/ viernes 2 de agosto de 2019

Datos que los legisladores deberían conocer

Por el año de 2016, este prestigiado matutino me hizo el favor de publicar un artículo que intitulé “Año de 1940, fecha en que se legalizó la droga en México”, en el que me permito mencionar cómo el médico investigador Leopoldo Salazar Viniegra, quien se desempeñaba como director del Departamento de Salud Pública, daba a conocer las propiedades curativas de algunas de las drogas.

Logró que el entonces presidente de la república Lázaro Cárdenas, el día 17 de febrero del año de 1940, que coincidía con el último año de su mandato, emitiera un decreto publicado en el Diario Oficial por el cual legalizaba las drogas, pretendiendo con esto, crear un monopolio para la venta de fármacos prohibidos, pero con la idea primordial de distribuirlos también a los adictos a su costo y de esa manera evitar la proliferación del narcotráfico.

Como era de rigor, me imagino que actualmente también, dicho proyecto de utilizar las drogas para la producción de fármacos, así como para monopolizarlos y venderlos a los adictos al precio que corresponde, se presentó al gobierno de Estados Unidos, señalando incluso que también era una medida para que se dejara de traficar con la droga y eliminar la corrupción de los funcionarios y las policías, lo que indignó gravemente a Washington, arguyendo que dicha legalización sería un peligro latente para su país, realizando comentarios adversos a lo investigado por el doctor Salazar Viniegra, solicitando incluso la remoción del investigador de la Dirección del Departamento de Salud.

No obstante, nuestro país autorizó el día 17 de febrero del año indicado, el nuevo reglamento que autorizaba a los profesionales de la medicina proporcionar drogas a los adictos, principalmente morfina, droga que hasta en las boticas se vendía en forma clandestina y el precio en el que era vendida estaría entonces supervisada por un funcionario del Departamento de Salud. Para que esto se pudiera surtir en forma correcta, se requería receta médica y que el adicto contara con un número de registro.

Al constatar Estados Unidos la legalización de las drogas y ventas que se realizaban debidamente autorizadas por el decreto referido, solicitó en forma diplomática ante la Oficina Central Permanente de Opio de Ginebra Suiza, la imposición de un embargo de cualquier medicamento a nuestro país, uniéndose esta solicitud del poderoso varios países, pero E.U. no contento nada más con eso, solicitó la remoción del doctor Salazar Viniegra al cargo de director del Departamento de Salud, provocando todo esto una escasez de narcóticos y medicamentos, existiendo entonces la necesidad de suspender la reglamentación de la legalización de las drogas, publicándose el día 3 de julio del mismo año de 1940, en el Diario Oficial de la Federación, la suspensión del Reglamento Federal de Toxicomanía.

Desde hace ya algunos años que en Estados Unidos se usan las drogas prohibidas en nuestro país y de las que mismo Estados Unidos se opuso que hubiera investigaciones con ellas para la elaboración de medicamentos, pero incluso ya existen Estados dentro de la Unión Norteamericana que usan la mariguana en forma recreativa, sin embargo, al doctor Leopoldo Salazar Viniegra no se le ha expresado una disculpa ni un reconocimiento, no obstante que, hasta de su trabajo fue removido y quien gracias a su trabajo, quizás el mismo Estados Unidos haya encontrado las fórmulas para los medicamentos apropiados a base de drogas prohibidas y para la curación de diversas enfermedades.

Sólo en la Universidad Complutense de Madrid, la investigadora Araceli Manjón Cabeza Olmeda ha continuado con los estudios que en alguna ocasión realizó el doctor Leopoldo Salazar Viniegra, con base en los documentos que alberga la Biblioteca General de la UNAM.

Por supuesto que si se hubieran monopolizado las drogas por parte del gobierno federal, desde aquel año de 1940, dosificando a los adictos mediante recetas médicas, las mafias de los narcotraficantes no serían tales, tan poderosas y sanguinarias, cuya legalización en los Estados Unidos también consideró que era una buena forma para eliminar la proliferación de las mafias de los narcóticos.

No creo que nuestros eminentes legisladores conozcan de estos datos, pues para ellos tiene mayor importancia alargar periodos gubernamentales como en la Ley Bonilla, o darle un revés a las garantías individuales consagradas en nuestra máxima Ley, como ha sido la autorización de la privación de la libertad a las personas, aunque no hayan sido juzgadas y condenadas por algún delito cometido; el quitarle los bienes a cualquiera sin haber sido juzgados y considerados culpables de los quebrantamientos por los cuales se les señala; prohibir en un determinado lugar de la república como es Tabasco, las marchas o los bloqueos, imponiendo penas sumamente severas para quienes impidan la ejecución de obras públicas, como la conocida “Ley Garrote” que este día toma vigencia; algo de lo que era experto en sus organizaciones, nuestro ahora presidente de la república, pero como buen izquierdista, ahora no le conviene y hasta la manda castigar.

Me imagino que se trata de legisladores emanados del pueblo bueno y sabio, que solo elaboran leyes a lo tarugo sin tener conocimiento jurídico alguno, pero mucho menos de los datos históricos relevantes en los que nuestro país era pionero, y que, por la fuerza del poderoso, sus avances y proyectos terminaron en frustración, pero eso sí, a pesar de no estar de acuerdo o ignorar de qué se trata, autorizan y emiten leyes que les indica ya saben quién.

