/ domingo 8 de diciembre de 2019

Descalifican a Enríquez por su regreso al Senado

Aunque ya estaba prevista, la reincorporación de José Ramón Enríquez al Senado de la República, zarandea el escenario político en Durango, toda vez que el exalcalde impulsará desde la Cámara Alta del Congreso de la Unión, su proyecto para ser candidato a gobernador en el 2022, y que prácticamente ya comenzó al ser designado delegado de Movimiento Ciudadano, partido que en los hechos dirigirá a nivel local.

Pese a las críticas en su contra, que desató en redes sociales el anuncio que hiciera de haber regresado a ocupar su escaño, el oftalmólogo ya demostró que no cejará en su intento por reivindicar su imagen, tan deteriorada que dejó ante los duranguenses, luego de conocerse el dispendio de los recursos del erario municipal, y que supuestamente los destinó para llevar a cabo su campaña de proselitismo en pos de la reelección edilicia.

Enríquez tendrá que recurrir a toda una estrategia de mercadotecnia política para rehabilitar su persona pública, factor que no es el único de los negativos que habrá de enfrentar en su reinserción a la política duranguense, ya que también dejó pleitos “enganchados” con personajes encumbrados, desde el mismísimo gobernador del Estado, José Aispuro Torres, el presidente municipal, Jorge Salum del Palacio, Alejandro González Yáñez, Rodolfo Elizondo, Ismael Hernández Deras, entre otros más.

Tal vez ahora el galeno, que se jactó de no ser político, y siempre descalificó la forma de ser de quienes lo son, tendrá que aprender a “comer mier… sin hacer gestos”. Y también esto ya lo demostró al circular en redes sociales, una fotografía en la que saluda a un sonriente diputado federal, Ismael Hernández Deras, durante una reunión de legisladores con funcionarios de Conagua en la CDMX.

El mismo Enríquez siempre manifestó su molestia personal con el exgobernador priista, e incluso que no en pocas ocasiones “se la mentó”, por lo que ahora llama la atención que se transformara en “político”, todo sea por disputar la silla principal del Bicentenario.

Enríquez Herrera habrá de enfrentar también los resultados de las auditorías internas y externas, que se le aplican a la administración municipal durante su gestión, y que, según información preliminar, arrojan cifras negativas. Por lo pronto los petistas afirmaron de supuestas desviaciones por el orden de los 18 millones de pesos.

Pero también están los panistas de prosapia que empujan para que “la guillotina política” caiga sobre el legislador, y no entorpezca el camino de su proyecto de mantener el poder estatal y municipal.

Sin duda, está amparado en el fuero constitucional que le otorga ser senador, y, sin embargo, de existir la voluntad política, en caso de que se encuentren las irregularidades que se anunciaran al empezar el gobierno de Jorge Salum, Enríquez tendría que recurrir a las nefastas concertacesiones del pasado, y que también criticó, para evadir la imputación de presuntas responsabilidades que pudieran provocarle de entrada un juicio político en su contra.

El ahora flamante senador, asimismo, dejó molestias entre varios de sus colaboradores, y entre los medios de comunicación, por el incumplimiento de acuerdos, sobre todo de índole económico, lo que también habrá de corregir, aunque aquí se le facilitaría, por el acceso que ahora dicen tiene, a recursos públicos.

Llamó la atención que su reincorporación se diera después de aprobarse el Presupuesto Federal 2020, y que le pegó de manera negativa nuevamente a Durango, tal vez porque no quiso ser señalado de no ayudar a su estado. Aquí también demostró que actúa como político.

En los corrillos, y en radiopasillo, se pronostica un enfrentamiento político de resultados reservados, del ahora senador, con el también ocupante de un escaño, pero aún con licencia, el petista Gonzalo Yáñez, quien a través de sus huestes promovió la fiscalización estricta a la administración municipal de José Ramón Enríquez.

Dicen los cercanos a Gonzalo, que no ha querido regresar a la Cámara Alta, con el fin de llevar a cabo la reestructuración de las bases petistas, pero también para darle la pelea a Enríquez, con quien ya tuvo desencuentros en el pasado reciente.

Y es que también circula la versión de que Enríquez promueve en las cúpulas de Morena y el PRI, y otros partidos, allá en la capital del país, una alianza partidista para el 2022 en Durango, y desde luego que él la encabezaría en busca de la gubernatura. Pueden ser “borregos” soltados al aire, pero lo cierto es que el galeno, en su peculiar estilo bronco y pendenciero de hacer política, de nueva cuenta dará mucho de qué hablar.

Todas esos “indicadores” que le ha venido Enríquez a imbuir al panorama político, aún y cuando ya se esperaban, habrán de provocar reacciones ocultas y abiertas de los actores de la política local, en una lucha por alcanzar la gubernatura y los principales espacios políticos en Durango, tanto en 2021 como 2022.

Cual “ave de las tempestades”, el también propietario de AMCI, dicen los que lo conocen, ha calculado todos los pasos que dará, y las posibles reacciones de los políticos, aunque parece que minimiza el sentir de los ciudadanos, que al menos, ya se le fueron a la yugular en redes sociales, por el desparpajo que mostró al anunciar su reincorporación al Senado.


