/ martes 23 de noviembre de 2021

Cambio sindical en el municipio

En uno de esos extraños acontecimientos que muy de vez en cuando ocurren en este país, la lógica jurídica prevaleció y Alicia García Valenzuela fue finalmente expulsada del sindicato que dirigiera durante más de dos décadas; al dejar de ser trabajadora del municipio por determinación del Tribunal Burocrático, deviene natural que “La Licha” no puede pertenecer a un sindicato del municipio y menos aún ser la secretaria general.

Infelizmente para el sindicalismo en México la historia de García Valenzuela no es muy diferente a la de muchos otros líderes sindicales, el espacio resultaría insuficiente para traer a colación las múltiples tropelías que han cometido y cometen personajes que se han enquistado en los liderazgos sindicales para ganar un posicionamiento político que les de influencia, impunidad y riqueza personal.

Hoy entre los trabajadores sindicalizados del municipio de la capital del Estado se viven tiempos extraños, novedosos para muchos -ni los más antiguos recuerdan cuando fue la última vez que estuvieron inmersos en un auténtico proceso de renovación de la dirigencia del SUTM- y de efervescencia, hasta el momento se habla de seis planillas que van a contender.

Los trabajadores municipales deben tener en la conciencia, que al menos en esta ocasión, ellos decidirán quién será su representante sindical, por lo que deben actuar con plena y cabal responsabilidad de su elección, no pueden darse el lujo de llevar a la secretaria general del SUTM a un símil de lo que tenían. Por cierto, en los corrillos de la unidad administrativa se dice que al menos 2 de las 6 planillas contendientes son patrocinadas por

“La Licha”. Me parece que los trabajadores adheridos al SUTM deben exigir que se reformen los estatutos para limitar el tiempo de la dirigencia, en gran medida los excesos y abusos que se cometen son porque los líderes se vuelven eternos y ven al sindicato como una marca que les pertenece por derecho, así que van tejiendo redes al margen de los más elementales principios de legalidad para cooptar a cualquiera que pretenda arrebatarles lo que consideran es suyo.

El poder que alcanzó Alicia García fue gracias a lo conveniente que resultaba para los presidentes municipales en turno, sí, pero también a la complacencia de los mismos trabajadores que se conformaban con lo poco que del poder compartía con ellos, ninguno (incluyendo con mayor razón a los que antes eran incondicionales y ahora la expulsaron) puede decirse sorprendido o ignorante de las acciones de “La Licha”, sus negocios, nepotismo y demás tropelías son uno de esos secretos a voces que todos callan, o por miedo, o por conveniencia.

En uno de esos extraños acontecimientos que muy de vez en cuando ocurren en este país, la lógica jurídica prevaleció y Alicia García Valenzuela fue finalmente expulsada del sindicato que dirigiera durante más de dos décadas; al dejar de ser trabajadora del municipio por determinación del Tribunal Burocrático, deviene natural que “La Licha” no puede pertenecer a un sindicato del municipio y menos aún ser la secretaria general.

Infelizmente para el sindicalismo en México la historia de García Valenzuela no es muy diferente a la de muchos otros líderes sindicales, el espacio resultaría insuficiente para traer a colación las múltiples tropelías que han cometido y cometen personajes que se han enquistado en los liderazgos sindicales para ganar un posicionamiento político que les de influencia, impunidad y riqueza personal.

Hoy entre los trabajadores sindicalizados del municipio de la capital del Estado se viven tiempos extraños, novedosos para muchos -ni los más antiguos recuerdan cuando fue la última vez que estuvieron inmersos en un auténtico proceso de renovación de la dirigencia del SUTM- y de efervescencia, hasta el momento se habla de seis planillas que van a contender.

Los trabajadores municipales deben tener en la conciencia, que al menos en esta ocasión, ellos decidirán quién será su representante sindical, por lo que deben actuar con plena y cabal responsabilidad de su elección, no pueden darse el lujo de llevar a la secretaria general del SUTM a un símil de lo que tenían. Por cierto, en los corrillos de la unidad administrativa se dice que al menos 2 de las 6 planillas contendientes son patrocinadas por

“La Licha”. Me parece que los trabajadores adheridos al SUTM deben exigir que se reformen los estatutos para limitar el tiempo de la dirigencia, en gran medida los excesos y abusos que se cometen son porque los líderes se vuelven eternos y ven al sindicato como una marca que les pertenece por derecho, así que van tejiendo redes al margen de los más elementales principios de legalidad para cooptar a cualquiera que pretenda arrebatarles lo que consideran es suyo.

El poder que alcanzó Alicia García fue gracias a lo conveniente que resultaba para los presidentes municipales en turno, sí, pero también a la complacencia de los mismos trabajadores que se conformaban con lo poco que del poder compartía con ellos, ninguno (incluyendo con mayor razón a los que antes eran incondicionales y ahora la expulsaron) puede decirse sorprendido o ignorante de las acciones de “La Licha”, sus negocios, nepotismo y demás tropelías son uno de esos secretos a voces que todos callan, o por miedo, o por conveniencia.