/ viernes 30 de abril de 2021

¿De la dictadura al autoritarismo?

Tuvo que llegar Andrés Manuel López Obrador a la Presidencia de la República para que ahora sí se califique a un presidente como autoritario.

Antes de AMLO no existían presidentes autoritarios, sólo conocíamos a los demócratas que respetaban la separación de poderes y jamás los medios de comunicación fueron testigos de la interferencia del poder ejecutivo con el poder legislativo y judicial. De acuerdo con el artículo 96 de nuestra Constitución Política, los ministros son propuesta del presidente de la República, y mediante un procedimiento queda en manos del Senado.

Esta propuesta se presta para que se diga que los ministros son puestos a modo, incluyendo al ministro presidente de la Corte. Ya se fueron los tiempos cuando al jefe del Ejecutivo se le conocía como el misterio de la Santísima Trinidad: los tres poderes, Ejecutivo, Legislativo y Judicial en una sola persona. Quizá por eso un día el escritor peruano Mario Vargas Llosa definió a la democracia mexicana, como “la dictadura perfecta”. Opinar de lo que sucede hoy en día con el poder Judicial, estar de acuerdo o no, no significa invadir la competencia de ese órgano independiente. Como no estar de acuerdo con las decisiones del INE, no significa que no se respeten sus resoluciones administrativas como un organismo constitucional autónomo.

Hay dos temas que encendieron los focos rojos en los demócratas de la clase política mexicana. Primero, el de Félix Macedonio Salgado, a quien se retiró el registro como candidato a gobernador de Guerrero, al considerar la Comisión de Fiscalización del INE

que rebasó sus topes de precampaña por la cantidad de 19,600 pesos. Hasta hace unos días se decía que el presidente López Obrador daría instrucciones al TEPJF para regresarle la candidatura a Salgado Macedonio. Usted ya está enterado de los resultados y la resolución del Tribunal Federal, tanto de Guerrero como de Michoacán y de muchos otros candidatos de MORENA, que perdieron el registro por la misma razón. El Tribunal forma parte del Poder Judicial, y con esta sentencia reafirma su independencia.

Dirían los magistrados de este Tribunal Electoral: “En este corral yo mando, no se vayan a equivocar”. Otro tema que alborotó la gallera de la clase política fue lo que se conoce como la “Ley Zaldívar”.

Todo empezó con la aprobación de la reforma al poder judicial, y que de último momento se aprobara el transitorio trece de dicha reforma. Dicho transitorio le daría dos años más al ministro presidente, de los cuatro que establecen el artículo 97 constitucional.

Afirman los que saben que este es un ensayo para la reelección de AMLO. No somos Walter Mercado, pero estamos seguros que ese artículo transitorio no pasará, y el ministro Zaldívar terminará sus cuatro años como presidente de la Corte. Si es pasión, que se les borre. Tampoco habrá relección del presidente de la República. Y en su momento, los diez ministros que votarán la acción de inconstitucionalidad, reafirmarán la independencia de este máximo órgano constitucional y se comprobará que el presidente no le da órdenes a poder judicial.

Lo que hicieron el TEPJF y el INE en los casos de Guerrero y Michoacán, como dijo Vicente Fox: “Se cambia de jinete, pero no de caballo”. Quienes sean las candidatas o candidatos de MORENA en esos Estados, seguramente podrían ganar las elecciones de gobernadora o gobernador. No hay que olvidar que el Tribunal Federal emite sentencias y el INE organiza las elecciones, pero no las deciden, eso lo hacen los ciudadanos a la hora de votar. No queremos que regrese “la dictadura perfecta”, pero tampoco padecer el autoritarismo tan arraigado en nuestra cultura política.

Tuvo que llegar Andrés Manuel López Obrador a la Presidencia de la República para que ahora sí se califique a un presidente como autoritario.

Antes de AMLO no existían presidentes autoritarios, sólo conocíamos a los demócratas que respetaban la separación de poderes y jamás los medios de comunicación fueron testigos de la interferencia del poder ejecutivo con el poder legislativo y judicial. De acuerdo con el artículo 96 de nuestra Constitución Política, los ministros son propuesta del presidente de la República, y mediante un procedimiento queda en manos del Senado.

Esta propuesta se presta para que se diga que los ministros son puestos a modo, incluyendo al ministro presidente de la Corte. Ya se fueron los tiempos cuando al jefe del Ejecutivo se le conocía como el misterio de la Santísima Trinidad: los tres poderes, Ejecutivo, Legislativo y Judicial en una sola persona. Quizá por eso un día el escritor peruano Mario Vargas Llosa definió a la democracia mexicana, como “la dictadura perfecta”. Opinar de lo que sucede hoy en día con el poder Judicial, estar de acuerdo o no, no significa invadir la competencia de ese órgano independiente. Como no estar de acuerdo con las decisiones del INE, no significa que no se respeten sus resoluciones administrativas como un organismo constitucional autónomo.

Hay dos temas que encendieron los focos rojos en los demócratas de la clase política mexicana. Primero, el de Félix Macedonio Salgado, a quien se retiró el registro como candidato a gobernador de Guerrero, al considerar la Comisión de Fiscalización del INE

que rebasó sus topes de precampaña por la cantidad de 19,600 pesos. Hasta hace unos días se decía que el presidente López Obrador daría instrucciones al TEPJF para regresarle la candidatura a Salgado Macedonio. Usted ya está enterado de los resultados y la resolución del Tribunal Federal, tanto de Guerrero como de Michoacán y de muchos otros candidatos de MORENA, que perdieron el registro por la misma razón. El Tribunal forma parte del Poder Judicial, y con esta sentencia reafirma su independencia.

Dirían los magistrados de este Tribunal Electoral: “En este corral yo mando, no se vayan a equivocar”. Otro tema que alborotó la gallera de la clase política fue lo que se conoce como la “Ley Zaldívar”.

Todo empezó con la aprobación de la reforma al poder judicial, y que de último momento se aprobara el transitorio trece de dicha reforma. Dicho transitorio le daría dos años más al ministro presidente, de los cuatro que establecen el artículo 97 constitucional.

Afirman los que saben que este es un ensayo para la reelección de AMLO. No somos Walter Mercado, pero estamos seguros que ese artículo transitorio no pasará, y el ministro Zaldívar terminará sus cuatro años como presidente de la Corte. Si es pasión, que se les borre. Tampoco habrá relección del presidente de la República. Y en su momento, los diez ministros que votarán la acción de inconstitucionalidad, reafirmarán la independencia de este máximo órgano constitucional y se comprobará que el presidente no le da órdenes a poder judicial.

Lo que hicieron el TEPJF y el INE en los casos de Guerrero y Michoacán, como dijo Vicente Fox: “Se cambia de jinete, pero no de caballo”. Quienes sean las candidatas o candidatos de MORENA en esos Estados, seguramente podrían ganar las elecciones de gobernadora o gobernador. No hay que olvidar que el Tribunal Federal emite sentencias y el INE organiza las elecciones, pero no las deciden, eso lo hacen los ciudadanos a la hora de votar. No queremos que regrese “la dictadura perfecta”, pero tampoco padecer el autoritarismo tan arraigado en nuestra cultura política.