/ domingo 9 de diciembre de 2018

Amaya, Otniel y Vela se disputan candidatura de Morena para Alcalde

Sandra Amaya ya se ganó el derecho a ser considerada como opción para encabezar a Morena en la elección del 2019, no solamente por haber triunfado con el voto directo de los duranguenses en el distrito dos de Mayoría Relativa, sino por el trabajo parlamentario que ha desarrollado bajo su coordinación.

Enfilados hacia las elecciones constitucionales para renovar en el 2019 los 39 ayuntamientos de Durango, surgen aspirantes y afloran las disputas por las candidaturas al interior de los partidos políticos, sobre todo en los que se vislumbran más posibilidades de alcanzar la mayoría del voto ciudadano, como es el caso de Morena, PT y el PAN, y más rezagados el PRI, MC y PD.

Ese “estira y afloja” hasta cierto punto natural, que permea en los organismos políticos, da la oportunidad a los militantes de valorar las características de quienes suben a la palestra, ya sea de manera espontánea o inducida, de tal manera que puedan estar en condiciones para discernir y tomar la decisión que mejor les acomode.

Al sector de la sociedad civil le permite ponderar los pros y contras de los protagonistas que buscan abanderar a sus respectivos partidos, en la búsqueda del voto que los lleve a ocupar algunos de los espacios edilicios que estarán en la justa del próximo año. Y habrá que esperar si aparecen los precandidatos ciudadanos.

En tal contexto, el Congreso del Estado se ha convertido en el ring de la lucha por la candidatura de Morena a presidente municipal de Durango capital, ya que ahí convergen tres personajes a los que se les considera con posibilidades de representar al partido que llevó a la Presidencia de la República a Andrés Manuel López Obrador.

Una grata sorpresa para propios y extraños, ha resultado la coordinadora de la Junta de Acción Política, Sandra Amaya, quien ya se ganó el derecho a ser considerada como opción para encabezar a Morena en la elección del 2019, no solamente por haber triunfado con el voto directo de los duranguenses en el distrito dos de Mayoría Relativa, sino por el trabajo parlamentario que ha desarrollado bajo su coordinación. Según los politólogos que analizan los escenarios electorales rumbo al 2019, “ha sabido hilar fino a través de los recovecos que implica el proceso legislativo”.

Dicen que lo más sencillo para Sandra hubiera sido aplicar el mayoriteo de su fracción, y no lo hizo. Privilegió el diálogo y el consenso para alcanzar acuerdos de todos los partidos en temas polémicos, como por ejemplo la elección del Fiscal Anticorrupción.

Concilió para desactivar el plantón magisterial que se realizó en el edificio legislativo. Sin aspavientos ha sacado adelante las Cuentas Públicas Municipales. Ha demostrado conocer el manejo de la mano izquierda.

No pierde de vista que en Durango son oposición, y salió para criticar los cambios de los gobiernos locales, y actuó como tal en el caso de los vehículos “chocolatos”, al propiciar que los propietarios de los automotores de procedencia extranjera, en el registro con fines de seguridad, contrataran el seguro con la empresa que cada quien eligiera. Y ya empezó a recibir “fuego amigo” a través de las redes sociales.

Al interior de Morena se dice que el diputado Otniel García Navarro, ya trae en la bolsa la candidatura a presidente municipal al tener la venia de AMLO con experiencia en el ámbito legislativo, y con un capital político construido en varias candidaturas, sustenta la aspiración en acuerdos cupulares que logró desde que se dieron las definiciones de la pasada elección.

Y a decir de los morenistas, otro de los candidateables es Héctor Vela Valenzuela, secretario general del Congreso del Estado, y aunque no ha dicho “esta boca es mía”, mantiene un perfil político discreto en el cargo que ocupa, aunque sus cercanos dicen que trabaja para estar preparado a lo que venga, de lo cual ya trae amplia experiencia.

Hay otros morenistas que han manifestado su deseo de contender por la candidatura, pero según los militantes, de los tres antes mencionados saldrá quien compita por la Alcaldía, con los “colores” de la Cuarta Transformación.

En el PT hasta ahora es un misterio lo que sucederá, ya que el senador Alejandro González, se ha mantenido ocupado en tareas legislativas. Pudiera postular alguien de la sociedad civil, o ir en coalición.

En el PAN hay confusión e incertidumbre, por la polarización que ha generado entre los panistas el factor José Ramón Enríquez Herrera. Primero por la pelea que trae con los panistas tradicionales, quienes en voz de Rodolfo Elizondo Torres han advertido que vetarán la aspiración reeleccionista del oftalmólogo al amparo de las siglas del blanquiazul.

Y segundo por el problema jurídico, traducido a político, que enfrenta el presidente municipal, con un fallo del Tribunal Electoral que envió al Congreso del Estado para que lo ejecute. El escenario es de confrontación, lo que enrarece el panorama panista para definir la candidatura entre los posibles: Jorge Salum, Alfredo Herrera y Antonio Ochoa. Sin descartar a José Ramón Enríquez que tiene el apoyo de algunas corrientes del PAN.

Y en el PRI se dice que la candidata será una mujer: Yolanda de la Torre, aunque hay quienes empujan también a Alicia Gamboa, quien ha manifestado que no le interesa competir.

Tal es el panorama político electoral, en la antesala de que lleguen las definiciones rumbo a la renovación del Ayuntamiento de Durango. Los duranguenses tienen la palabra.

