/ domingo 5 de diciembre de 2021

El mesías del COBAED

En la segunda quincena de diciembre habrá elecciones en el Colegio de Bachilleres del Estado de Durango. Es una historia que merece ser contada. Los que apoyan la planilla que encabeza Felipe Aragón están decididos a terminar con el cacicazgo que representa Walter Méndez Ortiz, como secretario del sindicato del COBAED. Este personaje se define como el mesías del COBAED.

Este “mesías”, de 2002 a 2006 fue por primera vez secretario del sindicato. De 2006 a 2010 se dio unas vacaciones formando parte del comité sindical. Regresa una vez más como secretario general de 2010 a 2016. En este periodo reforma los estatutos para aumentar de cuatro a seis años al frente del sindicato. Ahora pretende reelegirse por seis años más con la intención de ser secretario hasta 2030. ¡Órale!

No cabe duda que Walter Méndez Ortiz está buscando pertenecer al club de Elba Esther Gordillo, o Javier Hernández de TELMEX; Romero Deschamps de los petroleros; o Napoleón Gómez Urrutia de los mineros. Méndez Ortiz piensa que tiene calidad moral para llegar al 2030 como secretario general de los trabajadores del COBAED. Vea usted: tiene una plaza de 40 horas. Que desde hace 20 años no trabaja porque está como comisionado del sindicato. Tiene a su esposa como directora del COBAED en Guadalupe Victoria, y eso es nepotismo y conflicto de intereses. En los tiempos de Bonifacio Herrera como director general del COBAED, salió a la luz pública un presunto fraude de 8 millones de pesos al que Bonifacio Herrera no se prestó, porque la caja de ahorros de la Dirección General se descontaba vía nómina.

Se dio a conocer en este tema que a una trabajadora con plaza de intendente se le prestaron 3 millones de pesos. Por supuesto que Walter Méndez Ortiz, siendo secretario general del Sindicato no movió un dedo para defender a los trabajadores defraudados. Como consecuencia, trabajadoras y trabajadores perdieron sus ahorros, el fraude se consumó y nada se pudo hacer porque legalmente prescribió. Por si fuera poco, la caja de ahorros sindical actualmente no es fiscalizada y se maneja de manera discrecional por quien pretende reelegirse. Y esto sucede desde hace 20 años con la llegada del autollamado “mesías” del COBAED”. Hay que destacar que los aliados del actual secretario general tienen privilegios. Para muestra basta un botón: Germán Salazar, a cargo del jurídico del Sindicato, es actualmente el director del Museo del Aguacate. Por supuesto, cobra como comisionado sindical y director del museo.

En su discurso de campaña para reelegirse como secretario general del COBAED, utiliza un discurso para intimidar y obligar a los trabajadores a que voten por él. Asegura que el gobernador del Estado, lo apoya para sus fines. Además, comenta que si no es reelecto como secretario del sindicato, el gobierno del Estado les quitará a sus trabajadores prestaciones y derechos. Esto es absurdo: el gobernador jamás intervendría en la vida sindical de nadie, porque ha respetado los derechos de los trabajadores. Felipe Aragón, quien aspira a ser el nuevo secretario del sindicato del COBAED, tiene a su favor que no tiene cola que le pisen. Debe aprovechar que son otros tiempos, que se puede luchar en contra de la corrupción sindical y de quienes pretenden eternizarse como secretarios generales. Con la reforma a la nueva Ley Federal del Trabajo, las elecciones sindicales se pueden hacer de forma diferente.

Con esta nueva Ley, el voto será directo, personal, libre y secreto, ya no se hará por delegados. De acuerdo a esta reforma, cada seis meses por lo menos, la directiva de los sindicatos tendrá que rendir cuentas del patrimonio y cuotas sindicales. Esto no sucede desde hace 20 años con Walter Méndez Ortiz. La planilla de Felipe Aragón, debe tomar el ejemplo de lo que acaba de suceder en el sindicato de trabajadores municipales.

