/ miércoles 13 de abril de 2022

Centenario de la SEP

En El Sol de Durango en sendos artículos señalé en 2021 que el 3 de octubre de 2021 habría de celebrarse el Centenario de la SEP y rendirse homenaje al artífice del proceso fundacional José Vasconcelos.

Desde la rectoría de la Universidad Nacional de México (UAM) elaboró el proyecto legislativo con el que el presidente Álvaro Obregón logró la creación de la Secretaría de Educación Pública Federal.

Concebida como agencia educativa de la Revolución Mexicana para popularizar la educación en todos los estados de la Republica.

También avizoré que dada la proclividad del presidente Andrés Manuel López Obrador, por las rememoraciones de personajes y hechos históricos, encabezaría las conmemoraciones. No le atiné, como tampoco acerté en mi predicción, de que el proyecto educativo nacional sería prioritario en su sexenio.

El legado institucional de la SEP es trascendente y evidente. Ha tenido un impacto histórico mayor en la formación de la mexicanidad, en la educación de muchas generaciones y en el desarrollo nacional.

He estudiado la trayectoria de la SEP en sus cien años de vida institucional y la obra de sus titulares en el siglo XX que han hecho aportaciones trascendentes enfatizando en sus programas y resultados en cuatro etapas y cinco proyectos entrelazados. Esta vez me refiero a tres de los 38 intelectuales y maestros que han ocupado la titularidad de la SEP de 1921 a 2021. El primero José Vasconcelos que inició la Etapa Fundacional (1921-1934). El número 15 Jaime Torres Bodet, secretario en dos ocasiones; Con el presidente Manuel Ávila Camacho de 1943 a 1946, le tocó la transición de la etapa de la Escuela Socialista a la de la Unidad Nacional; en su segunda gestión de 1958 a 1964, con el presidente Adolfo López Mateos lo acompañó como subsecretario de Enseñanza Técnica y Superior Víctor Bravo Ahuja, egresado y maestro del IPN y en ese año rector del Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey. Luego fue titular de la SEP con el presidente Luis Echeverria (1970-1976) y puso en marcha la etapa de modernización del Sistema Educativo Nacional, todavía enmarcado en el proyecto educativo de la Revolución Mexicana.

Esta visión y programa tuvo continuidad por el nexo institucional y personal de los secretarios Vasconcelos, Torres Bodet y Bravo Ahuja. La creación de la SEP fue la gran reforma que interpretó los principios del 3° constitucional de 1917. En sus inicios integró dos instituciones creadas por Justo Sierra; el Ministerio de Instrucción Pública y Bellas Artes, establecida en 1905 y la UNM en 1910. Esto se reflejó en la estructura orgánica de la SEP que funcionó con tres departamentos (con rango de subsecretarias). El Departamento Escolar, el de Bellas Artes y el de Bibliotecas que se encomendó a Jaime Torres Bodet. Del Departamento Escolar dependían la UNM, la Dirección de Educación Primaria y Normal, y la Dirección de Enseñanza Técnica, Industrial y Comercial.

Es de resaltarse que la UNM en su búsqueda de autonomía, que logró en 1929, fue un factor de transformación de la SEP y que entre las prioridades plasmadas en la Ley, se precisó el establecimiento de “Institutos técnicos en número de uno por lo menos en cada estado de la República” (postprimaria)

Bravo Ahuja dio continuidad y extendió los programas más relevantes de Torres Bodet. Al plan de 11 años con el sistema de Planeación de la Reforma Educativa, la campaña Alfabetizadora con la Ley y el Programa de Educación para Adultos, (9 años de escolaridad). En el nivel de la educación superior con la creación de la Universidad Autónoma Metropolitana y el Conacyt en la Ciudad de México.

Torres Bodet inauguro el 11 de septiembre de 1944 el Instituto Tecnológico de Durango, piedra angular del Sistema Nacional de Institutos Tecnológicos de la SEP que desde 1976, tuvo presencia en todos los estados de la República.


