/ sábado 14 de agosto de 2021

El número treinta

El astro del fútbol mundial declinó al ofrecimiento de su ex compañero y amigo carioca del conjunto azulgrana de portar la número diez, símbolo tradicional de la estrella de cualquier equipo. El gesto no sorprendió ni al vestuario, ni a los periodistas, ni a la afición, acostumbrada a este tipo de gestos de humildad del jugador. Lo novedoso fue el número: ¿Por qué quisiera un jugador ya consagrado portar una playera que es privativa de los guardametas en la liga francesa?

Según información suministrada por los medios, “La Pulga” escogió el número treinta porque fue la camiseta que se le asignó en su debut, cuando nadie le conocía, cuando lo único que importaba era conquistar el Camp Nou. De ahí mi conclusión: Creo que además de decirle a sus compañeros, “no vengo a quitarle el lugar a nadie”, Leo se está diciendo a sí mismo: “Este cambio representa un nuevo comienzo, una nueva oportunidad de reinventarme, de no conformarme, aunque esté en la cúspide de mi carrera”.

Muchos de nosotros necesitamos ponernos “la número treinta”. Porque hemos dejado de creer, de soñar, de sentir lo que nos emocionaba en la vida. Lo que hacía que nuestro corazón latiera con fuerza. Hemos perdido la sana ambición de ganar. Muchos necesitamos ponernos “la número treinta” en nuestro matrimonio, en la relación con nuestros hijos, en nuestros trabajos, en nuestra profesión. Otros sencillamente frente al gran partido de la vida que no sabe de tiempos extras y sólo obedece al silbato del único juez que también quiere ser nuestro entrenador.

El mismo día que se anunció el tan esperado fichaje se vendieron casi quinientas mil playeras, recaudando el equivalente a lo que recibirá por un año de contrato el futbolista. Cuando nos ponemos “la número treinta” todos ganan a nuestro alrededor.

El astro del fútbol mundial declinó al ofrecimiento de su ex compañero y amigo carioca del conjunto azulgrana de portar la número diez, símbolo tradicional de la estrella de cualquier equipo. El gesto no sorprendió ni al vestuario, ni a los periodistas, ni a la afición, acostumbrada a este tipo de gestos de humildad del jugador. Lo novedoso fue el número: ¿Por qué quisiera un jugador ya consagrado portar una playera que es privativa de los guardametas en la liga francesa?

Según información suministrada por los medios, “La Pulga” escogió el número treinta porque fue la camiseta que se le asignó en su debut, cuando nadie le conocía, cuando lo único que importaba era conquistar el Camp Nou. De ahí mi conclusión: Creo que además de decirle a sus compañeros, “no vengo a quitarle el lugar a nadie”, Leo se está diciendo a sí mismo: “Este cambio representa un nuevo comienzo, una nueva oportunidad de reinventarme, de no conformarme, aunque esté en la cúspide de mi carrera”.

Muchos de nosotros necesitamos ponernos “la número treinta”. Porque hemos dejado de creer, de soñar, de sentir lo que nos emocionaba en la vida. Lo que hacía que nuestro corazón latiera con fuerza. Hemos perdido la sana ambición de ganar. Muchos necesitamos ponernos “la número treinta” en nuestro matrimonio, en la relación con nuestros hijos, en nuestros trabajos, en nuestra profesión. Otros sencillamente frente al gran partido de la vida que no sabe de tiempos extras y sólo obedece al silbato del único juez que también quiere ser nuestro entrenador.

El mismo día que se anunció el tan esperado fichaje se vendieron casi quinientas mil playeras, recaudando el equivalente a lo que recibirá por un año de contrato el futbolista. Cuando nos ponemos “la número treinta” todos ganan a nuestro alrededor.

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