En la segunda quincena de diciembre habrá elecciones en el Colegio de Bachilleres del Estado de Durango. Es una historia que merece ser contada. Los que apoyan la planilla que encabeza Felipe Aragón están decididos a terminar con el cacicazgo que representa Walter Méndez Ortiz, como secretario del sindicato del COBAED. Este personaje se define como el mesías del COBAED.

Este “mesías”, de 2002 a 2006 fue por primera vez secretario del sindicato. De 2006 a 2010 se dio unas vacaciones formando parte del comité sindical. Regresa una vez más como secretario general de 2010 a 2016. En este periodo reforma los estatutos para aumentar de cuatro a seis años al frente del sindicato. Ahora pretende reelegirse por seis años más con la intención de ser secretario hasta 2030. ¡Órale!

No cabe duda que Walter Méndez Ortiz está buscando pertenecer al club de Elba Esther Gordillo, o Javier Hernández de TELMEX; Romero Deschamps de los petroleros; o Napoleón Gómez Urrutia de los mineros. Méndez Ortiz piensa que tiene calidad moral para llegar al 2030 como secretario general de los trabajadores del COBAED. Vea usted: tiene una plaza de 40 horas. Que desde hace 20 años no trabaja porque está como comisionado del sindicato. Tiene a su esposa como directora del COBAED en Guadalupe Victoria, y eso es nepotismo y conflicto de intereses. En los tiempos de Bonifacio Herrera como director general del COBAED, salió a la luz pública un presunto fraude de 8 millones de pesos al que Bonifacio Herrera no se prestó, porque la caja de ahorros de la Dirección General se descontaba vía nómina.

Se dio a conocer en este tema que a una trabajadora con plaza de intendente se le prestaron 3 millones de pesos. Por supuesto que Walter Méndez Ortiz, siendo secretario general del Sindicato no movió un dedo para defender a los trabajadores defraudados. Como consecuencia, trabajadoras y trabajadores perdieron sus ahorros, el fraude se consumó y nada se pudo hacer porque legalmente prescribió. Por si fuera poco, la caja de ahorros sindical actualmente no es fiscalizada y se maneja de manera discrecional por quien pretende reelegirse. Y esto sucede desde hace 20 años con la llegada del autollamado “mesías” del COBAED”. Hay que destacar que los aliados del actual secretario general tienen privilegios. Para muestra basta un botón: Germán Salazar, a cargo del jurídico del Sindicato, es actualmente el director del Museo del Aguacate. Por supuesto, cobra como comisionado sindical y director del museo.

En su discurso de campaña para reelegirse como secretario general del COBAED, utiliza un discurso para intimidar y obligar a los trabajadores a que voten por él. Asegura que el gobernador del Estado, lo apoya para sus fines. Además, comenta que si no es reelecto como secretario del sindicato, el gobierno del Estado les quitará a sus trabajadores prestaciones y derechos. Esto es absurdo: el gobernador jamás intervendría en la vida sindical de nadie, porque ha respetado los derechos de los trabajadores. Felipe Aragón, quien aspira a ser el nuevo secretario del sindicato del COBAED, tiene a su favor que no tiene cola que le pisen. Debe aprovechar que son otros tiempos, que se puede luchar en contra de la corrupción sindical y de quienes pretenden eternizarse como secretarios generales. Con la reforma a la nueva Ley Federal del Trabajo, las elecciones sindicales se pueden hacer de forma diferente.

Con esta nueva Ley, el voto será directo, personal, libre y secreto, ya no se hará por delegados. De acuerdo a esta reforma, cada seis meses por lo menos, la directiva de los sindicatos tendrá que rendir cuentas del patrimonio y cuotas sindicales. Esto no sucede desde hace 20 años con Walter Méndez Ortiz. La planilla de Felipe Aragón, debe tomar el ejemplo de lo que acaba de suceder en el sindicato de trabajadores municipales.