/ miércoles 19 de agosto de 2020

Covid-19 y crisis económica, con repercusiones en 2021

Ya son cinco meses de la indomable pandemia Covid-19 en México. Este flagelo, que asola a todas las naciones del mundo, ha dejado una estela de incertidumbre, crisis social y económica.

En México más de 57 mil hogares enlutados. Pero también nos arroja desafíos que podremos superar en un par de años, si aprendemos las lecciones que resultan de nuestra propia experiencia y la de otros países. Y claro, si oportunamente se hacen los ajustes pertinentes a las estrategias de gestión de la contingencia sanitaria y a la política pública para enfrentar la recesión económica que ya se asoma, con la consecuente pérdida de empleos y aumento de la pobreza. La gran apuesta sigue siendo que la crisis sea transitoria y no permanente.

No podemos solos. En tiempos de globalidad, importan el esfuerzo nacional y la cooperación internacional, tanto como las decisiones y acciones de los gobiernos y el involucramiento responsable y disciplinado de la sociedad. Contener la pandemia, empezar una recuperación económica sostenida y defender el empleo, son objetivos complementarios y convergentes.

No son tiempos de “la política del avestruz”. México tiene que actuar con energía en el contexto de realidad y del proceso de configuración de la nueva normalidad que conduce la federación.

En ese esquema la buena noticia de agosto es el anuncio de que en el segundo trimestre de 2021 podremos contar con la vacuna anti Covid-19, que en una acción conjunta de México y Argentina con la Fundación Carlos Slim desarrollan la Farmacéutica Astra Zeneca y la Universidad de Oxford. En lo que interviene el canciller Ebrard genera más confianza que las explicaciones que nos da el vocero y operador de la estrategia de contención de la pandemia, López Gatell. La curva no se aplana.

MÉXICO EN EL ESCENARIO MUNDIAL DE LA PANDEMIA. No lo esperábamos, pero llegó el coronavirus. A tiempo supimos de su aparición en China (diciembre de 2019) y rápida propagación a Europa y Asia, donde algunos países, tomaron medidas tempranas, con buena estrategia y capacidades institucionales, logrando contenerla y disminuir al mínimo sus efectos letales. (Corea del Sur, Alemania, Nueva Zelanda, Dinamarca, Islandia, Bélgica y China entre otros). Pero reaccionamos y actuamos con retraso. No consideramos sus experiencias en el manejo de lo que en el escenario nacional es una epidemia, en la protección de la población vulnerable, con el cierre de escuelas y en las medidas higiénicas y de sana distancia; por ahora, el futuro es incierto aunque se avanza en la reconversión de la infraestructura hospitalaria. El vocero y operador de la estrategia nos da cifras cambiantes a la alza, (en un rango menor de crecimiento semanal de casos). Pero aún no recomienda con contundencia el uso del cubrebocas (¡Increíble! Todavía no convence al presidente de la República).

En el mapa mundial del coronavirus y en las cifras que dan, tanto la OMS como la Universidad John Hopkins, son de contraste entre los países del mundo. Más de 22 millones de casos de contagio y más de 777 mil muertes. En esas cifras, México, con más de 57 mil fallecimientos ocupa el tercer lugar, después de EEUU y Brasil y el 6° entre los casos de contagio con más de 500 mil. Nuestro socio en el TMEC cuenta con más de 5.2 millones de casos y 168 mil decesos.

Durango ya supera los 5 mil positivos y más de 400 decesos, precisando que en el marco de la estrategia del gobierno federal y coordinado con las autoridades de salud, el gobernador Aispuro Torres y el secretario González Romero, realizan acciones adicionales con los municipios para obtener mejores resultados para disminuir la velocidad de contagios y detener el aumento de muertes y mitigar la pobreza.

IMPACTO DE COVID-19 EN LA ECONOMÍA NACIONAL. Pandemia y crisis económica son una terrible combinación que interactúan en un círculo vicioso, que seguirá impactando la vida de los mexicanos los próximos dos años (“optimismo razonable”). En consecuencia, tenemos que aprender a convivir con el coronavirus y a participar en la recuperación de las actividades económicas y sociales, con compromiso personal y familiar (sana distancia, cubrebocas, las medidas higiénicas y en lo posible quédate en casa… son ineludibles). Innegable es que el miedo al Covid-19 inhibe la economía tanto como la afectan las necesarias medidas gubernamentales. El dilema de la protección de la salud aumentando la apertura económica constituye un gran reto nacional y global.

