/ domingo 22 de agosto de 2021

De los Acuerdos de Abraham y otros éxitos

Los acuerdos entre el Estado judío y un países árabe vuelven a causar revuelo en el sistema internacional. El diciembre 2020 la comunidad internacional presenció uno de los sucesos más inusuales entre los actores. La firma de los Acuerdos de Abraham, con el expresidente norteamericano Donald Trump a la cabeza, sorprendió a la comunidad al ver los lazos de cooperación materializados entre Israel y cuatro países árabes. Sudán, Marruecos, Emiratos Árabes Unidos y Bahréin, normalizaron sus relaciones con el Estado judío después de más de dos décadas, algo que se catalogó como un evento histórico y que Trump demostró al mundo como posible.

Si bien estos acuerdos se han visto como algo que pasa sólo una vez, el pasado 11 de agosto Israel y Marruecos volvieron a comprobar que una relación, aún más estrecha entre el Estado judío y uno árabe, no es imposible. Los ministros de relaciones exteriores de los dos países, Lapid y Baurita, se reunieron en Rabat para celebrar tres acuerdos que enfatizan la cooperación política, económica y cultural. El ministro de Israel, Yair Lapid, ha dicho que estos acuerdos les dan a la juventud árabe e israelí una idea de esperanza.

Asimismo, el viaje de dos días que hizo el ministro Lapid al país norteafricano ha sido el primero desde el 2003 y el primero desde la firma de los Acuerdos de Abraham. Es claro que Marruecos e Israel tienen un pasado de complicaciones en sus relaciones diplomáticas, pues si bien Marruecos siempre se ha mostrado como un país solidario con sus hermanos palestinos, ahora Israel se muestra como un actor invaluable.

Cabe mencionar que, aunque el ministro marroquí se presentó positivo con respecto a estos nuevos acuerdos, también reiteró su interés en una solución de dos Estados entre Israel y Palestina con el propósito de que haya una mayor confianza entre los actores de Medio Oriente.

Sin embargo, la Autoridad Nacional Palestina con Abbas al frente ha denunciado estos acuerdos, alegando la falta de apoyo y solidaridad de los países árabes a la causa palestina. Abbas declaró que no debe haber ningún tipo de normalización en las relaciones entre el Estado judío y los países árabes hasta que Israel y la ANP no lleguen a un acuerdo justo para las dos partes. Los palestinos consideran esto como un factor que tan sólo retrasa la consolidación de su propio Estado al momento en que países árabes reconocen internacionalmente a Israel como un Estado legítimo.

En cuanto a los acuerdos, como parte de este éxito firmado en papel, tanto Marruecos como Israel han enfatizado el significado cultural que tal acuerdo emana. Si bien se hace alusión al núcleo identitario que existe entre los dos Estados, la verdad es que estos acuerdos son un éxito geopolítico y un punto para la política exterior de Estados Unidos. Cabe señalar también que Israel, como el único Estado judío en Medio Oriente, se ve beneficiado al momento de que Marruecos comparte la idea de que Irán representa una real amenaza mutua debido al supuesto apoyo que brinda al Frente Polisario en el Sahara Occidental.

Finalmente, aunque el presidente Joe Biden sigue revisando la decisión de Donald Trump de reconocer al Sahara Occidental como parte de Marruecos, la verdad es que las decisiones de política exterior que tomó Trump han dado cabida a este tipo de sucesos. Los Acuerdos de Abraham y el reconocimiento de Jerusalén como la capital de Israel no sólo propician beneficios económicos y políticos, sino que fungen como iniciativas de paz en una región con tantos disturbios como lo es Medio Oriente.

Ahora, la inauguración de la oficina diplomática de Israel en Marruecos muestra el avance que hay en la región y, sobretodo, le hacen contrapeso a Irán, Rusia y sobre todo a China, el gigante asiático.

*Estudiante de Relaciones Internacionales en la Universidad Anáhuac en la Ciudad de México.

