A pesar de la avalancha de hechos trágicos de los que tenemos noticia, debido a la pandemia que padecemos, hay cosas buenas que contar como es que con los adultos mayores en Durango, se está dando un paso trascendental para la protección de su salud y su vida al recibir la primera dosis de la vacuna contra la Covid-19 (en la ciudad capital fue la Pfizer).
En efecto, hay una sombra trágica que cubre a nuestro país debido al número de muertos durante la pandemia, que ya suman más de doscientos mil, más los problemas de salud que se han producido en quienes padecieron la Covid-19, pero que siguen presentando secuelas, y las consecuencias que todo ello ha generado en la economía, entre otros aspectos.
Aunado a lo anterior, se ha anunciado la presentación de un informe por parte del Institute for Global Health Sciences, en el que afirma que, con un “desempeño promedio”, se pudieron evitar alrededor de 190 mil de las muertes ocurridas por diversos motivos en 2020, lo cual será motivo de controversia por el manejo de los problemas de salud en nuestro país.
No obstante, se puede percibir una luz a lo largo de ese túnel de dolor que ha enlutado a miles de familias mexicanas, sin que tampoco se puedan adelantar resultados definitivos pues falta aún tiempo para ello, me refiero a que está en marcha el proceso de vacunación.
Para la mayoría de los países no es fácil conseguir vacunas, pues los Estados poderosos las han acaparado debido a varios factores, entre ellos, que financiaron el desarrollo de las vacunas, por ejemplo, la compañía de biotecnología de Massachusetts, Moderna, recibió alrededor de 1,500 millones de dólares en subvenciones.
Aunado a lo anterior, en los contratos para la adquisición de vacunas, se sabe que hay aspectos que no se divulgan por así establecerse en los mismos y los Estados se han visto obligados a aceptarlos, por lo que no se puede precisar a ciencia cierta el precio por dosis, las fechas exactas de las entregas ni las cantidades que se pagaron por adelantado.
Así sucede en general, con matices, en los diferentes tipos de contratos celebrados: a) en forma directa con las empresas farmacéuticas; b) a través de los organismos regionales, tal como sucede con la Unión Europea, y c) mediante el mecanismo Covax, que es el Fondo de Acceso Global para Vacunas Covid-19.
Está previsto que, a pesar de las contribuciones que hicieron algunos Estados para el desarrollo de las vacunas, las empresas farmacéuticas se quedarán con las patentes en calidad de sus propietarias, de ahí que a ellas se les hayan generado derechos de exclusividad sobre las vacunas, tal como se establece en el contrato de CureVAC.
Con independencia de los aspectos antes narrados, lo cierto es que las personas mexicanas tenemos el derecho humano a la protección de la salud y de la vida, por lo que nadie se debe quedar sin vacunar, comenzando por quienes cuidan de nuestra salud, ya sea en instituciones públicas o en forma privada.
Lo bueno en Durango fue que a los adultos mayores ya se les aplicó la primera dosis. Se dieron los días suficientes para que todas las personas se vacunaran. Hubo una excelente coordinación por parte de los gobiernos federal, local y municipales; además, le imprimió mucho dinamismo al proceso de vacunación la participación de instituciones como la Universidad Juárez del Estado de Durango y la Universidad Autónoma de Durango.
