/ sábado 29 de junio de 2019

El cabildo de la alternancia

La alternancia llegó al Ayuntamiento como resultado de la victoria de 2016. Ironía del destino: en el Congreso, el PRI fue mayoría aunque perdió la gubernatura y la presidencia municipal y por primera vez en el cabildo le tocó ser oposición en 2016 a 2019. Ni modo, unas de cal por unas de arena.

Es la hora del balance para los partidos representados actualmente en el cabildo, no se puede juzgar antes si no se tienen los elementos, y aunque está de moda calificar a los gobernantes a unas semanas del ejercicio del poder, eso no significa que la sociedad no pueda opinar de lo que sucede, hace juicios, valoraciones, y haciendo uso de su libertad de expresión y opinión, no se queda callada. Los ciudadanos ya son otros, y ahora también hasta hacen especie de “roqueseñales”.

La pregunta sería: ¿hubo oposición de los regidores del PRI y del PT en el Cabildo? Salvo su mejor opinión, no. Da la impresión de que la facción priista nadó de muertito. Hubo intentos de rebelión, pero por arte de magia alguien les dijo “calladitos se ven más bonitos”. La razón solo ellos la saben, en boca cerrada no entran moscas. La parte opositora representada por el PT no hizo nada. La regidora de ese partido tuvo que sufrir muchos años para darse cuenta que los “maoístas” son misóginos. La regidora se declaró “independiente”, y termina repitiendo, pero ahora por Movimiento Ciudadano, y esto que no le sorprenda. Si la gente cambia de sexo, de ideas, ¿por qué no de partido?

¡Qué cosas tiene la vida, Mariana! En 2016, PAN y PRD se la jugaron con José Rosas Aispuro Torres y José Ramón Enríquez. Como consecuencia, la alternancia tuvo el mayor número de regidores. Como usted lo sabe, en la política mexicana lo que importa es imponer la democracia del mayoriteo. Comentamos esto porque la regidora Minka Hernández, panista de toda la vida, se convirtió en la principal opositora en ese cuerpo colegiado cuando todos esperábamos que fuera alguien del PRI. Minka, cuando agarró tablas como representante popular, en muchas ocasiones se opuso a las propuestas del presidente municipal, entre ellas recordamos las famosas licencias que solicitó el doctor Enríquez. Votó en contra de lo que consideraba estaba mal, fue Minka Hernández, basada en el conocimiento de la Ley Orgánica del Municipio, cuestionaba la llegada de Carlos Segovia para suplir la ausencia de José Ramón, afirmando que se había violado la Ley en este caso. Ni duda cabe, la regidora panista tomó un buen diplomado político en su paso por el camino. Nadie pensó que la egresada del Tecno fuera más oposición que la “oposición”.

De los regidores del PRD no hay nada que decir, cobraron muy bien sus facturas, pero de ser opositores, nada. Gerardo Rodríguez hizo muy bien su papel: fue defensor a ultranza del Dr. José Ramón Enríquez, y en ocasiones más bien parecía su vocero o su fiel escudero. Por cierto, repitió como regidor, se lo ganó a pulso y pasó a la historia por haber dicho la frase más importante de este Cabildo: “los artistas de Durango son coyotes de la cultura”. Como nos damos cuenta, los hombres pasan a la historia por sus frases.

La alternancia llegó al Ayuntamiento como resultado de la victoria de 2016. Ironía del destino: en el Congreso, el PRI fue mayoría aunque perdió la gubernatura y la presidencia municipal y por primera vez en el cabildo le tocó ser oposición en 2016 a 2019. Ni modo, unas de cal por unas de arena.

Es la hora del balance para los partidos representados actualmente en el cabildo, no se puede juzgar antes si no se tienen los elementos, y aunque está de moda calificar a los gobernantes a unas semanas del ejercicio del poder, eso no significa que la sociedad no pueda opinar de lo que sucede, hace juicios, valoraciones, y haciendo uso de su libertad de expresión y opinión, no se queda callada. Los ciudadanos ya son otros, y ahora también hasta hacen especie de “roqueseñales”.

La pregunta sería: ¿hubo oposición de los regidores del PRI y del PT en el Cabildo? Salvo su mejor opinión, no. Da la impresión de que la facción priista nadó de muertito. Hubo intentos de rebelión, pero por arte de magia alguien les dijo “calladitos se ven más bonitos”. La razón solo ellos la saben, en boca cerrada no entran moscas. La parte opositora representada por el PT no hizo nada. La regidora de ese partido tuvo que sufrir muchos años para darse cuenta que los “maoístas” son misóginos. La regidora se declaró “independiente”, y termina repitiendo, pero ahora por Movimiento Ciudadano, y esto que no le sorprenda. Si la gente cambia de sexo, de ideas, ¿por qué no de partido?

¡Qué cosas tiene la vida, Mariana! En 2016, PAN y PRD se la jugaron con José Rosas Aispuro Torres y José Ramón Enríquez. Como consecuencia, la alternancia tuvo el mayor número de regidores. Como usted lo sabe, en la política mexicana lo que importa es imponer la democracia del mayoriteo. Comentamos esto porque la regidora Minka Hernández, panista de toda la vida, se convirtió en la principal opositora en ese cuerpo colegiado cuando todos esperábamos que fuera alguien del PRI. Minka, cuando agarró tablas como representante popular, en muchas ocasiones se opuso a las propuestas del presidente municipal, entre ellas recordamos las famosas licencias que solicitó el doctor Enríquez. Votó en contra de lo que consideraba estaba mal, fue Minka Hernández, basada en el conocimiento de la Ley Orgánica del Municipio, cuestionaba la llegada de Carlos Segovia para suplir la ausencia de José Ramón, afirmando que se había violado la Ley en este caso. Ni duda cabe, la regidora panista tomó un buen diplomado político en su paso por el camino. Nadie pensó que la egresada del Tecno fuera más oposición que la “oposición”.

De los regidores del PRD no hay nada que decir, cobraron muy bien sus facturas, pero de ser opositores, nada. Gerardo Rodríguez hizo muy bien su papel: fue defensor a ultranza del Dr. José Ramón Enríquez, y en ocasiones más bien parecía su vocero o su fiel escudero. Por cierto, repitió como regidor, se lo ganó a pulso y pasó a la historia por haber dicho la frase más importante de este Cabildo: “los artistas de Durango son coyotes de la cultura”. Como nos damos cuenta, los hombres pasan a la historia por sus frases.