/ sábado 11 de septiembre de 2021

Crece el odio por la ineptocracia

Estamos viviendo una época en la que, una determinada parte de nuestra sociedad acata lo que les dice su líder o su gremio, pero si lo que se transmite se hace buscando la sensación o el morbo, causa mayor interés, se capta y hasta se obedece, para lo cual se busca un hecho y tratar de culpar a alguien de algo.

Así como las ideologías de, dividir para vencer han sido y son utilizadas por muchos, de igual manera las estrategias de odio o enfrentamiento, se han puesto en popularidad, provocadas en la desigualdad de clases, con el binomio superioridad–inferioridad, culpando siempre al rico como opresor del pobre, obteniendo con ello un resentimiento social, como lo señalé anteriormente en uno de mis anteriores artículos, que además indicaba que los resentidos unidos ya habían nombrado su presidente, pero él se está empeñando en implementar una ideología de odio, de rencor, de enfrentamiento y de división.

El novelista y cronista francés, Jean d'Ormesson, quien fuera miembro de la Academia Francesa. modesto en su forma de vida, que se jactaba que no usaba reloj, no tenía fax, ni computadora ni celular, quien al parecer fue el primero en usar la palabra “ineptocracia”, señalando categóricamente que:

“La ineptocracia es el sistema de gobierno en el que los menos preparados para gobernar son elegidos por los menor preparados para producir y los más incapaces para triunfar, mientras los más vagos y menos preparados para crear riquezas y procurarse sustento son los grandes beneficiados del sistema, regalados con bienes y servicios pagados con los impuestos confiscatorios e injustos que padecen y soportan los mejores”. Suponiendo con lo señalado que, antes de morir, estaba prediciendo el sistema actual de nuestro gobierno federal, en donde creo, no le falta ni una coma.

Los que tenemos interés por el rumbo de nuestra sociedad y nuestro país, estamos atentos, a considerar lo que se dice por los gobernantes, destacando enormemente el cinismo con el cual se manifiestan récords inexistentes, que exhiben con más claridad la ineptitud de sus dirigentes, siendo lamentable completamente que, un país con riquezas naturales no pueda desarrollarse por la falta de disciplina y educación de un pueblo “bueno y sabio”, y por la corrupción e ineptitud de nuestros dirigentes.

Que exista la falta de conocimiento de una sociedad que se encuentre consciente de la realidad del país, y que la lealtad de un proyecto político que los haya deslumbrado con promesas deseables, pero infantiles e imposibles de viabilidad, ahora sean también cómplices de sus líderes, aplaudiendo y defendiendo torpemente las mentiras que dice, provocando divisiones, odios, resentimientos, divagaciones, gastando indebidamente y sin ningún beneficios más que al líder, pretextando y culpando siempre a otros.

Valientes, firmes y enérgicas las declaraciones de Jaime Cárdenas, en su carta de renuncia al Instituto para Devolver al Pueblo lo Robado, indicando que no es que estuviera en desacuerdo con el proyecto de Gobierno, sino que se le pidió hacer cosas ilegales o con procedimientos incorrectos.

Es necesario que quien esté al frente de la Presidencia, se dé cuenta fehacientemente, que no es el dueño del país, que tenemos leyes previamente establecidas que siempre es necesario observar y que, no por el ser el presidente, pase por alto sus normas y discuta torpemente, el poder pagar deuda con las remesas del Banco Nacional, porque la ley no lo faculta así; que su pueblo bueno y sabio, aunque de leales ya sean sus cómplices, no los considere como sus mascotas o solovinos, aunque a ellos no les disguste o le reclamen.

Desgraciadamente, se ha estado tolerando a un gobierno de ocurrencias, lleno de distractores con erogaciones inmensas de dinero, que no dejan ningún provecho al país, pero el divisionismo, odio y mentiras que se difunden diariamente, radicalizarán más la división de clases y el odio cundirá más, a causa de la evidente ineptocracia.

