/ martes 2 de julio de 2019

“El Piojo” y la “Liga 23 de Septiembre”

Mañana jueves 4 de julio, el “Colegio de Egresado de Aguilera”, hace extensiva una invitación para asistir a la comunidad de El Arenal, en punto de las 17 horas en la escuela primaria “Anacleto Molina”, en ocasión de la entrega de la Presea al Mérito Académico: “Miguel Ángel Barraza García”.

Veamos algunos apuntes a considerar del personaje en referencia y el por qué se ha instituido una presea en su honor, de quien escasamente se conoce su biografía, sin embargo, su actuación en las lides guerrilleras, reviste capital importancia en los cimientos historiográficos de la guerrilla en México.

Cuando realicé mis estudios en la Escuela Normal Rural “J. Guadalupe Aguilera”, a principios de la década de los ochenta, escuché hablar por primera ocasión de Miguel Ángel Barraza García, conocido con el mote de “El Piojo”, un destacado personaje de la guerrilla mexicana egresado de esa institución educativa, que ha sido por antonomasia el semillero ideológico de la izquierda durangueña y hasta de algunos alineados del poder institucional.

Miguel Ángel Barraza, se convirtió en el ícono y leyenda en su constante lucha por la reivindicación de los derechos de la clase obrera y los más desprotegidos de México, en circunstancias en donde el Estado Mexicano implementó toda su fuerza política y militar para silenciar cualquier muestra de estallido o levantamiento social a través de la guerrilla, a partir de la década de los sesentas hasta los ochentas; lo anterior, por medio de jóvenes que se integraron en algunas movilizaciones, que a la postre desencadenaron en guerrillas; fueron hombres y mujeres que vieron con desagrado, a un gobierno que no cumplía con las expectativas políticas y sociales.

En Durango, los estudiantes se habían lanzado a la lucha desde 1966 en el denominado “Movimiento del Cerro de Mercado”, donde la Normal Rural de Aguilera participó activamente al lado de la Universidad y el Tecnológico; por otra parte, a nivel nacional la inconformidad creció después del movimiento estudiantil del 2 de octubre de 1968 y el de junio de 1971.

Para 1965, varios estudiantes y maestros durangueños participaron en el levantamiento armado en el pueblo de Madera, Chihuahua, el 23 de septiembre de ese año; su pretensión fue la reivindicación de los derechos de los campesinos de Chihuahua, por lo que su movimiento agrario en la región de Madera, Chihuahua, obtuvo su momento más álgido ese trágico día del 23 septiembre, con la muerte del durangueño Arturo Gámiz quien estaba a la cabeza de la guerrilla, además de Miguel Quiñones Pedroza, Emilio Gámiz García, Antonio Escobens Gaytán, Manuel Martínez Valdivia, Pablo Gómez Ramírez, Salomón Gaytán al efectuarse el asalto al cuartel militar de Madera en Chihuahua, ese 23 de septiembre; constituyendo uno de los antecedentes más simbólicos de la lucha guerrillera en la demanda de tierras, que repercutió en el ánimo de los campesinos y estudiantes de todo el país.

Con el tiempo, se constituyó la “Liga 23 de septiembre” en honor a esa emblemática fecha donde la guerrilla mexicana cimbró las altas esferas del poder público hasta entonces incólumes desde el movimiento de la Cristiada y poco antes, durante la Revolución Mexicana.

Miguel Ángel Barraza García, oriundo del pueblo del Arenal, Dgo., comunidad destacada en la década de los sesentas y setentas por ser una de las locaciones fílmicas más importantes de Durango, conocida como “La Tierra del Cine” donde filmara algunas películas el cineasta norteamericano John Wayne; fue entonces que la Secretaría de Gobernación, cargo de Fernando Gutiérrez Barrios, ubicó a ese pequeño pueblo cercano a la capital durangueña como la cuna del famoso guerrillero Miguel Ángel Barraza García alias “El Piojo Negro”, quien por años pusiera en jaque la estabilidad política y social de México, conforme a la versión de la Secretaría de Gobernación y de la Dirección Federal de Seguridad.

