Apenas acabo de llegar a 400 razones para amar a Durango de las 1001 proyectadas y ya tengo el alma y el corazón a punto de melcocha porque ya lo decía la madre Teresa de Calcuta; “amar duele” y hay tantas cosas en la vida dignas de recordar y transmitir, no por lucimiento personal, sino ayudar a las nuevas generaciones a valorar este lugar que los vio nacer y a las gentes que les ha brindado su esfuerzo para entregarlas un Durango donde sea fácil encontrar felicidad.
Antier, por ejemplo, tomando un café con Juan Francisco Antúnez y su hijo Francisco Antúnez, en un par de horas me dieron material para unos 6 comentarios, que además inmortalizaron sus vivencias. ¡No sean rancheros! Hábleme al 618-811-65-18 y deme más razones, al cabo no me sube la glucosa, estoy inyectándome insulina giarglina.
QUÉ TAL SI HUBIERA BURLESQUES
Con todos los dimes y diretes que nos cargamos “leyendas urbanas”, sobre todo con el cambio de la Administración Municipal, cuántos sketches, noticieros, efemérides saldrían. Entonces sí, el deseo del doctor Enríquez se haría realidad, podría ver a Durango Feliz como quería, riéndose personificando al “mal humor”, acusado de dejar tamaño droga a Salum y concesionando un restaurante en el Parque Sahuatoba.
VELA Y “EL CHUKY”
Vaya que están brillando con luz propia “El Chuky” Lozano, que pasó al Napoli mediante un pago, creo, de 42 millones de euros; a Carlos Vela en Estados Unidos y que anotó un gol espectacular como el de Maradona, “recortando como a diez rivales, incluyendo al portero, hasta llegar a la línea de gol y que ha merecido repeticiones y repeticiones tanto en los noticiarios deportivos como en las redes.
Aquí ya no cabe el comentario de que hacíamos cuando un gol se anotaba muy cerca de la portería: de ahí hasta mi abuelita los metía con los ojos vendados. A mí me emocionó, pero no tanto como el atleta duranguense originario de Santiago Papasquiaro, medallista de oro en los Panamericanos, cuando viniendo de atrás rebasó en la recta final a dos competidores con tal facilidad que pareció que iban caminando. ¡Bien paisano!
ASÍ SE HACEN LAS ANÉCDOTAS
Asistí el jueves a un ameno desayuno en la Barra de Abogados que dirige el licenciado Gamero y a la salida estaban dos compañeras abogadas de espalda una a otra, dejando espacio reducido para pasar, así es que les pedí permiso de pasar y me hicieron campito. Después de pasar les hice el comentario: a lo mejor sí cabía pero no quise correr el riesgo de rozar a alguna y que me acusen de acoso sexual -ante la risa divertida de las damitas.
