/ viernes 11 de enero de 2019

Continúa la trastornación

Versiones encontradas sobran en las que se indican que se tuvieron que cerrar los ductos para evitar el robo de combustible por parte de los huachicoleros.

Muchos hechos y pláticas que se tuvieron en un momento de nuestras vidas, quedan arraigadas y vuelven a surgir cuando de repente un hecho similar se presenta ante nuestros ojos.

Así, ante lo que se ha estado diciendo, en forma veraz o no, del robo de combustible, llega entonces a mi memoria el recuerdo de antes de los ochenta, en que, mientras esperábamos que el hoyo en donde se iba a preparar la barbacoa estuviera listo con el fuego, un personaje que se encontraba reunido con nosotros, al calor de las copas nos mencionaba cómo había hecho parte de su fortuna.

Comentó que primero estuvo como empleado de confianza de una gasolinera, en donde realizaba las compras de combustible y en aquel entonces solamente se hacía la venta de un tipo de gasolina y el litro tenía un costo de 80 centavos.

Mencionaba que en múltiples ocasiones llegaban a ofrecer los tanques cargados de combustible, pero que haciendo cuentas el galón le costaba sumamente barato, al que le podía ganar más de tres pesos, mientras él pagaba una aproximación de dos centavos por galón, lo que dio la oportunidad de poder justificar ante el patrón lo correcto en precio, pero muy clandestinamente él hizo con los sobrantes un gran ahorro para poder adquirir su propia gasolinera.

Platicaba que, en esos momentos (antes de 1980) ya no era tanto el negocio que se podía realizar con las gasolineras, que por tal motivo también tenía ya una constructora, en donde había que llevarla bien con los gobiernos, quienes les daban a los constructores obras, en las que se podía justificar mejores cantidades que con la gasolina.

De cuestión de facturas, recibos, o comprobantes de pago no recuerdo se haya mencionado algo, pero me queda claro que no es nuevo lo del robo de combustible, que de acuerdo con la plática referida, esto ha de haber sucedido desde los años cincuenta.

No obstante que era totalmente evidente el robo de combustible, se hace popular el acontecimiento por algo que se podría señalar como inaudito, como es, que se indique que no existe escasez, pero sí desabasto. Versiones encontradas sobran en las que se indican que se tuvieron que cerrar los ductos para evitar el robo de combustible por parte de los huachicoleros.

Pero ante tal hecho, oficialmente no se ha sabido de la detención de nadie, solo una investigación a un general de nombre Eduardo León Trauwitz, pero sí ha ocasionado que cientos de miles de personas no hayan podido cumplir en su trabajo por falta de combustible, que ambulancias de la Cruz Roja y bomberos no puedan acceder a realizar sus servicios, que los comerciantes tengan sus camiones varados en espera de la obtención de gasolina y muchísimos transportistas, profesionistas, agricultores y demás se estén quejado de pérdidas económicas considerables.

Este jueves al recibir una comunicación de un pariente mío que vive en la ciudad de León, Guanajuato, quien indicó que desde las 4:00 de la mañana estaba formado para poder obtener el combustible para su auto, me comuniqué telefónicamente con él quien, por ser una persona muy conocedora de la situación social de dicho lugar, me señaló que el estado de Guanajuato en esos momentos era el primero en carencia de combustible.

Que ninguna explicación que dieran las autoridades era congruente, pues se indicaba que no había carencia de combustible pero que faltaba su distribución, y que sí había desabasto, sin señalar oficialmente alguna causa apropiada de tal absurdo.

Que de momento se encontraba parado absolutamente todo, desde la industria, el comercio, el campo en su totalidad y hasta los centros nocturnos.

Que de las 192 gasolineras que existen en la ciudad de León, solamente se encuentran en servicio cuatro.

Le pregunto que si tiene conocimiento de que se hayan cerrado algunos expendios de combustible, por haberles comprobado la venta de huachicol. Pero me contesta, que hace como tres años se cerraron algunas gasolineras, pero por haberles comprobado que el litro cobrado de gasolina no era sino por medio litro, o sea, cobrado casi al doble, pero que no existían noticias de cierres porque se vendiera combustible robado.

Que de momento se tenía conocimiento pleno, de que Guanajuato, Jalisco, Querétaro y también San Luis Potosí, estaban sufriendo la carencia de gasolina, y, por consiguiente, lo que se conoce de la Ciudad de México, Tamaulipas, Coahuila y de algunos lugares del Estado de México.

Al haberse escuchado que, muchos de los huachicoleros y gasolineros formales estaban haciendo su agosto vendiendo la gasolina a un precio mayor de lo que corresponde, mi pariente me comentó que él este jueves pagó el equivalente a 19 pesos con 80 centavos por litro, haciéndome la aclaración, que por lo que respecta a saber si los litros eran verdaderamente de a litro, eso no lo podía constatar.

Al preguntar a otras personas sobre las causas por las cuales se hayan tomado esas medidas que provocaron muchas pérdidas económicas para los ciudadanos, el 99% de las personas expresaron que al no dar alguna razón lógica por parte de las autoridades, era parte de las caprichosas ocurrencias que sin estudio, planeación ni estrategia se están llevando a cabo por la nueva administración federal, que tal vez, haya existido una equivocación con lo que se había prometido u ofrecido, todo por algunas letras diferentes en la palabra, debido a la mala pronunciación, pues al querer decir que era la transformación de nuestro país, no era así, sino la trastornación de nuestro país.