En El Sol de Durango en sendos artículos señalé en 2021 que el 3 de octubre de 2021 habría de celebrarse el Centenario de la SEP y rendirse homenaje al artífice del proceso fundacional José Vasconcelos.

Desde la rectoría de la Universidad Nacional de México (UAM) elaboró el proyecto legislativo con el que el presidente Álvaro Obregón logró la creación de la Secretaría de Educación Pública Federal.

Concebida como agencia educativa de la Revolución Mexicana para popularizar la educación en todos los estados de la Republica.

También avizoré que dada la proclividad del presidente Andrés Manuel López Obrador, por las rememoraciones de personajes y hechos históricos, encabezaría las conmemoraciones. No le atiné, como tampoco acerté en mi predicción, de que el proyecto educativo nacional sería prioritario en su sexenio.

El legado institucional de la SEP es trascendente y evidente. Ha tenido un impacto histórico mayor en la formación de la mexicanidad, en la educación de muchas generaciones y en el desarrollo nacional.

He estudiado la trayectoria de la SEP en sus cien años de vida institucional y la obra de sus titulares en el siglo XX que han hecho aportaciones trascendentes enfatizando en sus programas y resultados en cuatro etapas y cinco proyectos entrelazados. Esta vez me refiero a tres de los 38 intelectuales y maestros que han ocupado la titularidad de la SEP de 1921 a 2021. El primero José Vasconcelos que inició la Etapa Fundacional (1921-1934). El número 15 Jaime Torres Bodet, secretario en dos ocasiones; Con el presidente Manuel Ávila Camacho de 1943 a 1946, le tocó la transición de la etapa de la Escuela Socialista a la de la Unidad Nacional; en su segunda gestión de 1958 a 1964, con el presidente Adolfo López Mateos lo acompañó como subsecretario de Enseñanza Técnica y Superior Víctor Bravo Ahuja, egresado y maestro del IPN y en ese año rector del Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey. Luego fue titular de la SEP con el presidente Luis Echeverria (1970-1976) y puso en marcha la etapa de modernización del Sistema Educativo Nacional, todavía enmarcado en el proyecto educativo de la Revolución Mexicana.

Esta visión y programa tuvo continuidad por el nexo institucional y personal de los secretarios Vasconcelos, Torres Bodet y Bravo Ahuja. La creación de la SEP fue la gran reforma que interpretó los principios del 3° constitucional de 1917. En sus inicios integró dos instituciones creadas por Justo Sierra; el Ministerio de Instrucción Pública y Bellas Artes, establecida en 1905 y la UNM en 1910. Esto se reflejó en la estructura orgánica de la SEP que funcionó con tres departamentos (con rango de subsecretarias). El Departamento Escolar, el de Bellas Artes y el de Bibliotecas que se encomendó a Jaime Torres Bodet. Del Departamento Escolar dependían la UNM, la Dirección de Educación Primaria y Normal, y la Dirección de Enseñanza Técnica, Industrial y Comercial.

Es de resaltarse que la UNM en su búsqueda de autonomía, que logró en 1929, fue un factor de transformación de la SEP y que entre las prioridades plasmadas en la Ley, se precisó el establecimiento de “Institutos técnicos en número de uno por lo menos en cada estado de la República” (postprimaria)

Bravo Ahuja dio continuidad y extendió los programas más relevantes de Torres Bodet. Al plan de 11 años con el sistema de Planeación de la Reforma Educativa, la campaña Alfabetizadora con la Ley y el Programa de Educación para Adultos, (9 años de escolaridad). En el nivel de la educación superior con la creación de la Universidad Autónoma Metropolitana y el Conacyt en la Ciudad de México.

Torres Bodet inauguro el 11 de septiembre de 1944 el Instituto Tecnológico de Durango, piedra angular del Sistema Nacional de Institutos Tecnológicos de la SEP que desde 1976, tuvo presencia en todos los estados de la República.