/ martes 12 de enero de 2021

El juego de las coaliciones 2021

La semana pasada el Instituto Electoral y de Participación Ciudadana (IEPC) de Durango aprobó dos coaliciones: “Va por Durango”, que es la conformada por el PAN-PRI-PRD y “Juntos Haremos Historia”, que es la de Morena-PT.

Sin duda que lo más complicado está por venir, en las próximas semanas cada coalición deberá definir los nombres de quienes encabezaran las candidaturas, tanto a diputados federales como a diputados locales, lo que implica que cada partido debe actuar quirúrgicamente para evitar fracturas al interior.

El problema de las coaliciones electorales es justamente este: Los espacios son pocos y los aspirantes muchos. En el caso específico de Durango hablamos de 29 espacios en disputa: cuatro distritos electorales federales 15 distritos locales uninominal y 10 distritos locales plurinominales.

Así entonces, el primer enfrentamiento se dará entre los cientos de aspirantes que se sienten con el derecho de ser los elegidos, los que quieren repetir en el cargo y los que quieren brincar del Congreso local al federal.

De entrada las mayores dificultades las tiene sin duda Morena, recordemos que en Durango el partido es un híbrido amorfo que se constituyó del desecho de otros partidos y de un sinnúmero de organizaciones, así que sus militantes no poseen más ideología o principios que el gandallismo y el oportunismo. Lo más probable es que se repita la historia de lo ocurrido en 2018.

La otra coalición es realmente de dos, el PRD no tiene mucho que aportar, ni en votos ni en candidatos, así que el PAN y el PRI deben ponerse de acuerdo para designar a los candidatos. Aquí las cosas pintan más sencillas, el me despacha en el CCB lleva mano.

La semana pasada el Instituto Electoral y de Participación Ciudadana (IEPC) de Durango aprobó dos coaliciones: “Va por Durango”, que es la conformada por el PAN-PRI-PRD y “Juntos Haremos Historia”, que es la de Morena-PT.

Sin duda que lo más complicado está por venir, en las próximas semanas cada coalición deberá definir los nombres de quienes encabezaran las candidaturas, tanto a diputados federales como a diputados locales, lo que implica que cada partido debe actuar quirúrgicamente para evitar fracturas al interior.

El problema de las coaliciones electorales es justamente este: Los espacios son pocos y los aspirantes muchos. En el caso específico de Durango hablamos de 29 espacios en disputa: cuatro distritos electorales federales 15 distritos locales uninominal y 10 distritos locales plurinominales.

Así entonces, el primer enfrentamiento se dará entre los cientos de aspirantes que se sienten con el derecho de ser los elegidos, los que quieren repetir en el cargo y los que quieren brincar del Congreso local al federal.

De entrada las mayores dificultades las tiene sin duda Morena, recordemos que en Durango el partido es un híbrido amorfo que se constituyó del desecho de otros partidos y de un sinnúmero de organizaciones, así que sus militantes no poseen más ideología o principios que el gandallismo y el oportunismo. Lo más probable es que se repita la historia de lo ocurrido en 2018.

La otra coalición es realmente de dos, el PRD no tiene mucho que aportar, ni en votos ni en candidatos, así que el PAN y el PRI deben ponerse de acuerdo para designar a los candidatos. Aquí las cosas pintan más sencillas, el me despacha en el CCB lleva mano.