/ sábado 7 de septiembre de 2019

Difícil en una sociedad indisciplinada y con malos hábitos

Por supuesto que las promesas de campaña de todos los candidatos, siempre han sido halagüeñas, y, efectivamente creo que, quien llega a ocupar algún cargo, lo hace con la limpia intención de realizar un trabajo encomiable y que deje huella positiva, sólo que, “el pueblo bueno y sabio” no les ayudamos.


Además de considerar que, si se va a trabajar con auxiliares, no todos ellos tienen su misma intención o capacidad, pero, si se trata de la atención de la administración de un municipio, en donde se sopesen las necesidades de una sociedad, con mala disciplina hábitos negativos, intenciones y creencias adversas, esto representa una gran dificultad.

Además de los grupos de choque, que existen y que tratan de sacar provecho y acarrear agua a su molino, nos encontramos con el “pueblo bueno y sabio” que señala ya saben quién, plagado de indisciplina y hábitos corrosivos que cada vez dañan y contaminan a los demás.

Siendo el principal de los malos hábitos la indisciplina, pues muy pocos de los que somos partes de este “pueblo bueno y sabio” acatamos las normas que nos rigen para regular un correcto modo de vivir.

La disciplina es hacer lo que tenemos que hacer, cuando sea preciso hacerlo, para procurar una vida correcta. Los japoneses lo consideraron así, y de esta manera pudieron reconstruir un país devastado por la segunda guerra mundial. Si no fuera por la disciplina de los japoneses, no sería una potencia económica y de gran tecnología. A ellos no les importa ser inteligentes sino disciplinados porque es en la disciplina donde, según ellos, está el éxito.

La prueba es que no fueron los japoneses quienes inventaron el automóvil, ni las motos, ni las radios, ni las calculadoras, sin embargo, son los dueños del mercado mundial de los automóviles, motos, radios, calculadoras, televisores y cuántos otros productos más.

Si el hábito es la conducta que se repite en el tiempo de modo sistemático, existen los malos hábitos con los cuales se contamina constantemente nuestra sociedad, y que tienen consecuencias totalmente aberrantes, que van creando una mala forma de vivir y de convivir.

Malos hábitos y carencia de disciplina que tienen su originan desde la familia, posteriormente por una educación deficiente, malas compañías, etc., que van desde: tirar basura o los chicles en la calle; pintar grafiti; conducir en estado de ebriedad; faltar al respeto a las mujeres; no usar el cinturón de seguridad; no recoger las heces de las mascotas; desperdiciar el agua; no usar el cinturón de seguridad; no usar las direccionales; conducir en las noches con las luces altas para deslumbrar al contrario (muy frecuente en los propios vehículos de las policías); no respetar a los peatones ni los pasos peatonales, ni las señales de viabilidad; no respetar los cajones para minusválidos; pintar las banquetas, así como señalar estacionamientos exclusivos, sin autorización municipal, (pero ni saben, ni se dan cuenta en el municipio); estacionarse en doble fila (también muy tolerado por las autoridades municipales, sobre todo en los merenderos); tocar el claxon para que salgan o abran la puerta, etc.

Qué decir de quienes apartan sus lugar o tienen sus coches chatarras con llantas ponchadas en la calle dando lástimas, ocupando varios lugares, contraviniendo lo dispuesto por en la Fracción XV, del Artículo 14 y Fracción XX, del Artículo 238 del Bando de Policía y Gobierno, (que nunca hacen cumplir en el Ayuntamiento, que puede ser po0r desconocimiento y sobre todo para los inspectores que no ponen orden), pero en seguida lo expreso en el presente artículo haciendo votos que se ponga en práctica.

