/ martes 26 de abril de 2022

El camino está trazado

El Estado de Durango es el cuarto en extensión territorial, después de Sonora, Chihuahua y Coahuila, por lo que la administración de gobierno, lo ha dividido en cinco regiones, en base a sus vías de comunicación, entre otros elementos de juicio.

En otros países, ocurren más a la división natural, o sea por cuencas hidrográficas, algo similar a como distribuyó la Conagua sus oficinas administrativas, o como pretendió hacerlo Conafor.

Según la historia en tiempos de la conquista, Nueva Vizcaya, hoy Durango, abarcaba prácticamente desde el municipio de Nombre de Dios, hasta Nuevo México, la autoridad eclesiástica, como la civil, le resultaba muy difícil atender a la feligresía, a los ciudadanos, por la enorme distancia de la capital hasta aquellas lejanas tierras, las carrosas de entonces, obligadas a las remudas y otras circunstancias de la época, como el asalto de los aborígenes, retardaban las intenciones de los viajes, hay quien me asegura que de esa prolongada ausencia, nació la frase de “Cada venida de obispo” como símil de la retardada visita pastoral, lo que sucede cada vez en cuando.

Para tener una idea clara del desarrollo social y económico de cada una de las cinco regiones, me remito al PIB; Región Norte (Ocampo, El Oro, San Bernardo, Hidalgo, Indé) 0.89%; Región Sur (Pueblo Nuevo, Mezquital, San Dimas)1.78%; Región Noroeste (Santiago, Tepehuanes, Tamazula, Guanaceví, Otáez, Canelas, Topia) 5.51%; Región Centro (Durango, Gpe Victoria, Pánuco de C, Peñón Blanco, Canatlán, Nuevo Ideal, Coneto de C, San Juan del Río, Rodeo, Nombre de Dios, Poanas, Vte. Guerrero y Súchil) 45.43% y Región Laguna (Gómez Palacio, Lerdo, Mapimí, Tlahualilo, Cuencamé, San Juan de Gpe., Simón Bolívar, Sta. Clara, Nazas, San Pedro, San Luis del C.) 46.40%.

Como podemos apreciar, regiones con potencial de recursos naturales no han sido factor de su desarrollo tal es el caso de la sur y noroeste.

Por otro lado, gran parte del semidesierto, región laguna, destaca sobre las demás, incluyendo a la región centro, sede de los poderes, capital del estado.

La población asentada en la región sur, es de 102,249 siendo Pueblo Nuevo la que prácticamente tiene el 50%, San Dimas la menor con 18%.

Siendo un territorio mayoritariamente forestal, me atrevo a decir que de esta región se extrae el 70% del total del volumen de madera de pino en rollo, el diagnóstico social no es nada halagador, entonces tenemos que hacer las cosas diferentes, como hasta ahora se han hecho.

La extracción de la materia prima, representa un alto costo, debido a la falta de infraestructura carretera, a la existente es necesario un permanente mantenimiento, pero además se deben instalar al pie del bosque, no sólo aserraderos sino factorías que conviertan las tablas en productos terminados, el famoso valor agregado, asumir los riesgos de la reconversión, a la que los empresarios no son muy afectos.

En los últimos 20 años, el sector forestal ha recibido miles de millones de pesos, sin que se aprecie de manera paralela la derrama económica, en mejorar la calidad de vida de los serranos, ni la mejora en maquinaria, procesos productivos, ni la aplicación del conocimiento científico, como puede ser la mejora genética del germoplasma, por mencionar sólo una.

Regiones con potencial de recursos naturales no han sido factor de su desarrollo tal es el caso de la sur y noroeste.

El Estado de Durango es el cuarto en extensión territorial, después de Sonora, Chihuahua y Coahuila, por lo que la administración de gobierno, lo ha dividido en cinco regiones, en base a sus vías de comunicación, entre otros elementos de juicio.

En otros países, ocurren más a la división natural, o sea por cuencas hidrográficas, algo similar a como distribuyó la Conagua sus oficinas administrativas, o como pretendió hacerlo Conafor.

Según la historia en tiempos de la conquista, Nueva Vizcaya, hoy Durango, abarcaba prácticamente desde el municipio de Nombre de Dios, hasta Nuevo México, la autoridad eclesiástica, como la civil, le resultaba muy difícil atender a la feligresía, a los ciudadanos, por la enorme distancia de la capital hasta aquellas lejanas tierras, las carrosas de entonces, obligadas a las remudas y otras circunstancias de la época, como el asalto de los aborígenes, retardaban las intenciones de los viajes, hay quien me asegura que de esa prolongada ausencia, nació la frase de “Cada venida de obispo” como símil de la retardada visita pastoral, lo que sucede cada vez en cuando.

Para tener una idea clara del desarrollo social y económico de cada una de las cinco regiones, me remito al PIB; Región Norte (Ocampo, El Oro, San Bernardo, Hidalgo, Indé) 0.89%; Región Sur (Pueblo Nuevo, Mezquital, San Dimas)1.78%; Región Noroeste (Santiago, Tepehuanes, Tamazula, Guanaceví, Otáez, Canelas, Topia) 5.51%; Región Centro (Durango, Gpe Victoria, Pánuco de C, Peñón Blanco, Canatlán, Nuevo Ideal, Coneto de C, San Juan del Río, Rodeo, Nombre de Dios, Poanas, Vte. Guerrero y Súchil) 45.43% y Región Laguna (Gómez Palacio, Lerdo, Mapimí, Tlahualilo, Cuencamé, San Juan de Gpe., Simón Bolívar, Sta. Clara, Nazas, San Pedro, San Luis del C.) 46.40%.

Como podemos apreciar, regiones con potencial de recursos naturales no han sido factor de su desarrollo tal es el caso de la sur y noroeste.

Por otro lado, gran parte del semidesierto, región laguna, destaca sobre las demás, incluyendo a la región centro, sede de los poderes, capital del estado.

La población asentada en la región sur, es de 102,249 siendo Pueblo Nuevo la que prácticamente tiene el 50%, San Dimas la menor con 18%.

Siendo un territorio mayoritariamente forestal, me atrevo a decir que de esta región se extrae el 70% del total del volumen de madera de pino en rollo, el diagnóstico social no es nada halagador, entonces tenemos que hacer las cosas diferentes, como hasta ahora se han hecho.

La extracción de la materia prima, representa un alto costo, debido a la falta de infraestructura carretera, a la existente es necesario un permanente mantenimiento, pero además se deben instalar al pie del bosque, no sólo aserraderos sino factorías que conviertan las tablas en productos terminados, el famoso valor agregado, asumir los riesgos de la reconversión, a la que los empresarios no son muy afectos.

En los últimos 20 años, el sector forestal ha recibido miles de millones de pesos, sin que se aprecie de manera paralela la derrama económica, en mejorar la calidad de vida de los serranos, ni la mejora en maquinaria, procesos productivos, ni la aplicación del conocimiento científico, como puede ser la mejora genética del germoplasma, por mencionar sólo una.

Regiones con potencial de recursos naturales no han sido factor de su desarrollo tal es el caso de la sur y noroeste.