Por el año de 2016, este prestigiado matutino me hizo el favor de publicar un artículo que intitulé “Año de 1940, fecha en que se legalizó la droga en México”, en el que me permito mencionar cómo el médico investigador Leopoldo Salazar Viniegra, quien se desempeñaba como director del Departamento de Salud Pública, daba a conocer las propiedades curativas de algunas de las drogas.

Logró que el entonces presidente de la república Lázaro Cárdenas, el día 17 de febrero del año de 1940, que coincidía con el último año de su mandato, emitiera un decreto publicado en el Diario Oficial por el cual legalizaba las drogas, pretendiendo con esto, crear un monopolio para la venta de fármacos prohibidos, pero con la idea primordial de distribuirlos también a los adictos a su costo y de esa manera evitar la proliferación del narcotráfico.

Como era de rigor, me imagino que actualmente también, dicho proyecto de utilizar las drogas para la producción de fármacos, así como para monopolizarlos y venderlos a los adictos al precio que corresponde, se presentó al gobierno de Estados Unidos, señalando incluso que también era una medida para que se dejara de traficar con la droga y eliminar la corrupción de los funcionarios y las policías, lo que indignó gravemente a Washington, arguyendo que dicha legalización sería un peligro latente para su país, realizando comentarios adversos a lo investigado por el doctor Salazar Viniegra, solicitando incluso la remoción del investigador de la Dirección del Departamento de Salud.

No obstante, nuestro país autorizó el día 17 de febrero del año indicado, el nuevo reglamento que autorizaba a los profesionales de la medicina proporcionar drogas a los adictos, principalmente morfina, droga que hasta en las boticas se vendía en forma clandestina y el precio en el que era vendida estaría entonces supervisada por un funcionario del Departamento de Salud. Para que esto se pudiera surtir en forma correcta, se requería receta médica y que el adicto contara con un número de registro.

Al constatar Estados Unidos la legalización de las drogas y ventas que se realizaban debidamente autorizadas por el decreto referido, solicitó en forma diplomática ante la Oficina Central Permanente de Opio de Ginebra Suiza, la imposición de un embargo de cualquier medicamento a nuestro país, uniéndose esta solicitud del poderoso varios países, pero E.U. no contento nada más con eso, solicitó la remoción del doctor Salazar Viniegra al cargo de director del Departamento de Salud, provocando todo esto una escasez de narcóticos y medicamentos, existiendo entonces la necesidad de suspender la reglamentación de la legalización de las drogas, publicándose el día 3 de julio del mismo año de 1940, en el Diario Oficial de la Federación, la suspensión del Reglamento Federal de Toxicomanía.

Desde hace ya algunos años que en Estados Unidos se usan las drogas prohibidas en nuestro país y de las que mismo Estados Unidos se opuso que hubiera investigaciones con ellas para la elaboración de medicamentos, pero incluso ya existen Estados dentro de la Unión Norteamericana que usan la mariguana en forma recreativa, sin embargo, al doctor Leopoldo Salazar Viniegra no se le ha expresado una disculpa ni un reconocimiento, no obstante que, hasta de su trabajo fue removido y quien gracias a su trabajo, quizás el mismo Estados Unidos haya encontrado las fórmulas para los medicamentos apropiados a base de drogas prohibidas y para la curación de diversas enfermedades.

Sólo en la Universidad Complutense de Madrid, la investigadora Araceli Manjón Cabeza Olmeda ha continuado con los estudios que en alguna ocasión realizó el doctor Leopoldo Salazar Viniegra, con base en los documentos que alberga la Biblioteca General de la UNAM.

Por supuesto que si se hubieran monopolizado las drogas por parte del gobierno federal, desde aquel año de 1940, dosificando a los adictos mediante recetas médicas, las mafias de los narcotraficantes no serían tales, tan poderosas y sanguinarias, cuya legalización en los Estados Unidos también consideró que era una buena forma para eliminar la proliferación de las mafias de los narcóticos.

No creo que nuestros eminentes legisladores conozcan de estos datos, pues para ellos tiene mayor importancia alargar periodos gubernamentales como en la Ley Bonilla, o darle un revés a las garantías individuales consagradas en nuestra máxima Ley, como ha sido la autorización de la privación de la libertad a las personas, aunque no hayan sido juzgadas y condenadas por algún delito cometido; el quitarle los bienes a cualquiera sin haber sido juzgados y considerados culpables de los quebrantamientos por los cuales se les señala; prohibir en un determinado lugar de la república como es Tabasco, las marchas o los bloqueos, imponiendo penas sumamente severas para quienes impidan la ejecución de obras públicas, como la conocida “Ley Garrote” que este día toma vigencia; algo de lo que era experto en sus organizaciones, nuestro ahora presidente de la república, pero como buen izquierdista, ahora no le conviene y hasta la manda castigar.

Me imagino que se trata de legisladores emanados del pueblo bueno y sabio, que solo elaboran leyes a lo tarugo sin tener conocimiento jurídico alguno, pero mucho menos de los datos históricos relevantes en los que nuestro país era pionero, y que, por la fuerza del poderoso, sus avances y proyectos terminaron en frustración, pero eso sí, a pesar de no estar de acuerdo o ignorar de qué se trata, autorizan y emiten leyes que les indica ya saben quién.