/ sábado 13 de abril de 2019

El permanente trabajo de comunicación de AMLO en las redes

Más allá de los intereses que mueven a los grandes medios de comunicación, aparte de la extraordinaria utilidad de las conferencias mañaneras, las explicaciones aparte en las redes del desarrollo y los cambios en los distintos aspectos del plan general de gobierno del 2019, mantienen al tanto a millones de mexicanos del papel que tienen que jugar y de los ajustes que se tienen que hacer, de acuerdo a situaciones internacionales.

Por un lado las movilizaciones de los centroamericanos que no pueden parar por las graves condiciones que prevalecen en los respectivos países, que ni con inversiones muy fuertes en mucho tiempo no podrán cambiar situaciones de docenas de años, ni de las pandillas que les mandaron los EUA, siendo las más representativas, extendidas, peligrosas, y adueñadas de las cárceles y de la mayoría de los barrios, los “Mara Salvatrucha”, que se organizaron y actuaban en los EUA y las deportaron a los países centroamericanos, y una buena parte se están viniendo para México con la intención de regresar a Estados Unidos, pero muchos aquí se ven obligados a quedarse, como si aquí no tuviéramos bastante con la delincuencia de años difícil de desaparecer, con todo y los programas sociales, muy bien planeados, pero inevitablemente lentos, porque son problemas de muchos años y muy extendidos.

Están muy bien las 80 mil empresas que ya tiene registradas el Centro Coordinador Empresarial para los primeros millones de jóvenes que propone AMLO que se incorporen al trabajo, con posibilidades algunos de trabajar y estudiar. Sin embargo, se llegó a contabilizar a más de 10 millones de jóvenes sin condiciones ni para estudiar ni para trabajar, en un país con 130 millones de habitantes, con 30 millones más en los EUA, con o sin papeles, con un hijo de mexicanos, senador demócrata, exalcalde de San Antonio, Julián Castro, como precandidato a la presidencia de los EUA.

Y al mismo tiempo Donald Trump, aparte del tema del muro, exigiendo que cerremos la frontera sur, y hasta la norte también, y amenazando con sanciones y subidas de impuestos. De modo que Andrés Manuel López Obrador recibió un país complicado, ahora con nuevas dificultades, con obstáculos para atender los principales problemas del país.

El de los carteles de la droga y la delincuencia generalizada es muy difícil de afrontar; el de la situación de las cárceles, que reflejan la situación moral y espiritual de un país, se dejó en un lugar no esencial en el plan nacional de seguridad; el problema del enorme tamaño de la economía informal es también difícil de tratar; los recursos para los programas sociales peligran; de ahí que las inversiones nacionales y del exterior sean fundamentales, indispensables para el cambio del país.

Por eso la importancia que tiene el seguimiento que le hacemos a Andrés Manuel López Obrador en las redes y en las conferencias mañaneras, y el serio papel que juega en los medios y las redes internacionales, sin necesidad de depender de los medios nacionales, que más bien siempre han dependido de los gobiernos en turno, pero sobre todo ahora están en problemas, por “las benditas redes”, aunque el arresto de Julian Assange abrió un amplísimo debate internacional, que ya veremos a donde nos lleva. Pero AMLO por supuesto que hace bien en no querer confrontarse con Trump, y tal vez respecto a Venezuela correspondería otra postura de México.

Más allá de los intereses que mueven a los grandes medios de comunicación, aparte de la extraordinaria utilidad de las conferencias mañaneras, las explicaciones aparte en las redes del desarrollo y los cambios en los distintos aspectos del plan general de gobierno del 2019, mantienen al tanto a millones de mexicanos del papel que tienen que jugar y de los ajustes que se tienen que hacer, de acuerdo a situaciones internacionales.

Por un lado las movilizaciones de los centroamericanos que no pueden parar por las graves condiciones que prevalecen en los respectivos países, que ni con inversiones muy fuertes en mucho tiempo no podrán cambiar situaciones de docenas de años, ni de las pandillas que les mandaron los EUA, siendo las más representativas, extendidas, peligrosas, y adueñadas de las cárceles y de la mayoría de los barrios, los “Mara Salvatrucha”, que se organizaron y actuaban en los EUA y las deportaron a los países centroamericanos, y una buena parte se están viniendo para México con la intención de regresar a Estados Unidos, pero muchos aquí se ven obligados a quedarse, como si aquí no tuviéramos bastante con la delincuencia de años difícil de desaparecer, con todo y los programas sociales, muy bien planeados, pero inevitablemente lentos, porque son problemas de muchos años y muy extendidos.

Están muy bien las 80 mil empresas que ya tiene registradas el Centro Coordinador Empresarial para los primeros millones de jóvenes que propone AMLO que se incorporen al trabajo, con posibilidades algunos de trabajar y estudiar. Sin embargo, se llegó a contabilizar a más de 10 millones de jóvenes sin condiciones ni para estudiar ni para trabajar, en un país con 130 millones de habitantes, con 30 millones más en los EUA, con o sin papeles, con un hijo de mexicanos, senador demócrata, exalcalde de San Antonio, Julián Castro, como precandidato a la presidencia de los EUA.

Y al mismo tiempo Donald Trump, aparte del tema del muro, exigiendo que cerremos la frontera sur, y hasta la norte también, y amenazando con sanciones y subidas de impuestos. De modo que Andrés Manuel López Obrador recibió un país complicado, ahora con nuevas dificultades, con obstáculos para atender los principales problemas del país.

El de los carteles de la droga y la delincuencia generalizada es muy difícil de afrontar; el de la situación de las cárceles, que reflejan la situación moral y espiritual de un país, se dejó en un lugar no esencial en el plan nacional de seguridad; el problema del enorme tamaño de la economía informal es también difícil de tratar; los recursos para los programas sociales peligran; de ahí que las inversiones nacionales y del exterior sean fundamentales, indispensables para el cambio del país.

Por eso la importancia que tiene el seguimiento que le hacemos a Andrés Manuel López Obrador en las redes y en las conferencias mañaneras, y el serio papel que juega en los medios y las redes internacionales, sin necesidad de depender de los medios nacionales, que más bien siempre han dependido de los gobiernos en turno, pero sobre todo ahora están en problemas, por “las benditas redes”, aunque el arresto de Julian Assange abrió un amplísimo debate internacional, que ya veremos a donde nos lleva. Pero AMLO por supuesto que hace bien en no querer confrontarse con Trump, y tal vez respecto a Venezuela correspondería otra postura de México.