Si bien es cierto, que varios de los cargos deben ser aprobados por el Senado, la visibilidad y relevancia de algunos de ellos, nos permiten contar con elementos de análisis y sobre todo, la forma en que serán dirigidos esos sectores claves para Estados Unidos y el mundo. Así, el jueves por la mañana, Avril Haines, juró el cargo de responsable de la Dirección Nacional de Inteligencia, la primera mujer en ocupar esa posición. Cuenta con una dilatada trayectoria en este campo.
Ya ocupó el cargo de subdirectora de la Agencia Central de Inteligencia, trabajó en la Casa Blanca cuando fue presidente Barack Obama y colaboró con Joseph Biden desde sus tiempos en el Senado. Cuenta con un amplio respaldo en el primer círculo del nuevo presidente. De los principales retos que enfrenta, es el de reorganizar el sector inteligencia, luego de la constante entrada y salida de funcionarios, debido al volátil carácter del anterior mandatario.
Ya nominado pero a la espera de ser también ratificado por el Senado para desempeñarse como Jefe del Departamento de Defensa, se encuentra el prestigiado general Lloyd Austin, del Ejército de Tierra (Army). Con 67 años y retirado desde el 2016, su última responsabilidad en el servicio activo fue ser comandante del Comando Central de las Fuerzas Armadas de su país. Tuvo una intensa participación en los escenarios bélicos de Irak y Afganistán. Se trata del primer militar afroamericano en el cargo. También, al igual que Avril Haines, encontrará una oficina con un responsable interino, como resultado de las renuncias de sus predecesores y otros funcionarios importantes.
Aunque ya están anunciados otros cargos, aún faltan los dilatados procesos de entrega recepción, así como algunas designaciones. Pero con lo que conocemos hasta el momento, la experiencia en Defensa, Seguridad e Inteligencia, será lo que norme el criterio principal para la siguientes designaciones. Esto, por su parte para México es una buena noticia: contar con funcionarias y funcionarios, que no estarán expuestos a las ocurrencias y reacciones imprevistas como las que caracterizaron la gestión de Donald Trump. Es de esperar, como ya se constató, una vuelta al multilateralismo en los siguientes meses.
Mientras tanto, asuntos como la Organización del Tratado Atlántico Norte, la guerra en Siria, la inestabilidad crónica de una amplia zona de Asia Central, son algunos de los temas a atender de inmediato por el presidente Joseph Biden. Desde luego, que una prioridad es la seguridad fronteriza con México. De mientras ya se anunció la suspensión de la construcción del muro. Ahora vendrán nuevas propuestas de colaboración, sobre todo, a partir del nivel de desencuentro con algunas agencias como la DEA, a partir de la investigación ya desechada por la Fiscalía General de la República sobre el ex Secretario de la Defensa Nacional de Enrique Peña Nieto.
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