Hace mucho que los que votan lo hacen más por las personas que por los partidos; votan por los que piensan que los pueden ayudar en las cosas concretas, en la salud, en sus barrios y colonias que ya son más de 400 en la capital, en sus calles y centros deportivos y espacios para la cultura, en las posibilidades de animar a los empresarios a invertir.
Y qué bueno que Gonzalo dejará la demagogia, porque ya nos tenía aburridos repitiendo una y otra vez lo que dice Andrés Manuel López Obrador sin darle contexto y ahora pasará a la realidad del día a día, él que conoce Durango como pocos y casi llegó a gobernador, lo cual ahora podría lograr si en realidad logra escuchar y trabajar en equipo.
Lo primero que tiene que hacer es formar un grupo de campaña plural, con todos los sectores, con comités de barrios solidarios, que sean capaces de crear un buen ambiente y definir las necesidades en la capital, haciendo que las autoridades cumplan con sus promesas.
Y Gonzalo conoce el municipio como pocos, pero ahora requiere escuchar más que hablar, ya que fue uno de los mejores alcaldes que hemos tenido y lo podrá hacer mejor y ahora sí llegar a la gubernatura con el apoyo del gobierno federal, como le sucedió la vez pasada y eso no fue negativo sino lo mejor que le pudo pasar, ya que sin recursos no se puede trabajar.
Con el caos político que existe en Durango, con más razón Gonzalo necesita realizar una campaña muy cuidadosa, sabiendo que la gente necesita comités muy bien organizados que reúnan medicinas, crear canchas deportivas por todos lados y casas de la cultura, que cumplan con sus alternativas básicas, que les den bienestar y los unan, que los conviertan en comunidades fuertes, no en familias sueltas y débiles, que vean que tienen autoridades que los representan y los protegen.
Los ciudadanos quieren hechos y no propaganda y las promesas de siempre que se repitan cada campaña.
Y sin caer en el error de las guerras sucias que son pura pérdida de tiempo.
Gonzalo tiene el currículum adecuado para ser alcalde y gobernador de Durango, la experiencia y el conocimiento del estado, no se diga del municipio, y eso es lo que le importará a los que voten, respetando las aspiraciones de los demás.
Lo que menos le importa a la gente son las ambiciones personales de los políticos, sino sus necesidades básicas, y que los empresarios cumplan con las funciones para las que dicen están destinados: crear empleos, y al municipio establecer las condiciones para que lo hagan. Que en realidad se cumpla con su función. Así cambiará Durango, y Gonzalo puede hacerlo, si en realidad se convierte en el líder y el administrador que el municipio necesita.
Así están las cosas por el lado de Gonzalo, y así estarán en los próximos días y las próximas semanas, en el provenir de Durango.
