/ viernes 10 de junio de 2022

Educación Pública en México. Conclusiones

Estimado lector. Podemos escribir que la educación en nuestro país tiene una brillante historia desde antes de la conquista española, así lo demuestran dos grandes culturas, la Azteca y la Maya. Observar su cosmovisión hacia la educación es relevante para apreciar la esencia cultural de México y orientar el sentido de la formación de nuestros estudiantes.

La educación durante el virreinato, comenta Samantha Cobarrubias sobre “El virreinato y el Nuevo Orden” de Pilar Gonzalbo Aizpuru, en el libro “Historia mínima de la educación en México del Colegio de México, que, “los fines de la educación en esta época, se dirigían a lograr un orden social, como también a controlar a los pueblos para que no hubiera levantamientos o rebeliones contra los conquistadores y con el tiempo, poco a poco, el clero logró obtener el poder del pueblo”.

De nuestro pasado colonial quedaron en el ámbito educativo, las escuelas parroquiales y la Real Pontificia Universidad, con un carácter manifiestamente clerical. El año de 1833 fue fundamental en la creación y desarrollo del sistema de educación nacional que se conoce como Reforma Liberal de 1833, con Valentín Gómez Farías.

Desde aquel entonces, la evolución de la educación ha estado cimentada en las legislaturas. Hechos trascendentales ha habido muchos, por citar algunos: Cuando el vicepresidente Valentín Gómez Farías emprende junto con Juan María Luis Mora las profundas reformas que requería nuestro país en el ámbito de lo educativo y la separación del Estado de la Iglesia; la creación de escuelas normales; La Ley sobre la Instrucción Pública de 1861 decretada por Benito Juárez; 1910, el presidente Porfirio Díaz, inauguró la Universidad Nacional de México, concretando la propuesta de Justo Sierra realizada desde 1881, el plan de esta institución era el de preparar un futuro para los mexicanos bajo el manto de un principio educador y científico.

Tras la huelga de la Universidad de 1929, el presidente Emilio Portes Gil brindó la autonomía a la Universidad; nuestro país participó activamente en diversos proyectos de la recién creada Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO); El Plan para el Mejoramiento y la Expansión de la Educación Primaria en México y la distribución de libros de texto gratuito para las escuelas primarias; se crearon diversas instituciones educativas como el Consejo Nacional de Fomento Educativo (CONAFE), el Colegio de Ciencias y Humanidades (CCH), el Colegio de Bachilleres y el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (CONACYT); la modificación al artículo tercero constitucional incluyó el concepto de autonomía universitaria; se abrió nuevamente un espacio para la participación de la iglesia en la educación; se inicia el camino de la evaluación docente para alcanzar la calidad educativa en la formación básica; mejoras a la infraestructura educativa, acceso a la tecnología, uso intensivo de computadoras, vinculación de la educación con actividades productivas, evaluación a través de la prueba Enlace; profesionalización y la evaluación docente; respuesta a una exigencia social para fortalecer a la educación pública, laica y gratuita.

La línea educativa histórica de México ha estado presente desde la cultura prehispánica. Es rica en reformas, ideología, infraestructura, planes y programas, capacitación y calidad educativa e investigación.

Quedan dos años y meses para que en la plataforma educativa se otorguen los apoyos para los avances tecnológicos, investigación, idioma (s), infraestructura y equipo, reformas acordes a la nueva realidad nacional y los nuevos contextos globales. Todo, con el más ferviente de los deseos para que tengamos maestros más preparados con nuevas tecnologías educativas, estudiantes aún más preparados e investigadores con apoyos para que sus investigaciones favorezcan el desarrollo de nuestro país, todo, por México. ¡Hasta la próxima!

Estimado lector. Podemos escribir que la educación en nuestro país tiene una brillante historia desde antes de la conquista española, así lo demuestran dos grandes culturas, la Azteca y la Maya. Observar su cosmovisión hacia la educación es relevante para apreciar la esencia cultural de México y orientar el sentido de la formación de nuestros estudiantes.

La educación durante el virreinato, comenta Samantha Cobarrubias sobre “El virreinato y el Nuevo Orden” de Pilar Gonzalbo Aizpuru, en el libro “Historia mínima de la educación en México del Colegio de México, que, “los fines de la educación en esta época, se dirigían a lograr un orden social, como también a controlar a los pueblos para que no hubiera levantamientos o rebeliones contra los conquistadores y con el tiempo, poco a poco, el clero logró obtener el poder del pueblo”.

De nuestro pasado colonial quedaron en el ámbito educativo, las escuelas parroquiales y la Real Pontificia Universidad, con un carácter manifiestamente clerical. El año de 1833 fue fundamental en la creación y desarrollo del sistema de educación nacional que se conoce como Reforma Liberal de 1833, con Valentín Gómez Farías.

Desde aquel entonces, la evolución de la educación ha estado cimentada en las legislaturas. Hechos trascendentales ha habido muchos, por citar algunos: Cuando el vicepresidente Valentín Gómez Farías emprende junto con Juan María Luis Mora las profundas reformas que requería nuestro país en el ámbito de lo educativo y la separación del Estado de la Iglesia; la creación de escuelas normales; La Ley sobre la Instrucción Pública de 1861 decretada por Benito Juárez; 1910, el presidente Porfirio Díaz, inauguró la Universidad Nacional de México, concretando la propuesta de Justo Sierra realizada desde 1881, el plan de esta institución era el de preparar un futuro para los mexicanos bajo el manto de un principio educador y científico.

Tras la huelga de la Universidad de 1929, el presidente Emilio Portes Gil brindó la autonomía a la Universidad; nuestro país participó activamente en diversos proyectos de la recién creada Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO); El Plan para el Mejoramiento y la Expansión de la Educación Primaria en México y la distribución de libros de texto gratuito para las escuelas primarias; se crearon diversas instituciones educativas como el Consejo Nacional de Fomento Educativo (CONAFE), el Colegio de Ciencias y Humanidades (CCH), el Colegio de Bachilleres y el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (CONACYT); la modificación al artículo tercero constitucional incluyó el concepto de autonomía universitaria; se abrió nuevamente un espacio para la participación de la iglesia en la educación; se inicia el camino de la evaluación docente para alcanzar la calidad educativa en la formación básica; mejoras a la infraestructura educativa, acceso a la tecnología, uso intensivo de computadoras, vinculación de la educación con actividades productivas, evaluación a través de la prueba Enlace; profesionalización y la evaluación docente; respuesta a una exigencia social para fortalecer a la educación pública, laica y gratuita.

La línea educativa histórica de México ha estado presente desde la cultura prehispánica. Es rica en reformas, ideología, infraestructura, planes y programas, capacitación y calidad educativa e investigación.

Quedan dos años y meses para que en la plataforma educativa se otorguen los apoyos para los avances tecnológicos, investigación, idioma (s), infraestructura y equipo, reformas acordes a la nueva realidad nacional y los nuevos contextos globales. Todo, con el más ferviente de los deseos para que tengamos maestros más preparados con nuevas tecnologías educativas, estudiantes aún más preparados e investigadores con apoyos para que sus investigaciones favorezcan el desarrollo de nuestro país, todo, por México. ¡Hasta la próxima!