/ miércoles 11 de marzo de 2020

Anteponen trabajadores apuros diarios al retiro

Aunque los mexicanos muestran un mayor interés por ahorrar para su jubilación, enfrentar el día a día en el hogar, sus deudas y entretenimientos, siguen siendo sus principales prioridades, antes que enfrentar el futuro de su retiro laboral.

De acuerdo a una encuesta realizada por la empresa Willis Tower Watson, el ahorro para la jubilación ocupa el quinto lugar entre las prioridades financieras de los trabajadores con un 39% de porcentaje de respuestas, después de los gastos generales del hogar, que ocupa la atención del 59% de los mexicanos que laboran; el ahorro en general, con 52%; el pago de deudas con 49% y el entretenimiento y la recreación con el 48% de las prioridades.

Ni les alcanzan los recursos ni ven el retiro como una prioridad, señala el estudio como los principales argumentos que dan los mexicanos para no ahorrar. No ver el problema inmediato hace que nos relaje el esfuerzo de no ahorrar para el futuro, sin embargo, los más preocupados por este tema son los jóvenes y las mujeres.

El riesgo vendrá la próxima década, cuando la primera generación de pensionados por el sistema de las Afore comience a jubilarse, cuando el 70% de los encuestados estiman que recibirán menos de 8,000 pesos mensuales, cuando la realidad es que recibirán una tasa de reemplazo -el porcentaje de su último sueldo- del 26%, es decir, que si éste es de 10,000 pesos, recibirán 2,600 pesos.

Sin embargo, el 69% de los encuestados planea seguir trabajando por un tiempo adicional, antes de jubilarse totalmente; además destaca que los empleados más jóvenes tienen expectativas de jubilación a edades más tempranas.

Sin embargo, la urgencia de pensar en la jubilación no se ve como un problema actual. De hecho, la reforma a la Ley del Sistema de Ahorro para el Retiro no es un asunto que el Congreso tenga en la agenda inmediata, si no se hace la reforma mañana, el problema ya está ahí y aplazarlo va a seguir incrementando el costo de no actuar, porque está dejando a una generación vulnerable y expuesta a que no tenga una pensión suficiente para el retiro.

Las proyecciones demográficas prenden el foco rojo para que los mexicanos comiencen a ahorrar, pues el país está envejeciendo, ya que actualmente por cada persona mayor de 65 años, hay 8 jóvenes productivos y en 2050 habrá tres jóvenes por cada adulto mayor y serán ellos quienes tengan que mantenerse y seguir siendo productivos.

Asimismo, existen al menos 13 millones de personas que trabajan de manera independiente, que tienen la oportunidad de unirse al sistema de ahorro en las Afore, pero que no lo han hecho, pese a que han dado buenos rendimientos.

La solución para eliminar la pobreza en la vejez es tener un sistema que integre la pensión contributiva de la Afore, con la pensión pública como la que ofrece el gobierno federal a las personas de 65 años y más 580 pesos mensuales y las aportaciones voluntarias a través de seguros, afore y fondos de inversión.

Hoy, quien no cotizó en el sistema formal tiene derecho a la pensión del programa “65 y más”, mientras que aquellos que no cumplieron las 1,250 semanas obligatorias no tendrán derecho a pensionarse. Con una integración de los pilares, se lograría que esas pocas semanas de cotización se junten a los 580 pesos de la pensión pública y el trabajador tenga una pensión quizás de hasta 1,000 pesos mensuales.

Aunque los mexicanos muestran un mayor interés por ahorrar para su jubilación, enfrentar el día a día en el hogar, sus deudas y entretenimientos, siguen siendo sus principales prioridades, antes que enfrentar el futuro de su retiro laboral.

De acuerdo a una encuesta realizada por la empresa Willis Tower Watson, el ahorro para la jubilación ocupa el quinto lugar entre las prioridades financieras de los trabajadores con un 39% de porcentaje de respuestas, después de los gastos generales del hogar, que ocupa la atención del 59% de los mexicanos que laboran; el ahorro en general, con 52%; el pago de deudas con 49% y el entretenimiento y la recreación con el 48% de las prioridades.

Ni les alcanzan los recursos ni ven el retiro como una prioridad, señala el estudio como los principales argumentos que dan los mexicanos para no ahorrar. No ver el problema inmediato hace que nos relaje el esfuerzo de no ahorrar para el futuro, sin embargo, los más preocupados por este tema son los jóvenes y las mujeres.

El riesgo vendrá la próxima década, cuando la primera generación de pensionados por el sistema de las Afore comience a jubilarse, cuando el 70% de los encuestados estiman que recibirán menos de 8,000 pesos mensuales, cuando la realidad es que recibirán una tasa de reemplazo -el porcentaje de su último sueldo- del 26%, es decir, que si éste es de 10,000 pesos, recibirán 2,600 pesos.

Sin embargo, el 69% de los encuestados planea seguir trabajando por un tiempo adicional, antes de jubilarse totalmente; además destaca que los empleados más jóvenes tienen expectativas de jubilación a edades más tempranas.

Sin embargo, la urgencia de pensar en la jubilación no se ve como un problema actual. De hecho, la reforma a la Ley del Sistema de Ahorro para el Retiro no es un asunto que el Congreso tenga en la agenda inmediata, si no se hace la reforma mañana, el problema ya está ahí y aplazarlo va a seguir incrementando el costo de no actuar, porque está dejando a una generación vulnerable y expuesta a que no tenga una pensión suficiente para el retiro.

Las proyecciones demográficas prenden el foco rojo para que los mexicanos comiencen a ahorrar, pues el país está envejeciendo, ya que actualmente por cada persona mayor de 65 años, hay 8 jóvenes productivos y en 2050 habrá tres jóvenes por cada adulto mayor y serán ellos quienes tengan que mantenerse y seguir siendo productivos.

Asimismo, existen al menos 13 millones de personas que trabajan de manera independiente, que tienen la oportunidad de unirse al sistema de ahorro en las Afore, pero que no lo han hecho, pese a que han dado buenos rendimientos.

La solución para eliminar la pobreza en la vejez es tener un sistema que integre la pensión contributiva de la Afore, con la pensión pública como la que ofrece el gobierno federal a las personas de 65 años y más 580 pesos mensuales y las aportaciones voluntarias a través de seguros, afore y fondos de inversión.

Hoy, quien no cotizó en el sistema formal tiene derecho a la pensión del programa “65 y más”, mientras que aquellos que no cumplieron las 1,250 semanas obligatorias no tendrán derecho a pensionarse. Con una integración de los pilares, se lograría que esas pocas semanas de cotización se junten a los 580 pesos de la pensión pública y el trabajador tenga una pensión quizás de hasta 1,000 pesos mensuales.