Fueron tiempos donde la ideología maoísta, marxista-leninista y la experiencia cubana, permeó en el ánimo de los estudiantes y campesinos de Durango y del país, quienes experimentaron nuevos métodos de lucha para la conquista los derechos laborales y de la tierra; ese contexto, desencadenó en un revelador conato de movilizaciones guerrilleras que hostilizó al Estado Mexicano a través de personajes como el Miguel Ángel Barraza, quien lideró por años la “Liga 23 de septiembre” en México.

No se puede entender el proceso de la guerrilla en México sin la intervención de personajes como Miguel Ángel Barraza García, que a la postre se convirtió en la fuente de inspiración de diversos movimientos sociales del país, en particular de las normales rurales.

Durante mis años de estudiante en la Normal de Aguilera, escuchamos hablar de él, en secrecía, porque no se contaba con las condiciones para elevar la voz públicamente, sin embargo, a hurtadillas se abordaba el tema de la “Liga Comunista 23 de septiembre” en la Federación de Estudiantes y Campesinos Socialistas Unificados de México, FECSUM y se hablaba de ella como una corriente clandestina de lucha, la cual desencadenó su extinción el 24 de enero de 1981, en la Ciudad de México, con el artero asesinato del “Piojo Negro” como último líder histórico de la “Liga 23 de Septiembre” y jefe del comité de redacción del periódico “Madera”, a manos de la temida “Brigada Blanca” dependiente de la Dirección Federal de Seguridad.

Los líderes duranguenses Arturo Gámiz García, Emilio Gámiz G., Miguel Quiñónez Pedroza, junto a Miguel Ángel Barraza García, son personajes que el tiempo ha reivindicado paulatinamente y las circunstancias históricas han restituido sus reclamos, sólo falta que la “4 Trasformación” del presidente Andrés Manuel López Obrador y su partido Morena, les otorgue el carácter de impulsores de dicha trasformación y los desagravie de la historiografía oficial.

En particular hago un llamado a los duranguenses, para que les otorguemos la importancia que revisten estos hombres de esa izquierda histórica del comunismo mexicano que dieron su vida por la pretendida trasformación del México.

Mañana jueves 4 de julio, el “Colegio de Egresado de Aguilera”, hace extensiva una invitación para asistir a la comunidad de El Arenal, en punto de las 17 horas en la escuela primaria “Anacleto Molina”, en ocasión de la entrega de la Presea al Mérito Académico: “Miguel Ángel Barraza García”.

Veamos algunos apuntes a considerar del personaje en referencia y el por qué se ha instituido una presea en su honor, de quien escasamente se conoce su biografía, sin embargo, su actuación en las lides guerrilleras, reviste capital importancia en los cimientos historiográficos de la guerrilla en México.

Cuando realicé mis estudios en la Escuela Normal Rural “J. Guadalupe Aguilera”, a principios de la década de los ochenta, escuché hablar por primera ocasión de Miguel Ángel Barraza García, conocido con el mote de “El Piojo”, un destacado personaje de la guerrilla mexicana egresado de esa institución educativa, que ha sido por antonomasia el semillero ideológico de la izquierda durangueña y hasta de algunos alineados del poder institucional.

Miguel Ángel Barraza, se convirtió en el ícono y leyenda en su constante lucha por la reivindicación de los derechos de la clase obrera y los más desprotegidos de México, en circunstancias en donde el Estado Mexicano implementó toda su fuerza política y militar para silenciar cualquier muestra de estallido o levantamiento social a través de la guerrilla, a partir de la década de los sesentas hasta los ochentas; lo anterior, por medio de jóvenes que se integraron en algunas movilizaciones, que a la postre desencadenaron en guerrillas; fueron hombres y mujeres que vieron con desagrado, a un gobierno que no cumplía con las expectativas políticas y sociales.

En Durango, los estudiantes se habían lanzado a la lucha desde 1966 en el denominado “Movimiento del Cerro de Mercado”, donde la Normal Rural de Aguilera participó activamente al lado de la Universidad y el Tecnológico; por otra parte, a nivel nacional la inconformidad creció después del movimiento estudiantil del 2 de octubre de 1968 y el de junio de 1971.

