/ sábado 23 de febrero de 2019

El PAN en busca de su identidad perdida

El día que se registró como precandidato Jorge Salum del Palacio, de su ronco pecho soltó: “Si bien en 2016 ganamos la presidencia municipal de Durango, ya es tiempo otra vez de que la ganemos con un panista, cosa que no sucede desde 1982, cuando Rodolfo Elizondo Torres fue presidente municipal, pero ahora ya es tiempo que la ganemos otra vez con un panista”.

Y en efecto, en este momento Toño Ochoa, Jorge Salum, Claudia Hernández y Juan Quiñones Sadek tienen el ADN de las palomitas blancas vestidas de azul. Sin duda, el PAN tendrá candidata o candidato panista, ese fue el primer problema que resolvieron en busca de la presidencia municipal, y ahora sí sin prestar el logo de su Partido, con las consecuencias que esto implica.

Para variar, Rómulo Campuzano con su estilo de hacer política, ya le puso el cascabel al gato. De acuerdo a Rómulo, los precandidatos Toño Ochoa y Jorge Salum serían los más confiables, no así Claudia Hernández y Juan Quiñones Sadek y no porque no sean panistas, más bien todo lo contrario.

La elección al interior del PAN local la van a decidir mil 500 militantes de acuerdo al padrón, pero al final, según cálculos, sólo votará el 60%, algo así como mil militantes. En teoría, aseguran que Juan y Claudia entre los dos podrían obtener 300 votos, si esto fuera así, 700 serían para Jorge Salum y Toño Ochoa; 350 para cada uno.

Así de reñida hipotéticamente está la lucha para ser la candidata o candidato del PAN. Como usted ve, en el Partido Acción Nacional alguien le está apostando a dividir el voto de la militancia, que podría ser de pronóstico reservado.

Dice el dicho: piensa mal y acertarás. Al día de hoy al parecer la lucha por la candidatura ya se definió entre dos grupos. Existe la posibilidad de que Claudia y Juan hayan hecho un acuerdo para ir juntos, es decir, de por medio una posible declinación para obtener los votos que se requieren para la candidatura. Toño Ochoa y Jorge Salum tienen méritos para buscar ser los candidatos.

Toño en poco tiempo ha hecho carrera política y administrativa fuera y dentro del Partido, es un panista que con virtudes y defectos nadie puede decir que se fue de vacaciones a otro Partido y después regresar al PAN para decirles, como la canción, “ya vine de donde andaba, se me concedió volver”.

Jorge Salum del Palacio es un panista de toda la vida, no cualquiera puede presumir en su Partido las credenciales de Jorge. Ha declarado en ocasiones que el PAN es para los panistas, ha señalado también en ocasiones que su Partido no es trampolín de nadie, sea panista o no. Varias veces ha buscado ser el candidato a la Presidencia Municipal y ahora sí está cerca de lograrlo.

¿Qué pasaría si Rómulo Campuzano tuviera razón? En su momento, conforme se vayan desarrollando los acontecimientos en el PAN y si Toño y Jorge ven que sus posibles aspiraciones están en riesgo, no dude usted que de los dos surja un acuerdo y cualquiera de ellos sea el candidato a la presidencia municipal. En teoría, Jorge y Toño obtendrían la mayoría de los votos del padrón, así que vale más un pájaro en mano que ver un ciento volar.

Otra vez pensando en el futuro, en esta elección al menos en el PAN se tendría, por razones obvias, que ir preparando la sucesión para 2022. Y, a propósito, ¿qué estará pensando el que despacha en el Bicentenario?

El día que se registró como precandidato Jorge Salum del Palacio, de su ronco pecho soltó: “Si bien en 2016 ganamos la presidencia municipal de Durango, ya es tiempo otra vez de que la ganemos con un panista, cosa que no sucede desde 1982, cuando Rodolfo Elizondo Torres fue presidente municipal, pero ahora ya es tiempo que la ganemos otra vez con un panista”.

Y en efecto, en este momento Toño Ochoa, Jorge Salum, Claudia Hernández y Juan Quiñones Sadek tienen el ADN de las palomitas blancas vestidas de azul. Sin duda, el PAN tendrá candidata o candidato panista, ese fue el primer problema que resolvieron en busca de la presidencia municipal, y ahora sí sin prestar el logo de su Partido, con las consecuencias que esto implica.

Para variar, Rómulo Campuzano con su estilo de hacer política, ya le puso el cascabel al gato. De acuerdo a Rómulo, los precandidatos Toño Ochoa y Jorge Salum serían los más confiables, no así Claudia Hernández y Juan Quiñones Sadek y no porque no sean panistas, más bien todo lo contrario.

La elección al interior del PAN local la van a decidir mil 500 militantes de acuerdo al padrón, pero al final, según cálculos, sólo votará el 60%, algo así como mil militantes. En teoría, aseguran que Juan y Claudia entre los dos podrían obtener 300 votos, si esto fuera así, 700 serían para Jorge Salum y Toño Ochoa; 350 para cada uno.

Así de reñida hipotéticamente está la lucha para ser la candidata o candidato del PAN. Como usted ve, en el Partido Acción Nacional alguien le está apostando a dividir el voto de la militancia, que podría ser de pronóstico reservado.

Dice el dicho: piensa mal y acertarás. Al día de hoy al parecer la lucha por la candidatura ya se definió entre dos grupos. Existe la posibilidad de que Claudia y Juan hayan hecho un acuerdo para ir juntos, es decir, de por medio una posible declinación para obtener los votos que se requieren para la candidatura. Toño Ochoa y Jorge Salum tienen méritos para buscar ser los candidatos.

Toño en poco tiempo ha hecho carrera política y administrativa fuera y dentro del Partido, es un panista que con virtudes y defectos nadie puede decir que se fue de vacaciones a otro Partido y después regresar al PAN para decirles, como la canción, “ya vine de donde andaba, se me concedió volver”.

Jorge Salum del Palacio es un panista de toda la vida, no cualquiera puede presumir en su Partido las credenciales de Jorge. Ha declarado en ocasiones que el PAN es para los panistas, ha señalado también en ocasiones que su Partido no es trampolín de nadie, sea panista o no. Varias veces ha buscado ser el candidato a la Presidencia Municipal y ahora sí está cerca de lograrlo.

¿Qué pasaría si Rómulo Campuzano tuviera razón? En su momento, conforme se vayan desarrollando los acontecimientos en el PAN y si Toño y Jorge ven que sus posibles aspiraciones están en riesgo, no dude usted que de los dos surja un acuerdo y cualquiera de ellos sea el candidato a la presidencia municipal. En teoría, Jorge y Toño obtendrían la mayoría de los votos del padrón, así que vale más un pájaro en mano que ver un ciento volar.

Otra vez pensando en el futuro, en esta elección al menos en el PAN se tendría, por razones obvias, que ir preparando la sucesión para 2022. Y, a propósito, ¿qué estará pensando el que despacha en el Bicentenario?