/ sábado 24 de abril de 2021

Como niños (2)

Cuando uno es niño todo le llama la atención. A medida va creciendo, va perdiendo esa capacidad de asombro. Los niños se sorprenden porque están descubriendo.

Y ese es el método de Dios para darse a conocer al hombre, así lo expresó el mismo Jesús: “Yo te alabo, oh Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque escondiste estas cosas de los sabios y entendidos, y las has revelado a los niños.” (Lucas 10.21) ¿Cómo está tu capacidad de asombro? ¿Acaso las muchas letras te han vuelto soberbio, altanero, apático y necio a la vez? Dios no se revela a los orgullosos sino a los humildes, a los que son COMO NIÑOS.

Los niños siempre quieren jugar. Para el niño el juego es relación. Mientras que los juegos tradicionales tendían a fomentar las relaciones, los actuales son en muchos sentidos “alienantes”, como los de consola. ¿Cuánto hace que no jugamos con nuestros hijos? ¿Cuánto hace que no convivimos significativamente con ellos a través del juego? Jesús vino a la cruz para hacerse como uno de nosotros para que aprendamos a relacionarnos con el Padre. Somos nosotros los que andamos por la vida “alienados” por nuestro “mundo adulto” que nos aleja de Dios y que no nos permite jugar “COMO NIÑOS”.

Los niños todo lo creen. La duda se instala en nuestras vidas cuando comenzamos a crecer y perdemos la confianza en las personas, por las experiencias de quienes nos prometen y no cumplen, comenzando por nuestros propios padres, maestros y líderes. Esto nos ha llevado a vivir en angustia, amargura y soledad. Dios quiere que perdones a los que te hayan defraudado. Pues para ser honestos, tu también defraudaste a alguien más alguna vez. Pero Dios nunca te ha defraudado a ti. Si has perdido la fe, hoy es el día en que Dios quiere que la recuperes, que vuelvas a creer COMO LOS NIÑOS.

leonardolombar@gmail.com

Cuando uno es niño todo le llama la atención. A medida va creciendo, va perdiendo esa capacidad de asombro. Los niños se sorprenden porque están descubriendo.

Y ese es el método de Dios para darse a conocer al hombre, así lo expresó el mismo Jesús: “Yo te alabo, oh Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque escondiste estas cosas de los sabios y entendidos, y las has revelado a los niños.” (Lucas 10.21) ¿Cómo está tu capacidad de asombro? ¿Acaso las muchas letras te han vuelto soberbio, altanero, apático y necio a la vez? Dios no se revela a los orgullosos sino a los humildes, a los que son COMO NIÑOS.

Los niños siempre quieren jugar. Para el niño el juego es relación. Mientras que los juegos tradicionales tendían a fomentar las relaciones, los actuales son en muchos sentidos “alienantes”, como los de consola. ¿Cuánto hace que no jugamos con nuestros hijos? ¿Cuánto hace que no convivimos significativamente con ellos a través del juego? Jesús vino a la cruz para hacerse como uno de nosotros para que aprendamos a relacionarnos con el Padre. Somos nosotros los que andamos por la vida “alienados” por nuestro “mundo adulto” que nos aleja de Dios y que no nos permite jugar “COMO NIÑOS”.

Los niños todo lo creen. La duda se instala en nuestras vidas cuando comenzamos a crecer y perdemos la confianza en las personas, por las experiencias de quienes nos prometen y no cumplen, comenzando por nuestros propios padres, maestros y líderes. Esto nos ha llevado a vivir en angustia, amargura y soledad. Dios quiere que perdones a los que te hayan defraudado. Pues para ser honestos, tu también defraudaste a alguien más alguna vez. Pero Dios nunca te ha defraudado a ti. Si has perdido la fe, hoy es el día en que Dios quiere que la recuperes, que vuelvas a creer COMO LOS NIÑOS.

leonardolombar@gmail.com

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