Sandra Amaya ya se ganó el derecho a ser considerada como opción para encabezar a Morena en la elección del 2019, no solamente por haber triunfado con el voto directo de los duranguenses en el distrito dos de Mayoría Relativa, sino por el trabajo parlamentario que ha desarrollado bajo su coordinación.

Enfilados hacia las elecciones constitucionales para renovar en el 2019 los 39 ayuntamientos de Durango, surgen aspirantes y afloran las disputas por las candidaturas al interior de los partidos políticos, sobre todo en los que se vislumbran más posibilidades de alcanzar la mayoría del voto ciudadano, como es el caso de Morena, PT y el PAN, y más rezagados el PRI, MC y PD.

Ese “estira y afloja” hasta cierto punto natural, que permea en los organismos políticos, da la oportunidad a los militantes de valorar las características de quienes suben a la palestra, ya sea de manera espontánea o inducida, de tal manera que puedan estar en condiciones para discernir y tomar la decisión que mejor les acomode.

Al sector de la sociedad civil le permite ponderar los pros y contras de los protagonistas que buscan abanderar a sus respectivos partidos, en la búsqueda del voto que los lleve a ocupar algunos de los espacios edilicios que estarán en la justa del próximo año. Y habrá que esperar si aparecen los precandidatos ciudadanos.

En tal contexto, el Congreso del Estado se ha convertido en el ring de la lucha por la candidatura de Morena a presidente municipal de Durango capital, ya que ahí convergen tres personajes a los que se les considera con posibilidades de representar al partido que llevó a la Presidencia de la República a Andrés Manuel López Obrador.

Una grata sorpresa para propios y extraños, ha resultado la coordinadora de la Junta de Acción Política, Sandra Amaya, quien ya se ganó el derecho a ser considerada como opción para encabezar a Morena en la elección del 2019, no solamente por haber triunfado con el voto directo de los duranguenses en el distrito dos de Mayoría Relativa, sino por el trabajo parlamentario que ha desarrollado bajo su coordinación. Según los politólogos que analizan los escenarios electorales rumbo al 2019, “ha sabido hilar fino a través de los recovecos que implica el proceso legislativo”.

Dicen que lo más sencillo para Sandra hubiera sido aplicar el mayoriteo de su fracción, y no lo hizo. Privilegió el diálogo y el consenso para alcanzar acuerdos de todos los partidos en temas polémicos, como por ejemplo la elección del Fiscal Anticorrupción.

Concilió para desactivar el plantón magisterial que se realizó en el edificio legislativo. Sin aspavientos ha sacado adelante las Cuentas Públicas Municipales. Ha demostrado conocer el manejo de la mano izquierda.

No pierde de vista que en Durango son oposición, y salió para criticar los cambios de los gobiernos locales, y actuó como tal en el caso de los vehículos “chocolatos”, al propiciar que los propietarios de los automotores de procedencia extranjera, en el registro con fines de seguridad, contrataran el seguro con la empresa que cada quien eligiera. Y ya empezó a recibir “fuego amigo” a través de las redes sociales.

Al interior de Morena se dice que el diputado Otniel García Navarro, ya trae en la bolsa la candidatura a presidente municipal al tener la venia de AMLO con experiencia en el ámbito legislativo, y con un capital político construido en varias candidaturas, sustenta la aspiración en acuerdos cupulares que logró desde que se dieron las definiciones de la pasada elección.

Y a decir de los morenistas, otro de los candidateables es Héctor Vela Valenzuela, secretario general del Congreso del Estado, y aunque no ha dicho “esta boca es mía”, mantiene un perfil político discreto en el cargo que ocupa, aunque sus cercanos dicen que trabaja para estar preparado a lo que venga, de lo cual ya trae amplia experiencia.

Hay otros morenistas que han manifestado su deseo de contender por la candidatura, pero según los militantes, de los tres antes mencionados saldrá quien compita por la Alcaldía, con los “colores” de la Cuarta Transformación.

En el PT hasta ahora es un misterio lo que sucederá, ya que el senador Alejandro González, se ha mantenido ocupado en tareas legislativas. Pudiera postular alguien de la sociedad civil, o ir en coalición.

En el PAN hay confusión e incertidumbre, por la polarización que ha generado entre los panistas el factor José Ramón Enríquez Herrera. Primero por la pelea que trae con los panistas tradicionales, quienes en voz de Rodolfo Elizondo Torres han advertido que vetarán la aspiración reeleccionista del oftalmólogo al amparo de las siglas del blanquiazul.

Y segundo por el problema jurídico, traducido a político, que enfrenta el presidente municipal, con un fallo del Tribunal Electoral que envió al Congreso del Estado para que lo ejecute. El escenario es de confrontación, lo que enrarece el panorama panista para definir la candidatura entre los posibles: Jorge Salum, Alfredo Herrera y Antonio Ochoa. Sin descartar a José Ramón Enríquez que tiene el apoyo de algunas corrientes del PAN.

Y en el PRI se dice que la candidata será una mujer: Yolanda de la Torre, aunque hay quienes empujan también a Alicia Gamboa, quien ha manifestado que no le interesa competir.

Tal es el panorama político electoral, en la antesala de que lleguen las definiciones rumbo a la renovación del Ayuntamiento de Durango. Los duranguenses tienen la palabra.