/ sábado 18 de junio de 2022

Cúbranse de la violencia

Si la violencia es el uso de la fuerza o del abuso del poder en forma intencional para dominar a alguien o imponer algo, puedo afirmar que, por todas partes estamos viviendo un clima de violencia, que se contagia, se contamina y hasta se invita a participar de ella.

Los juegos de futbol son evidentes para que exista, pero lo que desgraciadamente ha pululado en varios lugares de nuestro país además que la violencia física, la psicológica, la laboral, la sexual, la familiar, aparece la modalidad de la violencia Institucional, que se refiere a cualquier uso de poder o fuera en forma indebida, por parte de los funcionarios públicos o también privados, que se encuentran sujetos a la orden del gobierno, que pretenden violentar los derechos humanos, restringiendo autonomías y todo tipo de libertades.

Se indica que el alcoholismo y la drogadicción son las principales causales de la violencia, pero sucede también, cuando también es contaminada, que pudiera llamarse así, tratándose de los linchamientos, fenómeno que se ha venido registrando por lo regular en los pueblos buenos y sabios, como el sucedido en Huachinango, Puebla este viernes 10 de junio, que arrebataron la vida del joven licenciado y asesor del Congreso federal, Daniel Picazo, debido al rumor de los habitantes buenos y sabios, de que el joven profesionista trataba de meter a un menor a su furgoneta y, sin mediar explicaciones de ningún tipo, lo llevaron a las canchas deportivas, lo rociaron de gasolina y lo quemaron.

Los linchamientos han estado sucediendo en varias partes de la República, destacándose los estados de Oaxaca, Morelos y Puebla donde algunas comunidades se toman la justicia por su mano cuando son víctimas de algún delito o sospechan de ello. Son poblaciones por lo general aisladas donde la justicia tarda en llegar o no existe y en algunos casos, un suceso lamentable acaba teniendo consecuencias terribles debido a las turbas que se organizan para tomarse venganza.

No obstante, los Códigos de Ética que dice el gobierno federal se han incrementado en los pueblos buenos y sabios, la violencia se desliza por el rumor y sin mediar explicación alguna se procede a los más ruines de los sacrificios como en la época de las cavernas, pero que, al parecer son parte ya, de los pueblos buenos y sabios de nuestro país.

Claro que es sumamente grave la existencia de los linchamientos en los pueblos buenos y sabios, pero al parecer, por videos y noticias sabemos, que ni la Guardia Nacional, ni el Ejército, responden a las violencias manifiestas de los grupos armados.

Tan sólo este 14 de junio, desde las diez de la mañana, hasta las tres de la tarde, un grupo de encapuchados en San Cristóbal de las Casas, luciendo sus armas largas en los supermercados y otros comercios, lanzando disparos y al parecer con mayor superioridad que los policías a quienes los ciudadanos les suplicaban: “¿Por qué no van a enfrentarlos? ¿Por qué nos dejan solos?”.

Ese mismo día, integrantes de la familia michoacana, dejó diez muertos en Texcaltitlán, Edomex. Que, de acuerdo al informe oficial, se indica que, personal de la Fiscalía Estatal se encontraba realizando un operativo en Texcaltitlán para inhibir las actividades de la delincuencia organizada, cuando fueron interceptados por un grupo armado que abrió fuego contra los elementos de dicha institución.

Posiblemente se pueda hablar muchísimo más de los la violencia que está invadiendo nuestro país por todas partes, resaltando la violencia que se ejercen sobre las fuerzas armadas del país, los integrantes del crimen organizado, que por estar protegidos les profieren toda serie de insultos y actos de barbarie, que aceptan los militares por estar así ordenado.

Si la violencia es el uso de la fuerza o del abuso del poder en forma intencional para dominar a alguien o imponer algo, puedo afirmar que, por todas partes estamos viviendo un clima de violencia, que se contagia, se contamina y hasta se invita a participar de ella.

Los juegos de futbol son evidentes para que exista, pero lo que desgraciadamente ha pululado en varios lugares de nuestro país además que la violencia física, la psicológica, la laboral, la sexual, la familiar, aparece la modalidad de la violencia Institucional, que se refiere a cualquier uso de poder o fuera en forma indebida, por parte de los funcionarios públicos o también privados, que se encuentran sujetos a la orden del gobierno, que pretenden violentar los derechos humanos, restringiendo autonomías y todo tipo de libertades.

Se indica que el alcoholismo y la drogadicción son las principales causales de la violencia, pero sucede también, cuando también es contaminada, que pudiera llamarse así, tratándose de los linchamientos, fenómeno que se ha venido registrando por lo regular en los pueblos buenos y sabios, como el sucedido en Huachinango, Puebla este viernes 10 de junio, que arrebataron la vida del joven licenciado y asesor del Congreso federal, Daniel Picazo, debido al rumor de los habitantes buenos y sabios, de que el joven profesionista trataba de meter a un menor a su furgoneta y, sin mediar explicaciones de ningún tipo, lo llevaron a las canchas deportivas, lo rociaron de gasolina y lo quemaron.

Los linchamientos han estado sucediendo en varias partes de la República, destacándose los estados de Oaxaca, Morelos y Puebla donde algunas comunidades se toman la justicia por su mano cuando son víctimas de algún delito o sospechan de ello. Son poblaciones por lo general aisladas donde la justicia tarda en llegar o no existe y en algunos casos, un suceso lamentable acaba teniendo consecuencias terribles debido a las turbas que se organizan para tomarse venganza.

No obstante, los Códigos de Ética que dice el gobierno federal se han incrementado en los pueblos buenos y sabios, la violencia se desliza por el rumor y sin mediar explicación alguna se procede a los más ruines de los sacrificios como en la época de las cavernas, pero que, al parecer son parte ya, de los pueblos buenos y sabios de nuestro país.

Claro que es sumamente grave la existencia de los linchamientos en los pueblos buenos y sabios, pero al parecer, por videos y noticias sabemos, que ni la Guardia Nacional, ni el Ejército, responden a las violencias manifiestas de los grupos armados.

Tan sólo este 14 de junio, desde las diez de la mañana, hasta las tres de la tarde, un grupo de encapuchados en San Cristóbal de las Casas, luciendo sus armas largas en los supermercados y otros comercios, lanzando disparos y al parecer con mayor superioridad que los policías a quienes los ciudadanos les suplicaban: “¿Por qué no van a enfrentarlos? ¿Por qué nos dejan solos?”.

Ese mismo día, integrantes de la familia michoacana, dejó diez muertos en Texcaltitlán, Edomex. Que, de acuerdo al informe oficial, se indica que, personal de la Fiscalía Estatal se encontraba realizando un operativo en Texcaltitlán para inhibir las actividades de la delincuencia organizada, cuando fueron interceptados por un grupo armado que abrió fuego contra los elementos de dicha institución.

Posiblemente se pueda hablar muchísimo más de los la violencia que está invadiendo nuestro país por todas partes, resaltando la violencia que se ejercen sobre las fuerzas armadas del país, los integrantes del crimen organizado, que por estar protegidos les profieren toda serie de insultos y actos de barbarie, que aceptan los militares por estar así ordenado.