/ sábado 18 de julio de 2020

¿Cuál de los once gobernadores salvará al país?

Sin duda, la reunión interestatal Covid-19 celebrada en Durango hace unos días resultó interesante por los acuerdos a los que se llegaron en materia fiscal y lo que se dijo en la rueda de prensa donde estuvieron los gobernadores de Durango, Aguascalientes, Coahuila, Colima, Chihuahua, Guanajuato, Jalisco, Michoacán, Nuevo León, Tamaulipas y San Luis Potosí. La reunión se convirtió en unas de cal por unas de arena. Hubo de todo, desde temas hacendarios y pronunciamientos políticos, faltaba más, sobraba menos. Las cabezas visibles de esta unión de gobernadores son, hasta donde se pudo ver, Silvano Auroles, Jaime Heliodoro Rodríguez Calderón, Enrique Alfaro Ramírez y Francisco García Cabeza de Vaca.

Se habló de revisar el Sistema Nacional de Coordinación Fiscal y convocar a una Convención Nacional Hacendaria. Es bueno recordar que la última que se realizó fue en los tiempos de Vicente Fox, y que resultó un rotundo fracaso. Eso se podría justificar si viviéramos la bonanza de los excedentes petroleros, los cuales hasta la fecha no sabemos dónde quedaron. El famoso Pacto Fiscal vigente data del año de 1978, cuando José López Portillo era el presidente de la República, y ya que hablamos de mujeres y traiciones, López Portillo pidió a los mexicanos preparanos “para administrar la riqueza”. Los mexicanos, aunque los políticos no crean, estamos preparados para muchas cosas, y a 40 años de distancia, seguimos esperando la riqueza que se nos prometió. ¿Fue López Portillo, como él se definió, el último presidente de la Revolución Mexicana? ¿y Peña Nieto el último presidente neoliberal? Ironías del destino, los dos del PRI.

Salirse del Pacto Fiscal no es muy complicado. El artículo 10 de la Ley Fiscal establece los mecanismos para que los estados se adhieran o dejen de pertenecer al Pacto, esto se hace, a través de los congresos locales. Dichos congresos tienen que hacer de su conocimiento a la Secretaría de Hacienda y podrán seguir participando en los impuestos especiales, como lo establece el inciso 5, fracción XXIX del artículo 73 de la Constitución Federal. Pero como en este país todo se politiza, la reunión interestatal Covid-19 no podía ser la excepción. Como Mónico de Luna, “fue el que la mecha encendió” Silvano Aureoles. Como tiene calidad moral, lanzó la primera piedra: “de esta unión de gobernadores saldrá algo muy bueno para salvar a México”. ¿Serán los vengadores de Peña Nieto que no pudo salvar al país, como pronosticó una revista en Estados Unidos? Tal vez el gobernador de Michoacán no pueda salvar ni a su estado, pero sí podrá ser el maestro de historia de López Obrador, al que acusa de ignorante y, ya encarrerado el gato, compara a López-Gatell con “Cantinflas”.

Al parecer, en la rueda de prensa, a Silvano y al “Bronco” se les cruzaron los cables. Un reportero les preguntó, ¿esta unión de gobernadores no sería en realidad una alianza para el proceso electoral de 2021? Si Aureoles había dicho que salvarían a México, el “Bronco”, muy a su estilo, respondió: “sepa la chingada, no sabemos si llegaremos vivos al 2021”. Esa es la diferencia entre el gobernador de Michoacán y el de Nuevo León. A la patria la salvaremos todos, si se olvidan de la lucha por el poder tan solo un instante. El problema del pacto fiscal tiene solución, ya un gobernador propuso que en lugar del 80-20, sean 70 para la federación, 20 para los estados y 10 para los municipios de cada peso. Sin temor a equivocarnos, el Presidente de la República escuchará a todos los gobernadores del país para cambiar el Pacto Fiscal. Sólo será cuestión, en su momento, de reformas a la Constitución Política.