Los acuerdos entre el Estado judío y un países árabe vuelven a causar revuelo en el sistema internacional. El diciembre 2020 la comunidad internacional presenció uno de los sucesos más inusuales entre los actores. La firma de los Acuerdos de Abraham, con el expresidente norteamericano Donald Trump a la cabeza, sorprendió a la comunidad al ver los lazos de cooperación materializados entre Israel y cuatro países árabes. Sudán, Marruecos, Emiratos Árabes Unidos y Bahréin, normalizaron sus relaciones con el Estado judío después de más de dos décadas, algo que se catalogó como un evento histórico y que Trump demostró al mundo como posible.

Si bien estos acuerdos se han visto como algo que pasa sólo una vez, el pasado 11 de agosto Israel y Marruecos volvieron a comprobar que una relación, aún más estrecha entre el Estado judío y uno árabe, no es imposible. Los ministros de relaciones exteriores de los dos países, Lapid y Baurita, se reunieron en Rabat para celebrar tres acuerdos que enfatizan la cooperación política, económica y cultural. El ministro de Israel, Yair Lapid, ha dicho que estos acuerdos les dan a la juventud árabe e israelí una idea de esperanza.

Asimismo, el viaje de dos días que hizo el ministro Lapid al país norteafricano ha sido el primero desde el 2003 y el primero desde la firma de los Acuerdos de Abraham. Es claro que Marruecos e Israel tienen un pasado de complicaciones en sus relaciones diplomáticas, pues si bien Marruecos siempre se ha mostrado como un país solidario con sus hermanos palestinos, ahora Israel se muestra como un actor invaluable.

Cabe mencionar que, aunque el ministro marroquí se presentó positivo con respecto a estos nuevos acuerdos, también reiteró su interés en una solución de dos Estados entre Israel y Palestina con el propósito de que haya una mayor confianza entre los actores de Medio Oriente.

Sin embargo, la Autoridad Nacional Palestina con Abbas al frente ha denunciado estos acuerdos, alegando la falta de apoyo y solidaridad de los países árabes a la causa palestina. Abbas declaró que no debe haber ningún tipo de normalización en las relaciones entre el Estado judío y los países árabes hasta que Israel y la ANP no lleguen a un acuerdo justo para las dos partes. Los palestinos consideran esto como un factor que tan sólo retrasa la consolidación de su propio Estado al momento en que países árabes reconocen internacionalmente a Israel como un Estado legítimo.

En cuanto a los acuerdos, como parte de este éxito firmado en papel, tanto Marruecos como Israel han enfatizado el significado cultural que tal acuerdo emana. Si bien se hace alusión al núcleo identitario que existe entre los dos Estados, la verdad es que estos acuerdos son un éxito geopolítico y un punto para la política exterior de Estados Unidos. Cabe señalar también que Israel, como el único Estado judío en Medio Oriente, se ve beneficiado al momento de que Marruecos comparte la idea de que Irán representa una real amenaza mutua debido al supuesto apoyo que brinda al Frente Polisario en el Sahara Occidental.

Finalmente, aunque el presidente Joe Biden sigue revisando la decisión de Donald Trump de reconocer al Sahara Occidental como parte de Marruecos, la verdad es que las decisiones de política exterior que tomó Trump han dado cabida a este tipo de sucesos. Los Acuerdos de Abraham y el reconocimiento de Jerusalén como la capital de Israel no sólo propician beneficios económicos y políticos, sino que fungen como iniciativas de paz en una región con tantos disturbios como lo es Medio Oriente.

Ahora, la inauguración de la oficina diplomática de Israel en Marruecos muestra el avance que hay en la región y, sobretodo, le hacen contrapeso a Irán, Rusia y sobre todo a China, el gigante asiático.

*Estudiante de Relaciones Internacionales en la Universidad Anáhuac en la Ciudad de México.

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