“ARTÍCULO 14.- Son obligaciones de los habitantes y vecinos del municipio, las siguientes: - XV. - Abstenerse de abandonar en la vía pública, sobre la banqueta, en lotes baldíos, sobre los camellones, o cualquiera otro lugar, basura, materiales de construcción, escombro, animales muertos, desperdicios o basura, vehículos automotores de cualquier tipo, o remolques que visiblemente evidencien abandono por parte de sus propietarios, así como cualquier tipo de objetos que impliquen contaminación o suciedad; ARTÍCULO 238.- Son faltas administrativas o infracciones contra el bienestar colectivo y la seguridad pública, las siguientes: - XX. Dejar en la vía pública, abandonado o en forma permanente por más de tres días, unidades vehiculares, en cuyo caso, se remitirán al corralón por la dirección municipal de seguridad pública, previo procedimiento.” En calle Mascareñas, a un lado del inmueble identificado con el número 200, tiene más de tres años un vehículo color azul con llantas ponchadas y ocupa varios lugares que impiden estacionarse, además su dueño tiene cochera que no la usa, pero no deja que se estacionen frente a ella.

Además de eso, lidiar con el vecino egoísta, cargado de auto impunidad, cuando acabando usted de estacionar su coche, le indican; - ¿Se va a tardar mucho? Extrañado uno le responde que, a qué se debe la pregunta, y le contesta: - Es que, ahorita viene mi hijo y no va tener donde estacionarse. ¿Que ese vecino desconocerá que la calle es de todos?, pero desgraciadamente se sienten dueños del área de la parte frontal de su casa.

También en calle Mascareñas a un lado del número 310, en una puerta sin letrero, si uno llega a estacionarse, en donde usted se encuentre, va la persona a solicitar que mueva su coche porque va a estacionar su coche él ahí, y si le dice que la calle es de todos, se corre el riesgo de encontrar su vehículo con la pintura rayada, o las llantas “navajeadas” o ponchadas.
Sin embargo, aún existe el vecino que sí coopera quien, aunque tenga su vehículo guardado en su cochera, permite estacionarse y al momento de necesitar salir, acude a solicitar que el vehículo que obstaculiza sea movido, tal es el caso de la familia Peschard, que amablemente lo permite.

Mientras que los buenos hábitos y la disciplina nos conducen al éxito, los malos hábitos que, no debemos negar que existen, así como la indisciplina, sólo ocasionarán inseguridad, rechazo, dificultad de integración, carencia de valores, marginación y fracaso.

Pero si desde el gobierno federal se tolera la indisciplina y los hábitos nocivos, permitiendo que se ataque a guardias del orden y a soldados por grupos vandálicos, reinará siempre la impunidad e indisciplina.

Por supuesto que las promesas de campaña de todos los candidatos, siempre han sido halagüeñas, y, efectivamente creo que, quien llega a ocupar algún cargo, lo hace con la limpia intención de realizar un trabajo encomiable y que deje huella positiva, sólo que, “el pueblo bueno y sabio” no les ayudamos.


Además de considerar que, si se va a trabajar con auxiliares, no todos ellos tienen su misma intención o capacidad, pero, si se trata de la atención de la administración de un municipio, en donde se sopesen las necesidades de una sociedad, con mala disciplina hábitos negativos, intenciones y creencias adversas, esto representa una gran dificultad.

Además de los grupos de choque, que existen y que tratan de sacar provecho y acarrear agua a su molino, nos encontramos con el “pueblo bueno y sabio” que señala ya saben quién, plagado de indisciplina y hábitos corrosivos que cada vez dañan y contaminan a los demás.

Siendo el principal de los malos hábitos la indisciplina, pues muy pocos de los que somos partes de este “pueblo bueno y sabio” acatamos las normas que nos rigen para regular un correcto modo de vivir.

La disciplina es hacer lo que tenemos que hacer, cuando sea preciso hacerlo, para procurar una vida correcta. Los japoneses lo consideraron así, y de esta manera pudieron reconstruir un país devastado por la segunda guerra mundial. Si no fuera por la disciplina de los japoneses, no sería una potencia económica y de gran tecnología. A ellos no les importa ser inteligentes sino disciplinados porque es en la disciplina donde, según ellos, está el éxito.

La prueba es que no fueron los japoneses quienes inventaron el automóvil, ni las motos, ni las radios, ni las calculadoras, sin embargo, son los dueños del mercado mundial de los automóviles, motos, radios, calculadoras, televisores y cuántos otros productos más.

Si el hábito es la conducta que se repite en el tiempo de modo sistemático, existen los malos hábitos con los cuales se contamina constantemente nuestra sociedad, y que tienen consecuencias totalmente aberrantes, que van creando una mala forma de vivir y de convivir.