Sin duda, la reunión interestatal Covid-19 celebrada en Durango hace unos días resultó interesante por los acuerdos a los que se llegaron en materia fiscal y lo que se dijo en la rueda de prensa donde estuvieron los gobernadores de Durango, Aguascalientes, Coahuila, Colima, Chihuahua, Guanajuato, Jalisco, Michoacán, Nuevo León, Tamaulipas y San Luis Potosí. La reunión se convirtió en unas de cal por unas de arena. Hubo de todo, desde temas hacendarios y pronunciamientos políticos, faltaba más, sobraba menos. Las cabezas visibles de esta unión de gobernadores son, hasta donde se pudo ver, Silvano Auroles, Jaime Heliodoro Rodríguez Calderón, Enrique Alfaro Ramírez y Francisco García Cabeza de Vaca.

Se habló de revisar el Sistema Nacional de Coordinación Fiscal y convocar a una Convención Nacional Hacendaria. Es bueno recordar que la última que se realizó fue en los tiempos de Vicente Fox, y que resultó un rotundo fracaso. Eso se podría justificar si viviéramos la bonanza de los excedentes petroleros, los cuales hasta la fecha no sabemos dónde quedaron. El famoso Pacto Fiscal vigente data del año de 1978, cuando José López Portillo era el presidente de la República, y ya que hablamos de mujeres y traiciones, López Portillo pidió a los mexicanos preparanos “para administrar la riqueza”. Los mexicanos, aunque los políticos no crean, estamos preparados para muchas cosas, y a 40 años de distancia, seguimos esperando la riqueza que se nos prometió. ¿Fue López Portillo, como él se definió, el último presidente de la Revolución Mexicana? ¿y Peña Nieto el último presidente neoliberal? Ironías del destino, los dos del PRI.

Salirse del Pacto Fiscal no es muy complicado. El artículo 10 de la Ley Fiscal establece los mecanismos para que los estados se adhieran o dejen de pertenecer al Pacto, esto se hace, a través de los congresos locales. Dichos congresos tienen que hacer de su conocimiento a la Secretaría de Hacienda y podrán seguir participando en los impuestos especiales, como lo establece el inciso 5, fracción XXIX del artículo 73 de la Constitución Federal. Pero como en este país todo se politiza, la reunión interestatal Covid-19 no podía ser la excepción. Como Mónico de Luna, “fue el que la mecha encendió” Silvano Aureoles. Como tiene calidad moral, lanzó la primera piedra: “de esta unión de gobernadores saldrá algo muy bueno para salvar a México”. ¿Serán los vengadores de Peña Nieto que no pudo salvar al país, como pronosticó una revista en Estados Unidos? Tal vez el gobernador de Michoacán no pueda salvar ni a su estado, pero sí podrá ser el maestro de historia de López Obrador, al que acusa de ignorante y, ya encarrerado el gato, compara a López-Gatell con “Cantinflas”.

Al parecer, en la rueda de prensa, a Silvano y al “Bronco” se les cruzaron los cables. Un reportero les preguntó, ¿esta unión de gobernadores no sería en realidad una alianza para el proceso electoral de 2021? Si Aureoles había dicho que salvarían a México, el “Bronco”, muy a su estilo, respondió: “sepa la chingada, no sabemos si llegaremos vivos al 2021”. Esa es la diferencia entre el gobernador de Michoacán y el de Nuevo León. A la patria la salvaremos todos, si se olvidan de la lucha por el poder tan solo un instante. El problema del pacto fiscal tiene solución, ya un gobernador propuso que en lugar del 80-20, sean 70 para la federación, 20 para los estados y 10 para los municipios de cada peso. Sin temor a equivocarnos, el Presidente de la República escuchará a todos los gobernadores del país para cambiar el Pacto Fiscal. Sólo será cuestión, en su momento, de reformas a la Constitución Política.