/ sábado 24 de agosto de 2019

El arte debe servir para bailar

Existió una buena compañía de danza contemporánea pero desapareció. Su directora se fue de Durango y hoy no existe. En muy pocas escuelas y en muy pocas partes existen porque requieren de mucho trabajo.

Lo que sobran son las de folklórica porque lo nuevo es más difícil; y es muy bonito el folklore, pero la contemporánea o la clásica, incluso la árabe es un paso superior, implica más esfuerzo, más tiempo y finalmente por diferentes son más bellas, sobre todo la contemporánea que no pueden decir que es de un país en especial, como la árabe y la clásica, que rápidamente dicen que son de “los países árabes” o “de los esclavos”; la contemporánea es del mundo.

Una vez vino a Durango un grupo titulado “Jarocho” de Xalapa, Veracruz, y no es de música veracruzana, aunque la incluyen en su repertorio, pero a su manera con un agregado extraordinario de belleza; y en su repertorio tienen una serie de números fuera de serie, de todo tipo, que no puedes decir qué son, pero te encantan.

Y no se puede decir que un buen grupo de danza folklórica no te maraville, pero éste es el inicio de una discusión caótica entre artistas.

La poesía también se baila, pero no toda, una se presta más que otra; una se baila locamente; otra calmadamente, y la caribeña casi toda. De Europa, de España, Italia y Grecia, se baila mucho de su música.

Y finalmente estuvo mal el título de este conato de discusión o lo que sea, porque la literatura también te hace bailar la imaginación, y muchas veces quieres bailar después de haber leído algo; más con “El amor en los tiempos del cólera” que con “Cien años de soledad”, aunque en esta última en muchas partes te dan ganas.

Las maravillas del cubano fuera de serie “Bola de Nieve” pocos se dan las horas para gozarlo, asombrarse, bailando o ser feliz con él, porque finalmente ese es el punto; el arte es para ser feliz.

La verdad, la humanidad entera y el sexo y el amor y la poesía: Henry Miller. Pero ya me perdí, sin embargo el que quiera conversar con las mujeres está Anaís Nin. Un buen libro y una buena película son una delicia.

Por eso el arte existe por amor al arte y está en todas partes. Las salas de cine siguen siendo mejores que otros lugares, aunque sean una pared al aire libre en las partes del año que se pueda.

Hay que buscar en las colonias unas buenas paredes y llevar a ver buenas películas con los que se junten. Me ha tocado ir de visita y que estén viendo en la pared una película y es bonito.

Y para bailar me ha tocado ver que hay muchos lugares tempraneros muy populares. Y de bailar, se baila a Manzanero, Serrat y Sabina.

A un compositor en sus ochentas le preguntaron que porque no escribía más boleros, y contesto que lo que pasaba es que los jóvenes lo que querían era brincar, pero de todos modos lo animaron a no dejar el bolero.

Por último, les recuerdo que en la Cineteca de Juárez y Coronado no hay pierde, siempre hay buenas películas.

Existió una buena compañía de danza contemporánea pero desapareció. Su directora se fue de Durango y hoy no existe. En muy pocas escuelas y en muy pocas partes existen porque requieren de mucho trabajo.

Lo que sobran son las de folklórica porque lo nuevo es más difícil; y es muy bonito el folklore, pero la contemporánea o la clásica, incluso la árabe es un paso superior, implica más esfuerzo, más tiempo y finalmente por diferentes son más bellas, sobre todo la contemporánea que no pueden decir que es de un país en especial, como la árabe y la clásica, que rápidamente dicen que son de “los países árabes” o “de los esclavos”; la contemporánea es del mundo.

Una vez vino a Durango un grupo titulado “Jarocho” de Xalapa, Veracruz, y no es de música veracruzana, aunque la incluyen en su repertorio, pero a su manera con un agregado extraordinario de belleza; y en su repertorio tienen una serie de números fuera de serie, de todo tipo, que no puedes decir qué son, pero te encantan.

Y no se puede decir que un buen grupo de danza folklórica no te maraville, pero éste es el inicio de una discusión caótica entre artistas.

La poesía también se baila, pero no toda, una se presta más que otra; una se baila locamente; otra calmadamente, y la caribeña casi toda. De Europa, de España, Italia y Grecia, se baila mucho de su música.

Y finalmente estuvo mal el título de este conato de discusión o lo que sea, porque la literatura también te hace bailar la imaginación, y muchas veces quieres bailar después de haber leído algo; más con “El amor en los tiempos del cólera” que con “Cien años de soledad”, aunque en esta última en muchas partes te dan ganas.

Las maravillas del cubano fuera de serie “Bola de Nieve” pocos se dan las horas para gozarlo, asombrarse, bailando o ser feliz con él, porque finalmente ese es el punto; el arte es para ser feliz.

La verdad, la humanidad entera y el sexo y el amor y la poesía: Henry Miller. Pero ya me perdí, sin embargo el que quiera conversar con las mujeres está Anaís Nin. Un buen libro y una buena película son una delicia.

Por eso el arte existe por amor al arte y está en todas partes. Las salas de cine siguen siendo mejores que otros lugares, aunque sean una pared al aire libre en las partes del año que se pueda.

Hay que buscar en las colonias unas buenas paredes y llevar a ver buenas películas con los que se junten. Me ha tocado ir de visita y que estén viendo en la pared una película y es bonito.

Y para bailar me ha tocado ver que hay muchos lugares tempraneros muy populares. Y de bailar, se baila a Manzanero, Serrat y Sabina.

A un compositor en sus ochentas le preguntaron que porque no escribía más boleros, y contesto que lo que pasaba es que los jóvenes lo que querían era brincar, pero de todos modos lo animaron a no dejar el bolero.

Por último, les recuerdo que en la Cineteca de Juárez y Coronado no hay pierde, siempre hay buenas películas.