Versiones encontradas sobran en las que se indican que se tuvieron que cerrar los ductos para evitar el robo de combustible por parte de los huachicoleros.

Muchos hechos y pláticas que se tuvieron en un momento de nuestras vidas, quedan arraigadas y vuelven a surgir cuando de repente un hecho similar se presenta ante nuestros ojos.

Así, ante lo que se ha estado diciendo, en forma veraz o no, del robo de combustible, llega entonces a mi memoria el recuerdo de antes de los ochenta, en que, mientras esperábamos que el hoyo en donde se iba a preparar la barbacoa estuviera listo con el fuego, un personaje que se encontraba reunido con nosotros, al calor de las copas nos mencionaba cómo había hecho parte de su fortuna.

Comentó que primero estuvo como empleado de confianza de una gasolinera, en donde realizaba las compras de combustible y en aquel entonces solamente se hacía la venta de un tipo de gasolina y el litro tenía un costo de 80 centavos.

Mencionaba que en múltiples ocasiones llegaban a ofrecer los tanques cargados de combustible, pero que haciendo cuentas el galón le costaba sumamente barato, al que le podía ganar más de tres pesos, mientras él pagaba una aproximación de dos centavos por galón, lo que dio la oportunidad de poder justificar ante el patrón lo correcto en precio, pero muy clandestinamente él hizo con los sobrantes un gran ahorro para poder adquirir su propia gasolinera.

Platicaba que, en esos momentos (antes de 1980) ya no era tanto el negocio que se podía realizar con las gasolineras, que por tal motivo también tenía ya una constructora, en donde había que llevarla bien con los gobiernos, quienes les daban a los constructores obras, en las que se podía justificar mejores cantidades que con la gasolina.

De cuestión de facturas, recibos, o comprobantes de pago no recuerdo se haya mencionado algo, pero me queda claro que no es nuevo lo del robo de combustible, que de acuerdo con la plática referida, esto ha de haber sucedido desde los años cincuenta.

No obstante que era totalmente evidente el robo de combustible, se hace popular el acontecimiento por algo que se podría señalar como inaudito, como es, que se indique que no existe escasez, pero sí desabasto. Versiones encontradas sobran en las que se indican que se tuvieron que cerrar los ductos para evitar el robo de combustible por parte de los huachicoleros.

Pero ante tal hecho, oficialmente no se ha sabido de la detención de nadie, solo una investigación a un general de nombre Eduardo León Trauwitz, pero sí ha ocasionado que cientos de miles de personas no hayan podido cumplir en su trabajo por falta de combustible, que ambulancias de la Cruz Roja y bomberos no puedan acceder a realizar sus servicios, que los comerciantes tengan sus camiones varados en espera de la obtención de gasolina y muchísimos transportistas, profesionistas, agricultores y demás se estén quejado de pérdidas económicas considerables.

Este jueves al recibir una comunicación de un pariente mío que vive en la ciudad de León, Guanajuato, quien indicó que desde las 4:00 de la mañana estaba formado para poder obtener el combustible para su auto, me comuniqué telefónicamente con él quien, por ser una persona muy conocedora de la situación social de dicho lugar, me señaló que el estado de Guanajuato en esos momentos era el primero en carencia de combustible.

Que ninguna explicación que dieran las autoridades era congruente, pues se indicaba que no había carencia de combustible pero que faltaba su distribución, y que sí había desabasto, sin señalar oficialmente alguna causa apropiada de tal absurdo.

Que de momento se encontraba parado absolutamente todo, desde la industria, el comercio, el campo en su totalidad y hasta los centros nocturnos.

Que de las 192 gasolineras que existen en la ciudad de León, solamente se encuentran en servicio cuatro.

Le pregunto que si tiene conocimiento de que se hayan cerrado algunos expendios de combustible, por haberles comprobado la venta de huachicol. Pero me contesta, que hace como tres años se cerraron algunas gasolineras, pero por haberles comprobado que el litro cobrado de gasolina no era sino por medio litro, o sea, cobrado casi al doble, pero que no existían noticias de cierres porque se vendiera combustible robado.

Que de momento se tenía conocimiento pleno, de que Guanajuato, Jalisco, Querétaro y también San Luis Potosí, estaban sufriendo la carencia de gasolina, y, por consiguiente, lo que se conoce de la Ciudad de México, Tamaulipas, Coahuila y de algunos lugares del Estado de México.

Al haberse escuchado que, muchos de los huachicoleros y gasolineros formales estaban haciendo su agosto vendiendo la gasolina a un precio mayor de lo que corresponde, mi pariente me comentó que él este jueves pagó el equivalente a 19 pesos con 80 centavos por litro, haciéndome la aclaración, que por lo que respecta a saber si los litros eran verdaderamente de a litro, eso no lo podía constatar.

Al preguntar a otras personas sobre las causas por las cuales se hayan tomado esas medidas que provocaron muchas pérdidas económicas para los ciudadanos, el 99% de las personas expresaron que al no dar alguna razón lógica por parte de las autoridades, era parte de las caprichosas ocurrencias que sin estudio, planeación ni estrategia se están llevando a cabo por la nueva administración federal, que tal vez, haya existido una equivocación con lo que se había prometido u ofrecido, todo por algunas letras diferentes en la palabra, debido a la mala pronunciación, pues al querer decir que era la transformación de nuestro país, no era así, sino la trastornación de nuestro país.