Frente a esa situación esperamos que los gobiernos adopten las decisiones inteligentes y oportunas de política pública de reactivación de la economía, tomando en cuenta la información que generan instituciones mexicanas como INEGI, Coneval, Banco de México, y en Durango Inevap, que ya analizó 10 áreas cruciales impactadas por la contingencia sanitaria (son organismos “técnicos que producen información no contaminada ni descafeinada”), y desde luego, ser receptivos de las señales de organismos internacionales especializados en las materias de salud y economía (ONU, OMS, CEPAL…).

Por ahora, sin entrar en profundidades, consideremos que en México se prevé la mayor caída del PIB en el siglo, en un rango de -8.5 a -10.5. y desde luego no desdeñar el hecho que el colapso económico, trae aparejada la pérdida de empleos y el aumento del número de pobres. INEGI y Coneval ya han dado cifras que son punto de partida para la política pública postpandemia en las materias económica y social. Adelanto dos datos a considerar que apuntaron INEGI y Coneval. Con la pandemia nueve millones de personas pasaron “de pobres a muy pobres” y el sector informal es el más afectado, por el desempleo formal e informal y la reducción de ingresos en las familias. Por otro lado, el IMSS informa que se han perdido más de un millón de puestos de trabajo formal. A reflexión llama también, la nota de que con el interminable Covid-19 aumentó en 22.6 millones el empleo informal. Todo eso con el consiguiente incremento de la desigualdad social y económica.

Por otro lado, no hay que olvidar que el desempleo puede detonar una crisis social y política y se manifiesta el enojo de diversos grupos sociales. El rebrote de esta situación, puede manifestarse en 2021, en el proceso electoral de gran magnitud que se realizará en todo el país. Avivará el debate tanto en el tema de la economía y el desempleo como respecto al manejo gubernamental de la pandemia que ha provocado una crisis global y dislocaciones sociales severas y en México, el hecho es que no se viven tiempos de crecimiento ni de transformación y las finanzas públicas entrarán en una fase de agotamiento. ¿Cómo superar la crisis económica y retomar el ritmo de crecimiento que traíamos antes de la pandemia? Expertos en el tema indican que con una renovada política pública y acciones contundentes, se puede lograr en dos o hasta en una década y nos guste o no nuestra reapertura económica se habrá de alinear a la de EEUU y a la del TMEC. No sólo por las “benditas remesas” y la “ayuda del presidente Trump”, sino porque ya se percibe el desplome de la inversión en un 38.4 por ciento.

Ya son cinco meses de la indomable pandemia Covid-19 en México. Este flagelo, que asola a todas las naciones del mundo, ha dejado una estela de incertidumbre, crisis social y económica.

En México más de 57 mil hogares enlutados. Pero también nos arroja desafíos que podremos superar en un par de años, si aprendemos las lecciones que resultan de nuestra propia experiencia y la de otros países. Y claro, si oportunamente se hacen los ajustes pertinentes a las estrategias de gestión de la contingencia sanitaria y a la política pública para enfrentar la recesión económica que ya se asoma, con la consecuente pérdida de empleos y aumento de la pobreza. La gran apuesta sigue siendo que la crisis sea transitoria y no permanente.

No podemos solos. En tiempos de globalidad, importan el esfuerzo nacional y la cooperación internacional, tanto como las decisiones y acciones de los gobiernos y el involucramiento responsable y disciplinado de la sociedad. Contener la pandemia, empezar una recuperación económica sostenida y defender el empleo, son objetivos complementarios y convergentes.

No son tiempos de “la política del avestruz”. México tiene que actuar con energía en el contexto de realidad y del proceso de configuración de la nueva normalidad que conduce la federación.

En ese esquema la buena noticia de agosto es el anuncio de que en el segundo trimestre de 2021 podremos contar con la vacuna anti Covid-19, que en una acción conjunta de México y Argentina con la Fundación Carlos Slim desarrollan la Farmacéutica Astra Zeneca y la Universidad de Oxford. En lo que interviene el canciller Ebrard genera más confianza que las explicaciones que nos da el vocero y operador de la estrategia de contención de la pandemia, López Gatell. La curva no se aplana.

MÉXICO EN EL ESCENARIO MUNDIAL DE LA PANDEMIA. No lo esperábamos, pero llegó el coronavirus. A tiempo supimos de su aparición en China (diciembre de 2019) y rápida propagación a Europa y Asia, donde algunos países, tomaron medidas tempranas, con buena estrategia y capacidades institucionales, logrando contenerla y disminuir al mínimo sus efectos letales. (Corea del Sur, Alemania, Nueva Zelanda, Dinamarca, Islandia, Bélgica y China entre otros). Pero reaccionamos y actuamos con retraso. No consideramos sus experiencias en el manejo de lo que en el escenario nacional es una epidemia, en la protección de la población vulnerable, con el cierre de escuelas y en las medidas higiénicas y de sana distancia; por ahora, el futuro es incierto aunque se avanza en la reconversión de la infraestructura hospitalaria. El vocero y operador de la estrategia nos da cifras cambiantes a la alza, (en un rango menor de crecimiento semanal de casos). Pero aún no recomienda con contundencia el uso del cubrebocas (¡Increíble! Todavía no convence al presidente de la República).

