/ domingo 7 de febrero de 2021

Del Pacto por México, al de Va Por México

Desde las elecciones de 2012, el PRI y el PAN no pudieron ver que en 2018 López Obrador llegaría a la presidencia de la República. Y los del PRD no midieron el hueco que les dejaría AMLO al fundar MORENA. El Pacto por México fue, más que nada, un acuerdo para seguir conservando los privilegios del poder en toda su magnitud. El sexenio de Enrique Peña Nieto ha sido el más corrupto de toda la historia. Los 6 años de la 4T no serán suficientes para juzgar a quienes encabezaron el saqueo más perverso de que se tenga memoria. Independientemente del éxito o fracaso de intentar acabar con la corrupción, estamos viviendo cosas que con el PAN y el PRI jamás hubiésemos visto.

Si checamos a la clase política que hoy encabeza a la alianza Va por México, son los mismos que siempre vieron en Andrés Manuel López Obrador: “un peligro para México”. Como dijo el poeta: “para muestra basta un botón, los demás a la camisa”. Por supuesto que detrás de la alianza Va por México, hay otra de facto: la de los empresarios, y algunos de ellos con serios problemas legales. Para terminar con todo esto se han unido a las cúpulas del PRI y del PAN para descarrilar a la 4T. Seguramente a Marko Cortés, Margarita Zavala y Felipe Calderón le leyeron la cartilla al ponerle una condición: qué nos vas a dar si volvemos al PAN, que merezca el sacrificio. Las piezas claves de Felipe Calderón las veremos en la próxima legislatura en San Lázaro como diputados plurinominales, y al frente su esposa Margarita Zavala.

A Gabriel Quadri, que nunca será presidente de México, lo conformaron dándole una diputación pluri. En el PRI no podían quedarse atrás. En cuanto la pandemia lo permita, los tricolores deberían rentar el Estadio Azteca para celebrar con la orquesta de Pérez Prado, que Humberto Moreira y su esposa, tan amados por el pueblo de Coahuila, sean la pareja feliz en la próxima legislatura. ¡Benditas diputaciones plurinominales! Y para que vea usted que en el partido que fundó Plutarco Elías Calles hay piso parejo, su presidente, Alejandro Moreno, es el virtual coordinador de los diputados del PRI en San Lázaro. La alianza Va por México, con sus mejores hombres y mujeres nos jurará “frente a una virgen y ante un altar” que salvarán a México de la dictadura, del autoritarismo, “de las mañaneras”, de López Gatell, Santiago Nieto y del fiscal general de la República.

Por todo lo que significa la lucha por el poder, el país no está sólo dividido, también se encuentra polarizado. Pero en realidad “la disputa por la nación” la encabezan las cúpulas partidistas de la alianza y las empresariales, sin faltar los poderes fácticos. En medio de esta disputa estamos los ciudadanos, con la grave responsabilidad de nosotros con nuestro voto decidir el rumbo de esta nación, y no unos cuantos políticos y unas cuantas familias que son los verdaderos beneficiarios de la riqueza al momento de su distribución. De otra manera no se explica por qué unos cuantos mexicanos se cuenten entre los hombres más ricos del mundo, y a cambio de eso tengamos 60 millones de pobres, unos en la pobreza, otros en la pobreza extrema y los demás en la pobreza alimentaria. ¿Podrán el PRI y el PAN, yendo juntos, acabar con el “Frankenstein” que ellos crearon? Por eso, antes de votar, piense muy bien por quien lo hará.

Desde las elecciones de 2012, el PRI y el PAN no pudieron ver que en 2018 López Obrador llegaría a la presidencia de la República. Y los del PRD no midieron el hueco que les dejaría AMLO al fundar MORENA. El Pacto por México fue, más que nada, un acuerdo para seguir conservando los privilegios del poder en toda su magnitud. El sexenio de Enrique Peña Nieto ha sido el más corrupto de toda la historia. Los 6 años de la 4T no serán suficientes para juzgar a quienes encabezaron el saqueo más perverso de que se tenga memoria. Independientemente del éxito o fracaso de intentar acabar con la corrupción, estamos viviendo cosas que con el PAN y el PRI jamás hubiésemos visto.

Si checamos a la clase política que hoy encabeza a la alianza Va por México, son los mismos que siempre vieron en Andrés Manuel López Obrador: “un peligro para México”. Como dijo el poeta: “para muestra basta un botón, los demás a la camisa”. Por supuesto que detrás de la alianza Va por México, hay otra de facto: la de los empresarios, y algunos de ellos con serios problemas legales. Para terminar con todo esto se han unido a las cúpulas del PRI y del PAN para descarrilar a la 4T. Seguramente a Marko Cortés, Margarita Zavala y Felipe Calderón le leyeron la cartilla al ponerle una condición: qué nos vas a dar si volvemos al PAN, que merezca el sacrificio. Las piezas claves de Felipe Calderón las veremos en la próxima legislatura en San Lázaro como diputados plurinominales, y al frente su esposa Margarita Zavala.

A Gabriel Quadri, que nunca será presidente de México, lo conformaron dándole una diputación pluri. En el PRI no podían quedarse atrás. En cuanto la pandemia lo permita, los tricolores deberían rentar el Estadio Azteca para celebrar con la orquesta de Pérez Prado, que Humberto Moreira y su esposa, tan amados por el pueblo de Coahuila, sean la pareja feliz en la próxima legislatura. ¡Benditas diputaciones plurinominales! Y para que vea usted que en el partido que fundó Plutarco Elías Calles hay piso parejo, su presidente, Alejandro Moreno, es el virtual coordinador de los diputados del PRI en San Lázaro. La alianza Va por México, con sus mejores hombres y mujeres nos jurará “frente a una virgen y ante un altar” que salvarán a México de la dictadura, del autoritarismo, “de las mañaneras”, de López Gatell, Santiago Nieto y del fiscal general de la República.

Por todo lo que significa la lucha por el poder, el país no está sólo dividido, también se encuentra polarizado. Pero en realidad “la disputa por la nación” la encabezan las cúpulas partidistas de la alianza y las empresariales, sin faltar los poderes fácticos. En medio de esta disputa estamos los ciudadanos, con la grave responsabilidad de nosotros con nuestro voto decidir el rumbo de esta nación, y no unos cuantos políticos y unas cuantas familias que son los verdaderos beneficiarios de la riqueza al momento de su distribución. De otra manera no se explica por qué unos cuantos mexicanos se cuenten entre los hombres más ricos del mundo, y a cambio de eso tengamos 60 millones de pobres, unos en la pobreza, otros en la pobreza extrema y los demás en la pobreza alimentaria. ¿Podrán el PRI y el PAN, yendo juntos, acabar con el “Frankenstein” que ellos crearon? Por eso, antes de votar, piense muy bien por quien lo hará.