Estamos viviendo una época en la que, una determinada parte de nuestra sociedad acata lo que les dice su líder o su gremio, pero si lo que se transmite se hace buscando la sensación o el morbo, causa mayor interés, se capta y hasta se obedece, para lo cual se busca un hecho y tratar de culpar a alguien de algo.

Así como las ideologías de, dividir para vencer han sido y son utilizadas por muchos, de igual manera las estrategias de odio o enfrentamiento, se han puesto en popularidad, provocadas en la desigualdad de clases, con el binomio superioridad–inferioridad, culpando siempre al rico como opresor del pobre, obteniendo con ello un resentimiento social, como lo señalé anteriormente en uno de mis anteriores artículos, que además indicaba que los resentidos unidos ya habían nombrado su presidente, pero él se está empeñando en implementar una ideología de odio, de rencor, de enfrentamiento y de división.

El novelista y cronista francés, Jean d'Ormesson, quien fuera miembro de la Academia Francesa. modesto en su forma de vida, que se jactaba que no usaba reloj, no tenía fax, ni computadora ni celular, quien al parecer fue el primero en usar la palabra “ineptocracia”, señalando categóricamente que:

“La ineptocracia es el sistema de gobierno en el que los menos preparados para gobernar son elegidos por los menor preparados para producir y los más incapaces para triunfar, mientras los más vagos y menos preparados para crear riquezas y procurarse sustento son los grandes beneficiados del sistema, regalados con bienes y servicios pagados con los impuestos confiscatorios e injustos que padecen y soportan los mejores”. Suponiendo con lo señalado que, antes de morir, estaba prediciendo el sistema actual de nuestro gobierno federal, en donde creo, no le falta ni una coma.

Los que tenemos interés por el rumbo de nuestra sociedad y nuestro país, estamos atentos, a considerar lo que se dice por los gobernantes, destacando enormemente el cinismo con el cual se manifiestan récords inexistentes, que exhiben con más claridad la ineptitud de sus dirigentes, siendo lamentable completamente que, un país con riquezas naturales no pueda desarrollarse por la falta de disciplina y educación de un pueblo “bueno y sabio”, y por la corrupción e ineptitud de nuestros dirigentes.

Que exista la falta de conocimiento de una sociedad que se encuentre consciente de la realidad del país, y que la lealtad de un proyecto político que los haya deslumbrado con promesas deseables, pero infantiles e imposibles de viabilidad, ahora sean también cómplices de sus líderes, aplaudiendo y defendiendo torpemente las mentiras que dice, provocando divisiones, odios, resentimientos, divagaciones, gastando indebidamente y sin ningún beneficios más que al líder, pretextando y culpando siempre a otros.

Valientes, firmes y enérgicas las declaraciones de Jaime Cárdenas, en su carta de renuncia al Instituto para Devolver al Pueblo lo Robado, indicando que no es que estuviera en desacuerdo con el proyecto de Gobierno, sino que se le pidió hacer cosas ilegales o con procedimientos incorrectos.

Es necesario que quien esté al frente de la Presidencia, se dé cuenta fehacientemente, que no es el dueño del país, que tenemos leyes previamente establecidas que siempre es necesario observar y que, no por el ser el presidente, pase por alto sus normas y discuta torpemente, el poder pagar deuda con las remesas del Banco Nacional, porque la ley no lo faculta así; que su pueblo bueno y sabio, aunque de leales ya sean sus cómplices, no los considere como sus mascotas o solovinos, aunque a ellos no les disguste o le reclamen.

Desgraciadamente, se ha estado tolerando a un gobierno de ocurrencias, lleno de distractores con erogaciones inmensas de dinero, que no dejan ningún provecho al país, pero el divisionismo, odio y mentiras que se difunden diariamente, radicalizarán más la división de clases y el odio cundirá más, a causa de la evidente ineptocracia.