/ sábado 27 de marzo de 2021

¿Altruista o generoso?

Bill Gates y Warren Buffet, dos de los multimillonarios más importantes del mundo ya descubrieron que la verdadera riqueza no consiste en “acumular” sino en “compartir”.

Y pasan los últimos años de su vida administrando las donaciones de sus fundaciones. También se encuentra en esa lista un “millenials” llamado Mark Zukerber, fundador de Facebook, quien ya donó gran parte de su fortuna a la caridad. A esto se le denomina comúnmente practicar el “altruismo”.

Se le atribuye al filósofo francés Auguste Comte (1798-1857) haber desarrollado el concepto del “altruismo” como una filosofía de vida, como algo opuesto al estilo de vida egoísta. Sin embargo, el positivismo de Comte parte del presupuesto filantrópico de que es legítimo apelar a la bondad humana, cosa que, desde mi punto de vista, termina siendo una utopía en un mundo tan cruel o, en el mejor de los casos, la teoría detrás de ciertos casos aislados.

Hoy te propongo una categoría más alta: Me refiero a que consideres la “generosidad” como estilo de vida. Mientras que el altruismo termina siendo una versión del mejor humanismo, la generosidad es una expresión del carácter de Dios. Quien es generoso en su naturaleza, como lo podemos ver en toda su creación y en Su Providencia con la misma, pero sobre todo, en su Redención, en el acto más elocuente de generosidad que jamás haya existido: hacerse como uno de nosotros para salvarnos.

Dios no tiene problema con que tengamos dinero o que seamos ricos, nos advierte más bien de los problemas de “amar el dinero” (avaricia) y la única forma de guardarnos de la avaricia es COMPARTIR lo que tenemos. Así lo expresa el Salmo 112.3-5 en la NTV: “Ellos mismos serán ricos, y sus buenas acciones durarán para siempre. La luz brilla en la oscuridad para los justos; son generosos, compasivos y rectos. Les va bien a los que prestan dinero con generosidad y manejan sus negocios equitativamente.”

La generación de “justos” han descubierto que el concepto de RIQUEZA consiste más en COMPARTIR que en TENER. Su riqueza no está basada en la AVARICIA sino en la GENEROSIDAD. ¿Cómo podemos ser parte de esa generación de justos? Sencillamente aceptando el acto de generosidad más grande que jamás haya existido: el sacrificio de Cristo en la cruz, el mismo que celebramos en esta Pascua. ¿Altruismo o generosidad? Tú decides.

Bill Gates y Warren Buffet, dos de los multimillonarios más importantes del mundo ya descubrieron que la verdadera riqueza no consiste en “acumular” sino en “compartir”.

Y pasan los últimos años de su vida administrando las donaciones de sus fundaciones. También se encuentra en esa lista un “millenials” llamado Mark Zukerber, fundador de Facebook, quien ya donó gran parte de su fortuna a la caridad. A esto se le denomina comúnmente practicar el “altruismo”.

Se le atribuye al filósofo francés Auguste Comte (1798-1857) haber desarrollado el concepto del “altruismo” como una filosofía de vida, como algo opuesto al estilo de vida egoísta. Sin embargo, el positivismo de Comte parte del presupuesto filantrópico de que es legítimo apelar a la bondad humana, cosa que, desde mi punto de vista, termina siendo una utopía en un mundo tan cruel o, en el mejor de los casos, la teoría detrás de ciertos casos aislados.

Hoy te propongo una categoría más alta: Me refiero a que consideres la “generosidad” como estilo de vida. Mientras que el altruismo termina siendo una versión del mejor humanismo, la generosidad es una expresión del carácter de Dios. Quien es generoso en su naturaleza, como lo podemos ver en toda su creación y en Su Providencia con la misma, pero sobre todo, en su Redención, en el acto más elocuente de generosidad que jamás haya existido: hacerse como uno de nosotros para salvarnos.

Dios no tiene problema con que tengamos dinero o que seamos ricos, nos advierte más bien de los problemas de “amar el dinero” (avaricia) y la única forma de guardarnos de la avaricia es COMPARTIR lo que tenemos. Así lo expresa el Salmo 112.3-5 en la NTV: “Ellos mismos serán ricos, y sus buenas acciones durarán para siempre. La luz brilla en la oscuridad para los justos; son generosos, compasivos y rectos. Les va bien a los que prestan dinero con generosidad y manejan sus negocios equitativamente.”

La generación de “justos” han descubierto que el concepto de RIQUEZA consiste más en COMPARTIR que en TENER. Su riqueza no está basada en la AVARICIA sino en la GENEROSIDAD. ¿Cómo podemos ser parte de esa generación de justos? Sencillamente aceptando el acto de generosidad más grande que jamás haya existido: el sacrificio de Cristo en la cruz, el mismo que celebramos en esta Pascua. ¿Altruismo o generosidad? Tú decides.

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