/ jueves 17 de octubre de 2019

De Joaquín Hernández a Romero Deschamps

Escuchamos en un programa de noticias la siguiente anécdota: En la mesa de un lujoso restaurante de la CDMX, “departían dos alegres bohemios “Diego Fernández de Cevallos y Carlos Romero Deschamps.

“Hasta su mesa se les acercó un ciudadano y les preguntó ¿“Comieron bien los señores”? a lo que los personajes contestaron que sí. “Qué bueno, porque 50 millones de mexicanos no”. A diferencia del poema, el bohemio no calló y respondió: “Así es esto “.

Con esta frase del “Jefe” Diego nos damos cuenta cómo piensan los Diegos Fernández de Cevallos y los Carlos Romeros Deschamps, a los que sólo les interesa el país para hacer negocios a la sombra del poder político, la corrupción y la impunidad. Tal vez, de hoy en adelante, Romero Deschamps pueda seguir comiendo bien pero no dormirá tranquilo porque quizás, como la canción: El final se acerca ya.

Carlos Salinas de Gortari nunca le perdonó a “La Quina” haber apoyado a Cuauhtémoc Cárdenas como candidato a la Presidencia de la República. Como todos sabemos, en el 88 le hicieron fraude al hijo del general en complicidad con los panistas. Salinas, para legitimar su triunfo, metió a la cárcel al entonces líder petrolero y ese fue, el principio del fin de “La Quina”. Después de 31 años, se repite la historia aunque de distinta manera.

Sin duda, Romero Deschamps supera con creces incluyendo a Elba Esther Gordillo en el tema de la corrupción. Si usted hace las cuentas, poco a poco y sin prisas, personajes intocables de la vida pública y privada de este país, están en serios problemas legales. Unos en prisión, y otros prófugos de la justicia. Parece que va en serio, aquello de AMLO que se propone acabar con los corruptos y la corrupción.

López Obrador al parecer no busca un venganza política con el hasta hace unos días líder del sindicato petrolero, ni tampoco para legitimarse como lo hizo Salinas de Gortari. De todos es conocido que Romero Deschamps, utilizó recursos del sindicato petrolero para financiar la campaña de Francisco Labastida en el 2000 con una cantidad superior a los 500 millones de pesos, asunto que no ha sido aclarado lo suficiente.

Ya encarrerado el gato, Deschamps apoyó a Vicente Fox, Felipe Calderón y a Enrique Peña Nieto pero con AMLO, “se le acabó la fuerza de su mano izquierda” Con una plaza de chofer y un sueldo de 25 mil pesos mensuales hizo una fortuna que ni Obama la tenía, pero ahora, es posible que tenga que responder a los supuestos delitos de los que lo acusa la FGR.

Criticamos al presidente López Obrador cuando creemos que no hace las cosas bien, pero también tenemos que reconocer cuando hace lo contrario y nos manda mensajes que en este país, como alguien dijo no todo está perdido y es la hora de llevar a los tribunales a quienes integran “ la casta divina” de la corrupción en México.

Este país, aún se encuentra, como un día lo miró Luis Donaldo Colosio Murrieta: “Veo un México con hambre y sed de justicia”. La corrupción también es culpable de que haya pobres en México. No se puede permitir que aumenten los millones de pobres en nuestro país, para que sigan votando por quienes les han hecho tanto daño. Como un día dijo Luis Echeverría Álvarez: “Votan por nosotros porque no tienen esperanza, porque no tienen otro camino”.

Los países más felices del mundo son aquellos que viven en la legalidad. Hace unos días el periodista Enrique Galván Ochoa apuntó: “El aeropuerto de China que recibirá 100 millones de pasajeros al año, salió más barato que si se hubiera construido el aeropuerto de Texcoco, porque en China, no hay corrupción” ¿Por qué en ese país casi no hay corrupción, siendo uno de los países más ricos y poderosos del mundo? ¡En China sí se castiga la corrupción!

