/ lunes 27 de septiembre de 2021

Diálogo y autoridad

Muchas líneas ágatas sobre el Programa Agua Saludable para La Laguna, la inversión millonaria, sin paralelo de cualquier otra en todo el norte del país, con el propósito de remediar el grave problema del hidroarcenisismo.

Si atendemos al principio de que a toda acción se presenta una reacción, lo del agua saludable no es la excepción, como también lo que reza el dicho de “a río revuelto, ganancia de pescadores”

No existe amparo en contra del programa de abastecer agua, lo hay contra los impactos de la obra sobre la última parte del río Nazas, tarea que se atiende no sólo con las condicionantes establecidas en el dictamen de impacto ambiental, sino con la presentación de los quejosos de visión de cuenca, circunstancia bien vista por el gobierno federal.

La alineación de voluntades de gobierno federal, gobierno de Durango y Coahuila, así como de 10 municipios debe ser aprovechada, tal ordenación no se logra en el pasado, difícil que se repita en el futuro, los pronósticos son reservados por la salud y la economía de la región.

De ahí que el titular del poder ejecutivo estatal, no ceja en diálogos, acuerdos, conciliaciones, gestiones, llamadas con altos funcionarios de Conagua, Gobernación y de la misma Presidencia de la República, la mitad de la semana en Gómez Palacio, yendo y viniendo, con productores, ambientalistas, empresarios, con todos los actores y sectores involucrados, si bien se tiene muy buen avance, falta cerrar el candado de todas o por lo menos de la mayoría de las inconformidades.

El ejercicio de autoridad, implica dejar satisfechos a unos, a otros no, por eso es la hora de cerrar filas, de la unidad cohesionada por el bien mayor que la obra representa.

El aceitar la máquina de sus colaboradores, es necesaria para garantizar la administración del área estatal protegida, lejos de octavillas patrocinadas por quienes pregonan devoción con la oficialía, exigen derechos ocultando procesos administrativos por el uso y abuso en la alzamiento de islas de privilegios.

Muchas líneas ágatas sobre el Programa Agua Saludable para La Laguna, la inversión millonaria, sin paralelo de cualquier otra en todo el norte del país, con el propósito de remediar el grave problema del hidroarcenisismo.

Si atendemos al principio de que a toda acción se presenta una reacción, lo del agua saludable no es la excepción, como también lo que reza el dicho de “a río revuelto, ganancia de pescadores”

No existe amparo en contra del programa de abastecer agua, lo hay contra los impactos de la obra sobre la última parte del río Nazas, tarea que se atiende no sólo con las condicionantes establecidas en el dictamen de impacto ambiental, sino con la presentación de los quejosos de visión de cuenca, circunstancia bien vista por el gobierno federal.

La alineación de voluntades de gobierno federal, gobierno de Durango y Coahuila, así como de 10 municipios debe ser aprovechada, tal ordenación no se logra en el pasado, difícil que se repita en el futuro, los pronósticos son reservados por la salud y la economía de la región.

De ahí que el titular del poder ejecutivo estatal, no ceja en diálogos, acuerdos, conciliaciones, gestiones, llamadas con altos funcionarios de Conagua, Gobernación y de la misma Presidencia de la República, la mitad de la semana en Gómez Palacio, yendo y viniendo, con productores, ambientalistas, empresarios, con todos los actores y sectores involucrados, si bien se tiene muy buen avance, falta cerrar el candado de todas o por lo menos de la mayoría de las inconformidades.

El ejercicio de autoridad, implica dejar satisfechos a unos, a otros no, por eso es la hora de cerrar filas, de la unidad cohesionada por el bien mayor que la obra representa.

El aceitar la máquina de sus colaboradores, es necesaria para garantizar la administración del área estatal protegida, lejos de octavillas patrocinadas por quienes pregonan devoción con la oficialía, exigen derechos ocultando procesos administrativos por el uso y abuso en la alzamiento de islas de privilegios.