/ jueves 22 de abril de 2021

El filósofo de Güemez

Para el viejo Filósofo, dos son las emociones básicas que impactan en la vida: El miedo y el amor. El miedo es el generador de las emociones negativas que lanzan al ser humano al tono bajo, como el enojo, la rabia, la tristeza, el odio, el rencor, el resentimiento.

El miedo –que es la ausencia de amor– rompe con tu energía vital, debilita tu sistema inmunológico, cancela tu crecimiento, te auto limita, te hace rígido, cancela la confianza en tu futuro, dejándote una sensación de inferioridad, de desánimo, de fracaso o de derrota.

Mientras que la altísima frecuencia del amor, te conecta con una fuerza que trasciende tus limitaciones físicas y con el poder de tu espíritu original, trae a ti armonía y salud, a través de una energía renovada que te hace creativo, liberándote de los bloqueos energéticos y renovando tu vida en todos los órdenes, llenándote de una elevada autoestima, que le da aire a tus sueños y te lleva a ser feliz y triunfar.

El humor es una clara expresión de amor, que te conduce al encantamiento con las cosas sencillas de la vida, a fijar tu atención en cómo cosas tan simples como sonreír con afecto, saludar amablemente, dar un abrazo, una palmada en el hombro, una palabra de aliento en momentos de dolor, un cumplido sincero, una actitud de solidaria preocupación frente a un problema; estas naturales actitudes, tienen el poder mágico de darle un gran giro, de hacer feliz y cambiar tu vida… y la de los demás.

El humor es un acto de amor, que te conecta con el poder que va más allá de los límites y de las restricciones que generalmente el ser humano pone a su vida, te lleva a gozar el racimo de milagros que el nuevo amanecer tiene para ti, además te lleva a dejar de concentrarte en los problemas, a tener razones para vivir, para ser feliz y a atreverte a contar tus bendiciones.

Para el viejo Filósofo, dos son las emociones básicas que impactan en la vida: El miedo y el amor. El miedo es el generador de las emociones negativas que lanzan al ser humano al tono bajo, como el enojo, la rabia, la tristeza, el odio, el rencor, el resentimiento.

El miedo –que es la ausencia de amor– rompe con tu energía vital, debilita tu sistema inmunológico, cancela tu crecimiento, te auto limita, te hace rígido, cancela la confianza en tu futuro, dejándote una sensación de inferioridad, de desánimo, de fracaso o de derrota.

Mientras que la altísima frecuencia del amor, te conecta con una fuerza que trasciende tus limitaciones físicas y con el poder de tu espíritu original, trae a ti armonía y salud, a través de una energía renovada que te hace creativo, liberándote de los bloqueos energéticos y renovando tu vida en todos los órdenes, llenándote de una elevada autoestima, que le da aire a tus sueños y te lleva a ser feliz y triunfar.

El humor es una clara expresión de amor, que te conduce al encantamiento con las cosas sencillas de la vida, a fijar tu atención en cómo cosas tan simples como sonreír con afecto, saludar amablemente, dar un abrazo, una palmada en el hombro, una palabra de aliento en momentos de dolor, un cumplido sincero, una actitud de solidaria preocupación frente a un problema; estas naturales actitudes, tienen el poder mágico de darle un gran giro, de hacer feliz y cambiar tu vida… y la de los demás.

El humor es un acto de amor, que te conecta con el poder que va más allá de los límites y de las restricciones que generalmente el ser humano pone a su vida, te lleva a gozar el racimo de milagros que el nuevo amanecer tiene para ti, además te lleva a dejar de concentrarte en los problemas, a tener razones para vivir, para ser feliz y a atreverte a contar tus bendiciones.

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