/ viernes 24 de julio de 2020

¡Conviértete en protagonista!

Mis hijos eran pequeños y fuimos al circo que estaba de visita ese mes en la ciudad. Uno de los números principales era el del “elefante africano”. Luego de exhibirlo por el centro del escenario, el domador invitaba a que alguien del público baje de las gradas y se suba el enorme paquidermo con una larga escalera.

Era de los momentos más aplaudidos y vitoreados. ¿Qué hacía de ese número una de las principales atracciones? Lo atractivo consistía en que de un momento a otro, el espectador tenía la posibilidad de convertirse en protagonista.

Estamos escuchando por todos lados que ya no habrá un retorno a la vida antes de la pandemia, existirá lo que se ha denominado “la nueva normalidad” o “la nueva realidad”. ¿De qué se trata? No lo sabemos, pero sea lo que fuere, te invito a que no seamos espectadores sino más bien protagonistas.

¡Comencemos por nuestras familias! ¡Por favor! No permitamos que un divorcio “en línea” en tan sólo veintinueve minutos, pase a ser la propuesta de esta “nueva normalidad”. Sé protagonista en tu matrimonio. Recupera los valores de la fidelidad y la pureza tan devaluados en este tiempo. Aprende a renunciar y sacrificarte por el otro. Busca caminar en el poder del acuerdo. Sé el mejor amigo de tu cónyuge y si es necesario, busca ayuda, antes que venga otra crisis.

¡Sé protagonista de una nueva realidad con tus hijos! Velos como lo que son: Un regalo muy valioso y una recompensa anticipada, un acto de confianza de parte de Dios que te capacita para ser un excelente papá o una excelente mamá.

Si tus hijos son pequeños, no permitas que la frustración de no saber cómo tenerlos tanto tiempo en casa se convierta en rechazo. Aprovecha para entablar un vínculo fuerte, y hábitos sanos. Si tus hijos son adolescentes enséñales que la felicidad no depende de entrar a un centro comercial a comprar.

Un juego de mesa puede ser un buen aliado para conocerlos más y un excelente disparador para desarrollar tolerancia y aceptación. Si tus hijos son jóvenes, aprovecha para una buena conversación, empatiza con sus sueños y por qué no, acompáñalos en sus proyectos o inclúyelos en los tuyos.

No seas un espectador, baja de las gradas ¡y conviértete en protagonista!

Mis hijos eran pequeños y fuimos al circo que estaba de visita ese mes en la ciudad. Uno de los números principales era el del “elefante africano”. Luego de exhibirlo por el centro del escenario, el domador invitaba a que alguien del público baje de las gradas y se suba el enorme paquidermo con una larga escalera.

Era de los momentos más aplaudidos y vitoreados. ¿Qué hacía de ese número una de las principales atracciones? Lo atractivo consistía en que de un momento a otro, el espectador tenía la posibilidad de convertirse en protagonista.

Estamos escuchando por todos lados que ya no habrá un retorno a la vida antes de la pandemia, existirá lo que se ha denominado “la nueva normalidad” o “la nueva realidad”. ¿De qué se trata? No lo sabemos, pero sea lo que fuere, te invito a que no seamos espectadores sino más bien protagonistas.

¡Comencemos por nuestras familias! ¡Por favor! No permitamos que un divorcio “en línea” en tan sólo veintinueve minutos, pase a ser la propuesta de esta “nueva normalidad”. Sé protagonista en tu matrimonio. Recupera los valores de la fidelidad y la pureza tan devaluados en este tiempo. Aprende a renunciar y sacrificarte por el otro. Busca caminar en el poder del acuerdo. Sé el mejor amigo de tu cónyuge y si es necesario, busca ayuda, antes que venga otra crisis.

¡Sé protagonista de una nueva realidad con tus hijos! Velos como lo que son: Un regalo muy valioso y una recompensa anticipada, un acto de confianza de parte de Dios que te capacita para ser un excelente papá o una excelente mamá.

Si tus hijos son pequeños, no permitas que la frustración de no saber cómo tenerlos tanto tiempo en casa se convierta en rechazo. Aprovecha para entablar un vínculo fuerte, y hábitos sanos. Si tus hijos son adolescentes enséñales que la felicidad no depende de entrar a un centro comercial a comprar.

Un juego de mesa puede ser un buen aliado para conocerlos más y un excelente disparador para desarrollar tolerancia y aceptación. Si tus hijos son jóvenes, aprovecha para una buena conversación, empatiza con sus sueños y por qué no, acompáñalos en sus proyectos o inclúyelos en los tuyos.

No seas un espectador, baja de las gradas ¡y conviértete en protagonista!

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