Para 1965, varios estudiantes y maestros durangueños participaron en el levantamiento armado en el pueblo de Madera, Chihuahua, el 23 de septiembre de ese año; su pretensión fue la reivindicación de los derechos de los campesinos de Chihuahua, por lo que su movimiento agrario en la región de Madera, Chihuahua, obtuvo su momento más álgido ese trágico día del 23 septiembre, con la muerte del durangueño Arturo Gámiz quien estaba a la cabeza de la guerrilla, además de Miguel Quiñones Pedroza, Emilio Gámiz García, Antonio Escobens Gaytán, Manuel Martínez Valdivia, Pablo Gómez Ramírez, Salomón Gaytán al efectuarse el asalto al cuartel militar de Madera en Chihuahua, ese 23 de septiembre; constituyendo uno de los antecedentes más simbólicos de la lucha guerrillera en la demanda de tierras, que repercutió en el ánimo de los campesinos y estudiantes de todo el país.

Con el tiempo, se constituyó la “Liga 23 de septiembre” en honor a esa emblemática fecha donde la guerrilla mexicana cimbró las altas esferas del poder público hasta entonces incólumes desde el movimiento de la Cristiada y poco antes, durante la Revolución Mexicana.

Miguel Ángel Barraza García, oriundo del pueblo del Arenal, Dgo., comunidad destacada en la década de los sesentas y setentas por ser una de las locaciones fílmicas más importantes de Durango, conocida como “La Tierra del Cine” donde filmara algunas películas el cineasta norteamericano John Wayne; fue entonces que la Secretaría de Gobernación, cargo de Fernando Gutiérrez Barrios, ubicó a ese pequeño pueblo cercano a la capital durangueña como la cuna del famoso guerrillero Miguel Ángel Barraza García alias “El Piojo Negro”, quien por años pusiera en jaque la estabilidad política y social de México, conforme a la versión de la Secretaría de Gobernación y de la Dirección Federal de Seguridad.

Fueron tiempos donde la ideología maoísta, marxista-leninista y la experiencia cubana, permeó en el ánimo de los estudiantes y campesinos de Durango y del país, quienes experimentaron nuevos métodos de lucha para la conquista los derechos laborales y de la tierra; ese contexto, desencadenó en un revelador conato de movilizaciones guerrilleras que hostilizó al Estado Mexicano a través de personajes como el Miguel Ángel Barraza, quien lideró por años la “Liga 23 de septiembre” en México.

No se puede entender el proceso de la guerrilla en México sin la intervención de personajes como Miguel Ángel Barraza García, que a la postre se convirtió en la fuente de inspiración de diversos movimientos sociales del país, en particular de las normales rurales.

Durante mis años de estudiante en la Normal de Aguilera, escuchamos hablar de él, en secrecía, porque no se contaba con las condiciones para elevar la voz públicamente, sin embargo, a hurtadillas se abordaba el tema de la “Liga Comunista 23 de septiembre” en la Federación de Estudiantes y Campesinos Socialistas Unificados de México, FECSUM y se hablaba de ella como una corriente clandestina de lucha, la cual desencadenó su extinción el 24 de enero de 1981, en la Ciudad de México, con el artero asesinato del “Piojo Negro” como último líder histórico de la “Liga 23 de Septiembre” y jefe del comité de redacción del periódico “Madera”, a manos de la temida “Brigada Blanca” dependiente de la Dirección Federal de Seguridad.

Los líderes duranguenses Arturo Gámiz García, Emilio Gámiz G., Miguel Quiñónez Pedroza, junto a Miguel Ángel Barraza García, son personajes que el tiempo ha reivindicado paulatinamente y las circunstancias históricas han restituido sus reclamos, sólo falta que la “4 Trasformación” del presidente Andrés Manuel López Obrador y su partido Morena, les otorgue el carácter de impulsores de dicha trasformación y los desagravie de la historiografía oficial.

En particular hago un llamado a los duranguenses, para que les otorguemos la importancia que revisten estos hombres de esa izquierda histórica del comunismo mexicano que dieron su vida por la pretendida trasformación del México.