Malos hábitos y carencia de disciplina que tienen su originan desde la familia, posteriormente por una educación deficiente, malas compañías, etc., que van desde: tirar basura o los chicles en la calle; pintar grafiti; conducir en estado de ebriedad; faltar al respeto a las mujeres; no usar el cinturón de seguridad; no recoger las heces de las mascotas; desperdiciar el agua; no usar el cinturón de seguridad; no usar las direccionales; conducir en las noches con las luces altas para deslumbrar al contrario (muy frecuente en los propios vehículos de las policías); no respetar a los peatones ni los pasos peatonales, ni las señales de viabilidad; no respetar los cajones para minusválidos; pintar las banquetas, así como señalar estacionamientos exclusivos, sin autorización municipal, (pero ni saben, ni se dan cuenta en el municipio); estacionarse en doble fila (también muy tolerado por las autoridades municipales, sobre todo en los merenderos); tocar el claxon para que salgan o abran la puerta, etc.

Qué decir de quienes apartan sus lugar o tienen sus coches chatarras con llantas ponchadas en la calle dando lástimas, ocupando varios lugares, contraviniendo lo dispuesto por en la Fracción XV, del Artículo 14 y Fracción XX, del Artículo 238 del Bando de Policía y Gobierno, (que nunca hacen cumplir en el Ayuntamiento, que puede ser po0r desconocimiento y sobre todo para los inspectores que no ponen orden), pero en seguida lo expreso en el presente artículo haciendo votos que se ponga en práctica.

“ARTÍCULO 14.- Son obligaciones de los habitantes y vecinos del municipio, las siguientes: - XV. - Abstenerse de abandonar en la vía pública, sobre la banqueta, en lotes baldíos, sobre los camellones, o cualquiera otro lugar, basura, materiales de construcción, escombro, animales muertos, desperdicios o basura, vehículos automotores de cualquier tipo, o remolques que visiblemente evidencien abandono por parte de sus propietarios, así como cualquier tipo de objetos que impliquen contaminación o suciedad; ARTÍCULO 238.- Son faltas administrativas o infracciones contra el bienestar colectivo y la seguridad pública, las siguientes: - XX. Dejar en la vía pública, abandonado o en forma permanente por más de tres días, unidades vehiculares, en cuyo caso, se remitirán al corralón por la dirección municipal de seguridad pública, previo procedimiento.” En calle Mascareñas, a un lado del inmueble identificado con el número 200, tiene más de tres años un vehículo color azul con llantas ponchadas y ocupa varios lugares que impiden estacionarse, además su dueño tiene cochera que no la usa, pero no deja que se estacionen frente a ella.

Además de eso, lidiar con el vecino egoísta, cargado de auto impunidad, cuando acabando usted de estacionar su coche, le indican; - ¿Se va a tardar mucho? Extrañado uno le responde que, a qué se debe la pregunta, y le contesta: - Es que, ahorita viene mi hijo y no va tener donde estacionarse. ¿Que ese vecino desconocerá que la calle es de todos?, pero desgraciadamente se sienten dueños del área de la parte frontal de su casa.

También en calle Mascareñas a un lado del número 310, en una puerta sin letrero, si uno llega a estacionarse, en donde usted se encuentre, va la persona a solicitar que mueva su coche porque va a estacionar su coche él ahí, y si le dice que la calle es de todos, se corre el riesgo de encontrar su vehículo con la pintura rayada, o las llantas “navajeadas” o ponchadas.
Sin embargo, aún existe el vecino que sí coopera quien, aunque tenga su vehículo guardado en su cochera, permite estacionarse y al momento de necesitar salir, acude a solicitar que el vehículo que obstaculiza sea movido, tal es el caso de la familia Peschard, que amablemente lo permite.

Mientras que los buenos hábitos y la disciplina nos conducen al éxito, los malos hábitos que, no debemos negar que existen, así como la indisciplina, sólo ocasionarán inseguridad, rechazo, dificultad de integración, carencia de valores, marginación y fracaso.

Pero si desde el gobierno federal se tolera la indisciplina y los hábitos nocivos, permitiendo que se ataque a guardias del orden y a soldados por grupos vandálicos, reinará siempre la impunidad e indisciplina.