/ sábado 29 de junio de 2019

EL MUNDO SEGÚN MAGL

Tal parece que la palabra “centenario” está relacionada con mi enamoramiento por el Instituto Juárez, mi alma mater, que al cumplir 100 años se convirtió en Universidad Juárez… Créanme que aún recuerdo cómo se nos puso “centenario” al escuchar la banda de guerra juarista que comandaba “la Dona Rivera” y ahora el pasado viernes en los pasillos llenos de recuerdos y añoranzas de nuestra vida estudiantil, cuando todo el “Juárez” cabía en el edificio central.

Mucho ha crecido en sus áreas académicas nuestra UJED, pero el edificio central conserva la rectoría de los esfuerzos por producir los profesionistas que Durango necesita y merece, y llegó así a la tercera mención de la palabra “centenario” para evocar e invocar al hombre, el único que fue último rector del Instituto Juárez y primer rector de la Universidad Juárez, y mi espíritu se llena de gozo al pronunciar su nombre: Lic. Ángel Rodríguez Solórzano, que fue homenajeado en una solemne ceremonia por cumplirse 100 años de su natalicio.

Y con el permiso, espero de mi amigo Enrique Torres Cabral, reproduzco aquí unas cuantas líneas de su poema Don Ángel de Hierro:

Y la voz de nuestro valle

Que justo el honor

Le dice al mundo que va pasando

Entre señores…. Un gran señor.

Y por supuesto vaya una felicitación al M.A. Rubén Solís Ríos, actual rector de la UJED por convocarnos a rendir tan merecido homenaje a Don ángel.

BANCAS EN LOS BANCOS

Pareciera ser que los bancos para mantener su prestigio deben (y vaya que lo logran) mantener largas filas para cobrar un cheque, y estando formado en una comenté que deberían hacer como Banamex en que dan una ficha y espera uno su turno sentado cómodamente, y alguien comentó que legalmente no se podía, pues ese banco había patentado ese sistema… ¿Por qué no patentan unas zapatillas de ballet para que se vayan de puntitas ya saben a dónde?

UN ATLETA TARDÍO

Resultó mi cuñado Ismael López Zaldívar, mejor conocido entre los corredores como “el Menen” quien acudió en días pasados a Zapopan, Jalisco a competir en unas carreras de pista, categoría master, 70 o más a nivel nacional, y ¿qué creen?, fue subcampeón nacional en los 10,000 metros y subió al podium en las carreras de 5,000 y 1,500 metros y en relevo 4x100.

Y lo más relevante, Ismael durante sus años mozos no practicó formalmente ningún deporte, empezó a correr después de los 50 años.

Y es que como yo siempre he dicho, al llegar a 50 años, o sea la mitad de la vida, hay que tomar un segundo aire ¡y acometer nuevos retos!

EL CHISTE DE HOY

Iba Billy the Kid, temible forajido del Viejo Oeste, huyendo en su caballo de una cuadrilla de rangers de cerca de 20 jinetes, y en su fuga con el galope de su cuaco y el calor de los desiertos de Texas, se le rozaron horriblemente las pompis, así es que al pasar por un poblado vio un letrero de Drugstore (Farmacia) y calculando que llevaba una buena ventaja a sus persecutores, bajó del caballo y entró a la botica y preguntó al dependiente: -¡Rápido… deme un talco Johnson y Johnson! El dependiente le responde: no tenemos esa marca… pero hay Menen. Billy the Kid, asustado, sale corriendo mascullando entre dientes: ¡ah carajo,… ahí vienen!

HASTA LA PRÓXIMA.

P.D. Un saludo afectuoso al muy culto y carismático Dr. Miguel Ángel Rodríguez Vázquez, catedrático distinguido en la FADER.

Tal parece que la palabra “centenario” está relacionada con mi enamoramiento por el Instituto Juárez, mi alma mater, que al cumplir 100 años se convirtió en Universidad Juárez… Créanme que aún recuerdo cómo se nos puso “centenario” al escuchar la banda de guerra juarista que comandaba “la Dona Rivera” y ahora el pasado viernes en los pasillos llenos de recuerdos y añoranzas de nuestra vida estudiantil, cuando todo el “Juárez” cabía en el edificio central.

Mucho ha crecido en sus áreas académicas nuestra UJED, pero el edificio central conserva la rectoría de los esfuerzos por producir los profesionistas que Durango necesita y merece, y llegó así a la tercera mención de la palabra “centenario” para evocar e invocar al hombre, el único que fue último rector del Instituto Juárez y primer rector de la Universidad Juárez, y mi espíritu se llena de gozo al pronunciar su nombre: Lic. Ángel Rodríguez Solórzano, que fue homenajeado en una solemne ceremonia por cumplirse 100 años de su natalicio.

Y con el permiso, espero de mi amigo Enrique Torres Cabral, reproduzco aquí unas cuantas líneas de su poema Don Ángel de Hierro:

Y la voz de nuestro valle

Que justo el honor

Le dice al mundo que va pasando

Entre señores…. Un gran señor.

Y por supuesto vaya una felicitación al M.A. Rubén Solís Ríos, actual rector de la UJED por convocarnos a rendir tan merecido homenaje a Don ángel.

BANCAS EN LOS BANCOS

Pareciera ser que los bancos para mantener su prestigio deben (y vaya que lo logran) mantener largas filas para cobrar un cheque, y estando formado en una comenté que deberían hacer como Banamex en que dan una ficha y espera uno su turno sentado cómodamente, y alguien comentó que legalmente no se podía, pues ese banco había patentado ese sistema… ¿Por qué no patentan unas zapatillas de ballet para que se vayan de puntitas ya saben a dónde?

UN ATLETA TARDÍO

Resultó mi cuñado Ismael López Zaldívar, mejor conocido entre los corredores como “el Menen” quien acudió en días pasados a Zapopan, Jalisco a competir en unas carreras de pista, categoría master, 70 o más a nivel nacional, y ¿qué creen?, fue subcampeón nacional en los 10,000 metros y subió al podium en las carreras de 5,000 y 1,500 metros y en relevo 4x100.

Y lo más relevante, Ismael durante sus años mozos no practicó formalmente ningún deporte, empezó a correr después de los 50 años.

Y es que como yo siempre he dicho, al llegar a 50 años, o sea la mitad de la vida, hay que tomar un segundo aire ¡y acometer nuevos retos!

EL CHISTE DE HOY

Iba Billy the Kid, temible forajido del Viejo Oeste, huyendo en su caballo de una cuadrilla de rangers de cerca de 20 jinetes, y en su fuga con el galope de su cuaco y el calor de los desiertos de Texas, se le rozaron horriblemente las pompis, así es que al pasar por un poblado vio un letrero de Drugstore (Farmacia) y calculando que llevaba una buena ventaja a sus persecutores, bajó del caballo y entró a la botica y preguntó al dependiente: -¡Rápido… deme un talco Johnson y Johnson! El dependiente le responde: no tenemos esa marca… pero hay Menen. Billy the Kid, asustado, sale corriendo mascullando entre dientes: ¡ah carajo,… ahí vienen!

HASTA LA PRÓXIMA.

P.D. Un saludo afectuoso al muy culto y carismático Dr. Miguel Ángel Rodríguez Vázquez, catedrático distinguido en la FADER.