/ sábado 21 de diciembre de 2019

El balance de la clase política local

Algunos dirán: “También de dolor se canta, cuando llorar no se puede”. Otros, entre copa y copa, brindarán por 2021 y el 2022 pensando en seguir sacrificándose por la sociedad duranguense, a la que le salen debiendo después de cada elección. ¿A qué partido le fue mejor en el reparto del poder? Como dijo Juan Gabriel: “Lo que se ve no se pregunta”

Un poco de historia. Por ejemplo en 2018 al partido MORENA Andrés Manuel López Obrador les cayó del cielo. Si usted hubiera participado en esa elección federal, sin duda alguna sería diputada, diputado, senador o senadora de la República. Sin tener experiencia, carrera política, militancia partidista o cosa parecida hubiera ganado y hasta su misma casa podría haber llegado su constancia de mayoría.

Del balance de la actual legislatura en el Congreso local, se puede destacar lo siguiente: Por primera vez el PRI no es mayoría. Pero de acuerdo de Enrique Benítez, las próximas elecciones de 2021 el tricolor volverá a hacer la aplanadora de siempre para relanzar al país a alturas insospechadas. ¿Usted le cree? Nosotros tampoco.

Para las palomitas blancas vestidas de azul este año será histórico: Por primera vez el primer panista del estado tejió fino para sacar adelante a Verónica Pérez con el fin de que opere las candidaturas en 2021 y 2022, y lo más importante: su sucesora o sucesor, dependiendo de las circunstancias. De Jorge Salum del Palacio y José Ramón Enríquez Herrera vale la pena ponerlos en el balance de este 2019 que está por terminar. Si partimos de la premisa que en política perdiendo se gana y que no existen victorias absolutas, podría ser el caso de Jorge y José Ramón.

El polémico oftalmólogo no supo manejar la fama y el poder como Presidente Municipal de la capital. No entendió, que independientemente al partido que se pertenezca, a la hora de gobernar existen jerarquías. La política mexicana tiene sus reglas no escritas y quien las rompe paga las consecuencias.

Hagamos otra vez algo de historia: En su momento los dos presidentes municipales del PT, Gonzalo y Marcos, se enfrentaron con el gobernador Silerio, pero lo hacían con el fin de negociar y Maximiliano, que era experto, manejó la situación. El caso de José Ramón fue muy distinto, su distanciamiento de quien despacha en el Bicentenario no resultó un pretexto o una coyuntura para negociar. En la recta final, el destino de José Ramón ya estaba escrito: No pudo reelegirse como Presidente Municipal, de haberlo logrado, en este momento el Bicentenario estaría a su alcance. Hoy como Senador de la Republica no está muerto en 2022, estará en la boleta, pero esa es, otra historia.

“Haiga sido como haiga sido”, Jorge Salum ganó la Presidencia. Una cosa es ser candidato y otra ejercer el poder. Cuando se ejerce, desgasta desde el primer minuto y Jorge no es la excepción. No tuvo la famosa luna de miel con los ciudadanos, también esos días de vino y rosas ya pasaron a la historia. Por un simple acceso de un centro comercial le han hecho ver su suerte unos cuantos vecinos y un partido político que ha perdido su prestigio, si es que una vez lo tuvo. Si el Presidente Municipal tiene proyecto político para el futuro, desde ahora tiene que demostrar que tiene oficio político, porque sin esta cualidad no se puede llegar muy lejos. Y parafraseando al clásico: Un Presidente tan cerca de la candidatura y tan lejos del Bicentenario.

Algunos dirán: “También de dolor se canta, cuando llorar no se puede”. Otros, entre copa y copa, brindarán por 2021 y el 2022 pensando en seguir sacrificándose por la sociedad duranguense, a la que le salen debiendo después de cada elección. ¿A qué partido le fue mejor en el reparto del poder? Como dijo Juan Gabriel: “Lo que se ve no se pregunta”

Un poco de historia. Por ejemplo en 2018 al partido MORENA Andrés Manuel López Obrador les cayó del cielo. Si usted hubiera participado en esa elección federal, sin duda alguna sería diputada, diputado, senador o senadora de la República. Sin tener experiencia, carrera política, militancia partidista o cosa parecida hubiera ganado y hasta su misma casa podría haber llegado su constancia de mayoría.

Del balance de la actual legislatura en el Congreso local, se puede destacar lo siguiente: Por primera vez el PRI no es mayoría. Pero de acuerdo de Enrique Benítez, las próximas elecciones de 2021 el tricolor volverá a hacer la aplanadora de siempre para relanzar al país a alturas insospechadas. ¿Usted le cree? Nosotros tampoco.

Para las palomitas blancas vestidas de azul este año será histórico: Por primera vez el primer panista del estado tejió fino para sacar adelante a Verónica Pérez con el fin de que opere las candidaturas en 2021 y 2022, y lo más importante: su sucesora o sucesor, dependiendo de las circunstancias. De Jorge Salum del Palacio y José Ramón Enríquez Herrera vale la pena ponerlos en el balance de este 2019 que está por terminar. Si partimos de la premisa que en política perdiendo se gana y que no existen victorias absolutas, podría ser el caso de Jorge y José Ramón.

El polémico oftalmólogo no supo manejar la fama y el poder como Presidente Municipal de la capital. No entendió, que independientemente al partido que se pertenezca, a la hora de gobernar existen jerarquías. La política mexicana tiene sus reglas no escritas y quien las rompe paga las consecuencias.

Hagamos otra vez algo de historia: En su momento los dos presidentes municipales del PT, Gonzalo y Marcos, se enfrentaron con el gobernador Silerio, pero lo hacían con el fin de negociar y Maximiliano, que era experto, manejó la situación. El caso de José Ramón fue muy distinto, su distanciamiento de quien despacha en el Bicentenario no resultó un pretexto o una coyuntura para negociar. En la recta final, el destino de José Ramón ya estaba escrito: No pudo reelegirse como Presidente Municipal, de haberlo logrado, en este momento el Bicentenario estaría a su alcance. Hoy como Senador de la Republica no está muerto en 2022, estará en la boleta, pero esa es, otra historia.

“Haiga sido como haiga sido”, Jorge Salum ganó la Presidencia. Una cosa es ser candidato y otra ejercer el poder. Cuando se ejerce, desgasta desde el primer minuto y Jorge no es la excepción. No tuvo la famosa luna de miel con los ciudadanos, también esos días de vino y rosas ya pasaron a la historia. Por un simple acceso de un centro comercial le han hecho ver su suerte unos cuantos vecinos y un partido político que ha perdido su prestigio, si es que una vez lo tuvo. Si el Presidente Municipal tiene proyecto político para el futuro, desde ahora tiene que demostrar que tiene oficio político, porque sin esta cualidad no se puede llegar muy lejos. Y parafraseando al clásico: Un Presidente tan cerca de la candidatura y tan lejos del Bicentenario.