En el mapa mundial del coronavirus y en las cifras que dan, tanto la OMS como la Universidad John Hopkins, son de contraste entre los países del mundo. Más de 22 millones de casos de contagio y más de 777 mil muertes. En esas cifras, México, con más de 57 mil fallecimientos ocupa el tercer lugar, después de EEUU y Brasil y el 6° entre los casos de contagio con más de 500 mil. Nuestro socio en el TMEC cuenta con más de 5.2 millones de casos y 168 mil decesos.

Durango ya supera los 5 mil positivos y más de 400 decesos, precisando que en el marco de la estrategia del gobierno federal y coordinado con las autoridades de salud, el gobernador Aispuro Torres y el secretario González Romero, realizan acciones adicionales con los municipios para obtener mejores resultados para disminuir la velocidad de contagios y detener el aumento de muertes y mitigar la pobreza.

IMPACTO DE COVID-19 EN LA ECONOMÍA NACIONAL. Pandemia y crisis económica son una terrible combinación que interactúan en un círculo vicioso, que seguirá impactando la vida de los mexicanos los próximos dos años (“optimismo razonable”). En consecuencia, tenemos que aprender a convivir con el coronavirus y a participar en la recuperación de las actividades económicas y sociales, con compromiso personal y familiar (sana distancia, cubrebocas, las medidas higiénicas y en lo posible quédate en casa… son ineludibles). Innegable es que el miedo al Covid-19 inhibe la economía tanto como la afectan las necesarias medidas gubernamentales. El dilema de la protección de la salud aumentando la apertura económica constituye un gran reto nacional y global.

Frente a esa situación esperamos que los gobiernos adopten las decisiones inteligentes y oportunas de política pública de reactivación de la economía, tomando en cuenta la información que generan instituciones mexicanas como INEGI, Coneval, Banco de México, y en Durango Inevap, que ya analizó 10 áreas cruciales impactadas por la contingencia sanitaria (son organismos “técnicos que producen información no contaminada ni descafeinada”), y desde luego, ser receptivos de las señales de organismos internacionales especializados en las materias de salud y economía (ONU, OMS, CEPAL…).

Por ahora, sin entrar en profundidades, consideremos que en México se prevé la mayor caída del PIB en el siglo, en un rango de -8.5 a -10.5. y desde luego no desdeñar el hecho que el colapso económico, trae aparejada la pérdida de empleos y el aumento del número de pobres. INEGI y Coneval ya han dado cifras que son punto de partida para la política pública postpandemia en las materias económica y social. Adelanto dos datos a considerar que apuntaron INEGI y Coneval. Con la pandemia nueve millones de personas pasaron “de pobres a muy pobres” y el sector informal es el más afectado, por el desempleo formal e informal y la reducción de ingresos en las familias. Por otro lado, el IMSS informa que se han perdido más de un millón de puestos de trabajo formal. A reflexión llama también, la nota de que con el interminable Covid-19 aumentó en 22.6 millones el empleo informal. Todo eso con el consiguiente incremento de la desigualdad social y económica.

Por otro lado, no hay que olvidar que el desempleo puede detonar una crisis social y política y se manifiesta el enojo de diversos grupos sociales. El rebrote de esta situación, puede manifestarse en 2021, en el proceso electoral de gran magnitud que se realizará en todo el país. Avivará el debate tanto en el tema de la economía y el desempleo como respecto al manejo gubernamental de la pandemia que ha provocado una crisis global y dislocaciones sociales severas y en México, el hecho es que no se viven tiempos de crecimiento ni de transformación y las finanzas públicas entrarán en una fase de agotamiento. ¿Cómo superar la crisis económica y retomar el ritmo de crecimiento que traíamos antes de la pandemia? Expertos en el tema indican que con una renovada política pública y acciones contundentes, se puede lograr en dos o hasta en una década y nos guste o no nuestra reapertura económica se habrá de alinear a la de EEUU y a la del TMEC. No sólo por las “benditas remesas” y la “ayuda del presidente Trump”, sino porque ya se percibe el desplome de la inversión en un 38.4 por ciento.