplir con dicho beneficio? Será que los señores dirigentes se encuentran en el limbo y no hayan como incendiar su pólvora en infiernitos y así tratar de prender el ánimo de las bases, en una guerra simulada, que pudiera prestarse a pensar que es una mera faramalla de común acuerdo contra el enemigo que van.

Por eso, es muy obvio observar la tibieza y el cuidado con que se manifiesta el responsable de dicha toma, ya que a todas luces no tiene otro fin que taparle el ojo al macho, distrayendo a los docentes al hacerles creer que está luchando por el rescate de sus derechos, donde le apuesta todo al simple concepto de la rezonificación y nomás tantito al grueso y complicado problema de los quinquenios.

Porque no se explica que, habiendo un problema tan fuerte como el de los quinquenios, sea tomado como una pincelada de relleno y colgado a un asunto minúsculo, donde no se justifica el desgaste de toda la caballada. De ahí que nos queda muy claro que dicho protagonismo no sea más que un arranque desbocado para despistar el atorón de ese problema tan agudo y que dicho sea de paso, es una batalla donde los dirigentes bajaron las armas y el costo de la guerra lo pagamos los maestros.

Son demasiados los intereses que se están moviendo, por eso acuden a una burda parafernalia, que se justifica en la medida de la inconformidad de los afectados, que fueron agredidos en su patrimonio, por los mismos que ahora los encabezan a recoger los despojos de aquella guerra que bajo la estrategia judaica se dejaron ganar.

Por eso, me sorprende que ahora en su llamado hagan hincapié de que “juntos habremos de conseguir logros históricos”. La ley de 1965 fue un logro histórico, como fue histórico el atropello de que la hicieron víctima los gobiernos reaccionarios, bajo el consenso y visto bueno de los que ahora nos incitan a pepenar la basura de aquel filón de oro, que ellos mismos arrojaron al basurero.

El truco se detecta de inmediato, en el juego de palabras que utilizan cuando exigen “de forma inmediata el pago del RZ y se haga realidad el pago de los quinquenios” esto implica que lo urgente es el primer concepto y el segundo queda un tanto a la deriva, porque plantear su realidad, no significa que vaya con la misma fuerza en el tenor de la negociación. Pero con el ánimo de motivar la conciencia de los afectados, son capaces de urdir la patraña más ruidosa al tamaño del silencio que guardaron, cuando permitieron la entrega del derecho que ahora dicen defender.

Esa movilización debieron haberla hecho, cuando Herrera Caldera derogó la ley que contemplaba la vigencia de los quinquenios, cuyo atropello generó la pérdida archimillonaria que al magisterio correspondía y que gracias a la complicidad de los que ahora, algunos todavía son dirigentes eternos, permitieron que se perdiera y ahora en una maniobra meramente electorera a corto plazo, cínicamente se desgarran las vestiduras en pos de rescatar migajas de aquel derecho que mansa y vergonzosamente vendieron.

Me llama poderosamente la atención, la convocatoria desafortunada que hacen a los docentes para que suspendan clases y así presionar al gobierno. Situación que suena muy contradictoria con la posición que tomaron a favor de la mal llamada reforma educativa, que pese al rechazo total del magisterio, ellos la ponderaron, aduciendo que el derecho de los niños estaba por encima de cualquier interés personal o de grupo, y para ellos la mejor trinchera para la defensa de sus derechos, eran las aulas y que ninguna tentación irresponsable los seduciría a no cumplir con su responsabilidad.

Ahora destacan la importancia que tienen los maestros, pero jamás lo vieron así, cuando el famoso “Pacto por México”, degradó su dignidad profesional; cuando el famoso “Pacto por México” implementó la evaluación punitiva, que avasallaba el estado de ánimo de la mayoría de los maestros, menos el de los dirigentes sindicales, quienes desde sus áreas de confort se burlaban de su inconformidad y que en aras de su desesperación salían a las calles a desahogarla con aventureros y vividores de la misma calaña.

Interesante hubiera sido un llamado así, cuando el magisterio fue ninguneado y su profesión degradada, pero jamás dieron visos de que se apiadaran de la desesperación que ese negro capítulo les generó. Y no podría haber sido de otro modo, ya que ellos estaban ilesos de todo el daño que en carne propia vivían sus compañeros, sobre quienes todavía pesaba el costo de su silencio e indiferencia.

Ante estos hechos tan penosos se finca la prolongación y manipulación charril, que en lugar de defender realmente a los docentes y llenar sus expectativas, con estas fintas de batalla, sólo se busca corromper y serenar conciencias de momento.

Así, con dichas simulaciones prometen reivindicar a los trabajadores de una historia autoritaria reciente y aspiran a enarbolar una bandera ficticia de lucha.