/ miércoles 10 de noviembre de 2021

Bruno Martínez: El liberal y educador incomprendido

Celebro con beneplácito que este 2021, en el marco del 40 aniversario del Sistema Estatal de Telesecundaria, se sume a las conmemoraciones del centenario luctuoso del Ilustre maestro, Bruno Martínez Salinas, cuyo deceso se ubica justo en el año de creación de la Secretaría de Educación Pública en México.

Estos acontecimientos educativos entrelazados entre sí, bien merecieron la edición del ensayo biográfico: “Bruno Martínez: El Liberal y Educador Incomprendido” obra que aborda el desempeño pedagógico del ícono de la educación en Durango y en México. Con el protocolo de rigor, la cita para la presentación del libro se verificó el pasado 5 de noviembre en el “Museo UNES Masonería Arte y Cultura”, con la asistencia de 50 invitados.

El maestro Bruno Martínez fue un liberal, educador, político y escritor, forjado en las transformaciones fundamentales de la educación mexicana de los albores del siglo XIX, fue introductor de programas vanguardistas en el campo educativo en México y en Durango; un personaje de la estatura intelectual del educador Enrique C. Rébsamen y aliado de Justo Sierra Méndez el “Maestro de América”. Como político, se desempeñó en el estado de Guerrero a invitación del general Francisco Otalora Arce, como diputado local guerrerense; así mismo, como director del Instituto Literario en Chilpancingo, Guerrero.

La obra “Bruno Martínez el Liberal y Educador Incomprendido”, aborda la fecunda existencia de Bruno Martínez como funcionario público y político, destacando su faceta periodística y literaria; fue autor del himno patriótico “Canto a la Patria”, que triunfó en el concurso de canto convocado en las conmemoraciones del centenario de la Independencia en 1910, cuya letra conmovió a la comunidad educativa del país; siendo estrenado el 16 de septiembre de 1910, durante las fiestas del centenario, con la presencia del presidente de la República, Porfirio Díaz.

Bruno Martínez fue un funcionario educativo, que logró poner en práctica en Durango, la consolidación del pensamiento positivista de finales del siglo XIX, a través de la reforma educativa emprendida a nivel nacional por Gabino Barreda y Enrique C. Rébsamen; sin embargo, sus logros fueron desestimados por políticos conservadores y la clerecía durangueña. Obligado al ostracismo, emigra a la Ciudad de México, y ahí consolida su tarea educativa al ser nombrado director general de Instrucción Primaria, en el periodo presidencial de Francisco Y. Madero. Murió con un dejo de nostalgia en 1921, lejos de su terruño, retornando sus restos a Durango en 1929, cobijado por el magisterio durangueño y 60 años más tarde, sus restos fueron reinhumados y depositados en la Rotonda de los Hombres y Mujeres Ilustres del Estado de Durango.

Celebro con beneplácito que este 2021, en el marco del 40 aniversario del Sistema Estatal de Telesecundaria, se sume a las conmemoraciones del centenario luctuoso del Ilustre maestro, Bruno Martínez Salinas, cuyo deceso se ubica justo en el año de creación de la Secretaría de Educación Pública en México.

Estos acontecimientos educativos entrelazados entre sí, bien merecieron la edición del ensayo biográfico: “Bruno Martínez: El Liberal y Educador Incomprendido” obra que aborda el desempeño pedagógico del ícono de la educación en Durango y en México. Con el protocolo de rigor, la cita para la presentación del libro se verificó el pasado 5 de noviembre en el “Museo UNES Masonería Arte y Cultura”, con la asistencia de 50 invitados.

El maestro Bruno Martínez fue un liberal, educador, político y escritor, forjado en las transformaciones fundamentales de la educación mexicana de los albores del siglo XIX, fue introductor de programas vanguardistas en el campo educativo en México y en Durango; un personaje de la estatura intelectual del educador Enrique C. Rébsamen y aliado de Justo Sierra Méndez el “Maestro de América”. Como político, se desempeñó en el estado de Guerrero a invitación del general Francisco Otalora Arce, como diputado local guerrerense; así mismo, como director del Instituto Literario en Chilpancingo, Guerrero.

La obra “Bruno Martínez el Liberal y Educador Incomprendido”, aborda la fecunda existencia de Bruno Martínez como funcionario público y político, destacando su faceta periodística y literaria; fue autor del himno patriótico “Canto a la Patria”, que triunfó en el concurso de canto convocado en las conmemoraciones del centenario de la Independencia en 1910, cuya letra conmovió a la comunidad educativa del país; siendo estrenado el 16 de septiembre de 1910, durante las fiestas del centenario, con la presencia del presidente de la República, Porfirio Díaz.

Bruno Martínez fue un funcionario educativo, que logró poner en práctica en Durango, la consolidación del pensamiento positivista de finales del siglo XIX, a través de la reforma educativa emprendida a nivel nacional por Gabino Barreda y Enrique C. Rébsamen; sin embargo, sus logros fueron desestimados por políticos conservadores y la clerecía durangueña. Obligado al ostracismo, emigra a la Ciudad de México, y ahí consolida su tarea educativa al ser nombrado director general de Instrucción Primaria, en el periodo presidencial de Francisco Y. Madero. Murió con un dejo de nostalgia en 1921, lejos de su terruño, retornando sus restos a Durango en 1929, cobijado por el magisterio durangueño y 60 años más tarde, sus restos fueron reinhumados y depositados en la Rotonda de los Hombres y Mujeres Ilustres del Estado de Durango.