Escuchamos en un programa de noticias la siguiente anécdota: En la mesa de un lujoso restaurante de la CDMX, “departían dos alegres bohemios “Diego Fernández de Cevallos y Carlos Romero Deschamps.

“Hasta su mesa se les acercó un ciudadano y les preguntó ¿“Comieron bien los señores”? a lo que los personajes contestaron que sí. “Qué bueno, porque 50 millones de mexicanos no”. A diferencia del poema, el bohemio no calló y respondió: “Así es esto “.

Con esta frase del “Jefe” Diego nos damos cuenta cómo piensan los Diegos Fernández de Cevallos y los Carlos Romeros Deschamps, a los que sólo les interesa el país para hacer negocios a la sombra del poder político, la corrupción y la impunidad. Tal vez, de hoy en adelante, Romero Deschamps pueda seguir comiendo bien pero no dormirá tranquilo porque quizás, como la canción: El final se acerca ya.

Carlos Salinas de Gortari nunca le perdonó a “La Quina” haber apoyado a Cuauhtémoc Cárdenas como candidato a la Presidencia de la República. Como todos sabemos, en el 88 le hicieron fraude al hijo del general en complicidad con los panistas. Salinas, para legitimar su triunfo, metió a la cárcel al entonces líder petrolero y ese fue, el principio del fin de “La Quina”. Después de 31 años, se repite la historia aunque de distinta manera.

Sin duda, Romero Deschamps supera con creces incluyendo a Elba Esther Gordillo en el tema de la corrupción. Si usted hace las cuentas, poco a poco y sin prisas, personajes intocables de la vida pública y privada de este país, están en serios problemas legales. Unos en prisión, y otros prófugos de la justicia. Parece que va en serio, aquello de AMLO que se propone acabar con los corruptos y la corrupción.

López Obrador al parecer no busca un venganza política con el hasta hace unos días líder del sindicato petrolero, ni tampoco para legitimarse como lo hizo Salinas de Gortari. De todos es conocido que Romero Deschamps, utilizó recursos del sindicato petrolero para financiar la campaña de Francisco Labastida en el 2000 con una cantidad superior a los 500 millones de pesos, asunto que no ha sido aclarado lo suficiente.

Ya encarrerado el gato, Deschamps apoyó a Vicente Fox, Felipe Calderón y a Enrique Peña Nieto pero con AMLO, “se le acabó la fuerza de su mano izquierda” Con una plaza de chofer y un sueldo de 25 mil pesos mensuales hizo una fortuna que ni Obama la tenía, pero ahora, es posible que tenga que responder a los supuestos delitos de los que lo acusa la FGR.

Criticamos al presidente López Obrador cuando creemos que no hace las cosas bien, pero también tenemos que reconocer cuando hace lo contrario y nos manda mensajes que en este país, como alguien dijo no todo está perdido y es la hora de llevar a los tribunales a quienes integran “ la casta divina” de la corrupción en México.

Este país, aún se encuentra, como un día lo miró Luis Donaldo Colosio Murrieta: “Veo un México con hambre y sed de justicia”. La corrupción también es culpable de que haya pobres en México. No se puede permitir que aumenten los millones de pobres en nuestro país, para que sigan votando por quienes les han hecho tanto daño. Como un día dijo Luis Echeverría Álvarez: “Votan por nosotros porque no tienen esperanza, porque no tienen otro camino”.

Los países más felices del mundo son aquellos que viven en la legalidad. Hace unos días el periodista Enrique Galván Ochoa apuntó: “El aeropuerto de China que recibirá 100 millones de pasajeros al año, salió más barato que si se hubiera construido el aeropuerto de Texcoco, porque en China, no hay corrupción” ¿Por qué en ese país casi no hay corrupción, siendo uno de los países más ricos y poderosos del mundo? ¡En China sí se castiga la corrupción!