Aunque ya estaba prevista, la reincorporación de José Ramón Enríquez al Senado de la República, zarandea el escenario político en Durango, toda vez que el exalcalde impulsará desde la Cámara Alta del Congreso de la Unión, su proyecto para ser candidato a gobernador en el 2022, y que prácticamente ya comenzó al ser designado delegado de Movimiento Ciudadano, partido que en los hechos dirigirá a nivel local.

Pese a las críticas en su contra, que desató en redes sociales el anuncio que hiciera de haber regresado a ocupar su escaño, el oftalmólogo ya demostró que no cejará en su intento por reivindicar su imagen, tan deteriorada que dejó ante los duranguenses, luego de conocerse el dispendio de los recursos del erario municipal, y que supuestamente los destinó para llevar a cabo su campaña de proselitismo en pos de la reelección edilicia.

Enríquez tendrá que recurrir a toda una estrategia de mercadotecnia política para rehabilitar su persona pública, factor que no es el único de los negativos que habrá de enfrentar en su reinserción a la política duranguense, ya que también dejó pleitos “enganchados” con personajes encumbrados, desde el mismísimo gobernador del Estado, José Aispuro Torres, el presidente municipal, Jorge Salum del Palacio, Alejandro González Yáñez, Rodolfo Elizondo, Ismael Hernández Deras, entre otros más.

Tal vez ahora el galeno, que se jactó de no ser político, y siempre descalificó la forma de ser de quienes lo son, tendrá que aprender a “comer mier… sin hacer gestos”. Y también esto ya lo demostró al circular en redes sociales, una fotografía en la que saluda a un sonriente diputado federal, Ismael Hernández Deras, durante una reunión de legisladores con funcionarios de Conagua en la CDMX.

El mismo Enríquez siempre manifestó su molestia personal con el exgobernador priista, e incluso que no en pocas ocasiones “se la mentó”, por lo que ahora llama la atención que se transformara en “político”, todo sea por disputar la silla principal del Bicentenario.

Enríquez Herrera habrá de enfrentar también los resultados de las auditorías internas y externas, que se le aplican a la administración municipal durante su gestión, y que, según información preliminar, arrojan cifras negativas. Por lo pronto los petistas afirmaron de supuestas desviaciones por el orden de los 18 millones de pesos.

Pero también están los panistas de prosapia que empujan para que “la guillotina política” caiga sobre el legislador, y no entorpezca el camino de su proyecto de mantener el poder estatal y municipal.

Sin duda, está amparado en el fuero constitucional que le otorga ser senador, y, sin embargo, de existir la voluntad política, en caso de que se encuentren las irregularidades que se anunciaran al empezar el gobierno de Jorge Salum, Enríquez tendría que recurrir a las nefastas concertacesiones del pasado, y que también criticó, para evadir la imputación de presuntas responsabilidades que pudieran provocarle de entrada un juicio político en su contra.

El ahora flamante senador, asimismo, dejó molestias entre varios de sus colaboradores, y entre los medios de comunicación, por el incumplimiento de acuerdos, sobre todo de índole económico, lo que también habrá de corregir, aunque aquí se le facilitaría, por el acceso que ahora dicen tiene, a recursos públicos.

Llamó la atención que su reincorporación se diera después de aprobarse el Presupuesto Federal 2020, y que le pegó de manera negativa nuevamente a Durango, tal vez porque no quiso ser señalado de no ayudar a su estado. Aquí también demostró que actúa como político.

En los corrillos, y en radiopasillo, se pronostica un enfrentamiento político de resultados reservados, del ahora senador, con el también ocupante de un escaño, pero aún con licencia, el petista Gonzalo Yáñez, quien a través de sus huestes promovió la fiscalización estricta a la administración municipal de José Ramón Enríquez.

Dicen los cercanos a Gonzalo, que no ha querido regresar a la Cámara Alta, con el fin de llevar a cabo la reestructuración de las bases petistas, pero también para darle la pelea a Enríquez, con quien ya tuvo desencuentros en el pasado reciente.

Y es que también circula la versión de que Enríquez promueve en las cúpulas de Morena y el PRI, y otros partidos, allá en la capital del país, una alianza partidista para el 2022 en Durango, y desde luego que él la encabezaría en busca de la gubernatura. Pueden ser “borregos” soltados al aire, pero lo cierto es que el galeno, en su peculiar estilo bronco y pendenciero de hacer política, de nueva cuenta dará mucho de qué hablar.

Todas esos “indicadores” que le ha venido Enríquez a imbuir al panorama político, aún y cuando ya se esperaban, habrán de provocar reacciones ocultas y abiertas de los actores de la política local, en una lucha por alcanzar la gubernatura y los principales espacios políticos en Durango, tanto en 2021 como 2022.

Cual “ave de las tempestades”, el también propietario de AMCI, dicen los que lo conocen, ha calculado todos los pasos que dará, y las posibles reacciones de los políticos, aunque parece que minimiza el sentir de los ciudadanos, que al menos, ya se le fueron a la yugular en redes sociales, por el desparpajo que mostró al anunciar su reincorporación al Senado.