La educación ambiental es un proceso fundamental que tiene como finalidad alcanzar el desarrollo sustentable; así todos sabemos que las teorías de desarrollo económico hoy en día no tienen las características de ser sustentables y que definitivamente la educación en general y la educación ambiental en particular constituyen la herramienta para llevar a la sociedad hacia la sustentabilidad.
Uno de los objetivos acordados por el Consejo General Consultivo del Instituto Politécnico Nacional con relación a la Coordinación Politécnica para la Sustentabilidad que encabeza el doctor Héctor Mayagoitia Domínguez, es incorporar la sustentabilidad en todos los programas académicos que oferta el instituto, con apego a los módulos educativos de Integración Social vigentes. En su libro “Apoyos para la Sustentabilidad”, Mayagoitia Domínguez hace un recuento de las acciones emprendidas por esta institución.
Destaca en el texto que a partir de los años 70’s, el medio ambiente se convierte en problema de investigación a consecuencia del deterioro de los recursos naturales, y al afectar la vida humana a grandes y pequeñas escalas, centrándose la atención de la comunidad científica internacional, en la búsqueda de la concienciación de la necesidad apremiante de utilizar responsablemente el saber de todos los campos de la ciencia para darle respuesta a la creciente degradación ambiental, que no solo pone en crisis las condiciones y permanencia de vida en el planeta.
En 1972, se realizó en Estocolmo, la Conferencia de Naciones Unidas sobre el Medio Humano. Este fue el primer encuentro internacional de gran magnitud dedicado a la problemática ambiental. Fue en esta conferencia, donde se reconoció oficialmente el concepto de educación ambiental y su importancia para cambiar el modelo de desarrollo. Este encuentro marcó un punto de inicio en la política internacional en relación al medio ambiente.
El principio 19 que aparece en el informe de dicha conferencia, señala que la educación es indispensable para abordar las materias ambientales y que esta educación debe estar dirigida tanto a jóvenes como adultos, prestando atención a los sectores menos privilegiados y que promueva conductas de responsabilidad en cuanto a la protección y mejoramiento del medio en toda su dimensión.
La Comisión Mundial para el Medio Ambiente y el Desarrollo de la ONU, presentó en 1987 el Informe Brundtland, del cual nace el concepto de desarrollo sustentable como:
“Aquel que satisface las necesidades de la generación presente, sin comprometer la capacidad de las generaciones futuras para satisfacer sus propias necesidades”.
Todas las personas en cualquier parte del mundo, en cualquier comunidad, pueblo, villa, etcétera, son protagonistas de la problemática del medio ambiente ya que consumimos bienes y servicios: Tomar una bebida, viajar en automóvil, tomar una ducha, comunicarse por teléfono, leer el diario. Todos estos hechos generan consecuencias sobre el medio ambiente.
La educación ambiental consiste en la toma de conciencia de nuestra realidad en el mundo y de nuestra relación con nosotros mismos y con la naturaleza, sin olvidar los problemas que derivan de estas relaciones. A esta definición se adapta perfectamente cada uno de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la Organización de las Naciones Unidas, pues no son más que los problemas que han surgido de nuestras relaciones y del uso que estamos haciendo de la naturaleza y que debemos solucionar si queremos que nuestro futuro sea sostenible.